El equipo de Luis Enrique se presentó en el Camp Nou con una sonrisa en los labios. Bajo el aroma de la goleada reciente en el Santiago Bernabéu que deja al eterno rival más que tocado, la Roma era la siguiente en la lista. Como si de la Parca con la guadaña se tratase, el FC Barcelona no tuvo compasión de un rival que en Italia consiguió arañar un punto al conjunto azulgrana.

Los focos se centraban en Messi al principio de la noche. Su titularidad era tomada con sorpresa a la par que regocijo: volvía la magia y no defraudaría. Acompañando a la bestia arriba estaban los sospechosos habituales en una noche que terminaría siendo de ensueño.

El Barça apabulló a la Roma desde el principio. A escasos minutos del comienzo del encuentro el conjunto blaugrana ya merodeaba los albores del área italiana, como si de una amenaza se tratase, pocos minutos después el equipo de Luis Enrique perforaría la red romanista una y otra vez.

En el minuto quince, Luis Suárez, no titubeó al rematar a puerta vacía un pase de Dani Alves, colocando el 1-0 en el marcador. Dos minutos después Messi haría lo propio, esta vez a pase del uruguayo, colocando el balón por encima de Szczesny con una vaselina imparable. En menos de cinco minutos el Barcelona había plasmado en el electrónico la evidente superioridad que ya mostró en Roma pero fue incapaz de materializar.

Si el conjunto de Rudi Garcia mantenía algún tipo de esperanza por una posible remontada estas se vieron evaporadas al filo del descanso con otro gol de Luis Suárez que remató una volea imparable para el guardameta rival, haciendo las delicias del respetable.

A la salida de vestuarios Luis Suárez, Neymar y Messi sonreían mientras encaminaban el terreno de juego. Captados por las cámaras, los comentaristas reían “¿qué estarán tramando?”. Ibamos a ser testigos en breve.

Diez minutos después Piqué, el hombre que ha copado los titulares de todo tipo en los últimos días, marcaba a pase de Messi el 4-0, certificando -por si había dudas- que los tres puntos no iban a ir a ningún sitio. Un minuto más tarde entraría en el terreno de juego Bartra en su lugar, acompañando a Samper en el campo, donde Luis Enrique había desplegado a su constelación de canteranos a medida que el Barça iba sumando goles en el electrónico.

El partido fue avanzando a la par que el festín del Barça iba aumentando. Tres minutos después del gol de Piqué a pase del argentino, Messi metía el quinto sin la necesidad de ser asistido. Los tres cuartos de entrada del Camp Nou allí presentes se entregaban rendidos a la apoteosis blaugrana, a la exhibición de un equipo líder en todas las facetas del juego.

La Roma, en una noche que no salía nada bien, paró un penalti a Neymar solamente para que Adriano fusilase el rechace y pusiera el sexto gol en el marcador. A la desesperada el conjunto italiano anotó un gol, obra de Dzeko a pase de Digne, que cerraría el encuentro minutos después de que el bosnio fallase una pena máxima.

El conjunto de Luis Enrique se da un festín gracias a una pobre Roma que no tuvo ningún tipo de oportunidad ante una exhibición de juego de un equipo que se encuentra en algo más que una buena racha. Con tres puntos más, el Barcelona espera a la Real Sociedad el próximo fin de semana, donde Eusebio, un antiguo conocido de la casa, intentará dar la sorpresa ante un conjunto en un estado de forma descomunal. 

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