El derbi vasco de San Mamés (5-2) enfrentaba a los dos delanteros españoles más en forma. Por un lado, Aritz Aduriz, sobradamente conocido. Por otro, Borja Bastón, un joven talento, salido de la cantera del Atlético, que se está destapando en esta temporada. Ambos son los máximos goleadores nacionales y los dos demostraron esa condición en San Mamés con un mano a mano directo.

Su duelo personal acabó empatado, pero la victoria del partido, al fin y al cabo lo que vale, se la llevó Aduriz, que volvió a demostrar el gran peso que tiene en un Athletic que, con la victoria, se coloca a dos puntos de posiciones europeas, puesto que precisamente marca el Eibar.

Aduriz, en su mejor momento

Con sus dos goles ante el Eibar, lleva ya 25 goles en lo que va de temporada, de los cuales 13 son en Liga, a tan solo cinco de los 18 que registró la temporada pasada, la mejor de su carrera, que le hicieron ser el máximo goleador nacional. Su promedio goleador actual es de 0,73, el más alto de siempre. 

Sus cuatro goles en la Supercopa de España fueron el presagio de una temporada perfecta para el ariete vasco. A sus 34 años, que serán 35 en apenas veinte días, Aduriz vive una segunda juventud en Bilbao, ciudad a la que volvió tras pasar por Mallorca y Valencia.

El Athletic ha mostrado una adurizdependencia clara que Aduriz responde apareciendo en los momentos claves. Cuando el Eibar había asustado en San Mamés con el 0-1, ahí apareció el donostiarra. Empató el partido. Y lo volvió a hacer cuando los armeros se metieron en el partido con el segundo tanto de Bastón. Dos minutos después, Aduriz marcaba el cuarto y daba tranquilidad a los rojiblancos. 

Borja Bastón, la revelación

A San Mamés llegó un Eibar que pretendía demostrar que eran ellos el primer equipo. Y para eso se aferró a un Borja Bastón que adelantó a los de Mendilibar en el minuto 3. Hijo de futbolista, su padre fue portero del Real Burgos que llegó a jugar en 1ª en la década de los 80, reconocía en una entrevista a EL ESPAÑOL que su referente fue Fernando Torres, al que los atléticos le ven como su sustituto más natural.

Cuando el Eibar parecía desahuciado en la catedral, volvió a irrumpir Borja Bastón, con su segundo gol. Por desgracia para él, Aduriz ganó la partida y su gol apenas sirvió para algo.

Con el Atlético, equipo del que salió, jugó tan solo un partido en Primera en la 09/10. El día de su debut, ante el Getafe, sufrió una grave lesión que le mantuvo alejado de los terrenos de juego más de seis meses. Para volver a la máxima categoría, tuvo que hacer un 'casting' previo en Segunda. Cuatro años cedido, de 2011 a 2015, en cuatro clubes diferentes, pasando por cuatro equipos distintos: Real Murcia, Huesca, Deportivo de la Coruña y Zaragoza, el equipo que se 'desató' con 23 goles. 

Borja Bastón celebra un gol con el Eibar EFE

Su salto al Eibar no ha podido ser mejor. A día de hoy es máximo goleador nacional, con 14 tantos. Lleva más goles que, por ejemplo, Messi, Bale o Griezmann. Y eso que no arrancó como titular en el esquema de Mendilibar. No fue hasta la quinta jornada ante el Levante cuando comenzó a confiar el técnico vasco en él. Bastón respondió con dos goles y a partir de ahí comienza su ascenso. En las dos jornadas siguientes, ante Celta y Las Palmas, vuelve a marcar y se convierte en fijo.

Los dos goles en San Mames, que poco le valieron a su equipo, le confirman como el delantero de moda de la Liga y uno de los que se encuentran en mejor forma. Sin ser nunca internacional absoluto, sí lo ha sido en categorías inferiores. En el verano de 2011 fue campeón de Europa sub-19 y dos años antes, tercero en el Mundial sub-17.