En la historia del fútbol europeo hay siete elegidos. Equipos que han alcanzado la gloria suprema, la que otorga el ganar el conocido como triplete: Champions League, Liga y Copa de los países del Viejo Continente. El único equipo italiano que ha logrado esa hazaña es el Inter de Milán. Tras su baño de gloria en 2010 de manos de José Mourinho, llegó un peregrinaje de un lustro que ha llegado a su fin. El equipo nerazzurro lidera el campeonato italiano con los mismos puntos, triunfos, empates y derrotas que hace cinco años en la misma jornada. Algo que supone la resurrección del equipo milanés y de su entrenador, Roberto Mancini.
El Inter tiene cuatro puntos de ventaja sobre Nápoles y Fiorentina, segundo y tercer clasificado, cuando se ha disputado casi la mitad del torneo. En la jornada 16, Mancini ha logrado los mismos números que Mourinho: 11 victorias, tres empates y dos derrotas para sumar un total de 36 puntos. A eso se suma su aplastante victoria por 3-0 al Cagliari que le coloca en cuartos de Copa. Una goleada producida justo después del 0-4 al Udinese en la Serie A.

Elaboración propia

Es en el aspecto goleador donde se nota una mayor diferencia entre el equipo de hace cinco años y el actual. Se trata de un conjunto de otra época, de los que hacen honor a las famosas defensas italianas. De entre los líderes de las cinco grandes ligas (Barça en España, Leicester en Inglaterra, Bayern Múnich en Alemania y PSG en Francia), es el que menos goles marca (22).
El dato que mejor habla de su estilo de juego es el de los goles encajados. Entre todos los equipos de los campeonatos español, italiano e inglés, sólo el Atlético ha recibido menos tantos. Los milaneses han tenido que recoger el balón de sus redes nueve veces por siete de los rojiblancos. Si se incluyen a Francia y Alemania, el PSG ha recibido también nueve goles y el Bayern ocho.

Un equipo sin grandes nombres

Hay un hecho diferenciador entre el Inter de hace un lustro y el que ahora lidera el Calcio. Tras quedar novenos el año anterior, esta campaña no juegan competiciones europeas. Por ello no tendrían la posibilidad de reconquistar el triplete.
Tras años de penurias, en septiembre de 2013 el turco Erick Thohir, uno de los máximos accionistas del equipo de fútbol norteamericano D.C. United y del conjunto de la NBA, Philadelphia 76ers, se convirtió en presidente y propietario del club en sustitución de Massimo Moratti.
Ese cambio de dueño tuvo su repercusión el pasado verano, sabiendo aprovechar el mercado de fichajes. Llegaron al estadio Giuseppe Meazza jugadores para dar un salto de calidad en la defensa: Jeison Murillo desde el Granada y João Miranda procedente del Atlético. Martín Montoya, procedente del Barcelona, apenas está teniendo minutos (180 entre dos partidos).
Felipe Melo, del Galatasaray, y Geoffrey Kondogbia, desde el Mónaco, fueron las incorporaciones para solidificar el centro del campo. A ellos se sumó Ivan Perišić tras recibir 35 millones por Mateo Kovačić, que fichó por el Real Madrid. El adiós de Lukas Podolski y de Xherdan Shaqiri en el ataque italiano fue paliado con la llegada de Stevan Jovetić, que militaba en el Manchester City.

El éxito de Mancini

El entrenador italiano ha compartido un renacer con el equipo que dirige. Su etapa en el Manchester City se caracterizó por la fuerte inversión en jugadores y la petición continua del técnico de más y más incorporaciones. Una Premier League, una Community Shield y una FA Cup no se antojaron como suficiente premio para cuatro temporadas de un importante desembolso económico y en mayo de 2013 fue destituido. 

La campaña siguiente llegó, con el campeonato recién comenzado, al Galatasaray turco. En esa temporada logró una Copa. El torneo otomano distaba mucho del glamur de las tres ligas, cuatro copas y dos Supercopas obtenidas en su estancia en Italia entre Fiorentina, Lazio e Inter, equipo que dirigió desde 2004 hasta 2008. 

En noviembre de 2014, una vez más con la temporada empezada, Mancini volvió al equipo milanés sustituyendo a Walter Mazzarri. A pesar de no clasificarse para jugar competiciones europeas, la ilusión regresó en el comienzo de esta temporada ganando los cinco primeros partidos. Unos primeros pasos para volver a ser el viejo Inter de siempre.

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