El ecuatoriano Richard Carapaz se llevó la cuarta etapa del Giro de Italia con un Yates que acabó décimo a 18 segundos del ciclista nacido en Ecuador. A seis kilómetros del final se produjo una caída en grupo, donde Mikel Landa evitó el irse al suelo, pero segundos después, en una rotonda, Yates rompió la bici al ciclista español. "El puto Yates, que es un retrasado y va como un loco. Me tiró en una rotonda". 

El ciclista nacido en Murguía cruzó la meta en la posición número 32 con el culote rasgado y heridas en la cadera y en el brazo izquierdo tras el percance con Yates y tuvo que cambiar la bicicleta con Lluís Mas. A pesar de ello se mostró feliz tras la victoria de su compañero de equipo: "Al menos una alegría en un mal día".

Al ser preguntado cómo se encontraba la caída, Landa respondió lo siguiente: "No creo que sea nada, el problema es el tiempo perdido otra vez. Ahora me encuentro a casi dos minutos de Roglic". El español se sitúa vigésimo segundo en la clasificación general. 

"Es una mierda cuando pasan cosas que no dependen de ti. En la contrarreloj me costó, pero aquí me fui al suelo por culpa de otro. No es el comienzo deseado. De hecho, las sensaciones son bastante malas con esta desventaja en contra", comentó. 

Carapaz abrió la cuenta de Movistar

El ecuatoriano se mostró "emocionadísimo" tras conquistar por segundo año consecutivo una victoria de etapa en el Giro de Italia, un premio que no se esperaba, ya que el objetivo del día era "cuidar de Mikel Landa".

"¡Emocionadísimo! ¡Qué alegría tan grande!. Salí con otra mentalidad. Después de la mala suerte de ayer quería empezar de nuevo, de cero, y así ha sido. Sabíamos que siendo un día tan largo, con muchos repechos, el terreno nos iba un poco mejor, pero para nada esperaba una victoria", afirmó.

Carapaz, de 25 años, natural de Carchi, explicó: "La idea desde el equipo era intentar llegar con los más fuertes, que los compañeros cuidasen mucho de Mikel (Landa) y de mí".

"Lamentablemente esa caída por delante ha partido el pelotón, entre ellos Mikel y varios compañeros que se han visto también involucrados. El equipo me transmitió que tratara de llegar delante y lo intentara", añadió.

Carapaz sabía que iba con varios hombres rápidos en el grupo, pero buscó su oportunidad.

"A 600 metros vi que podía lanzarme y arranqué con todo, cogí una buena distancia y apreté hasta el final porque venía Ewan lanzado. Es un día muy emocionante, más después de lo que vivimos ayer y de todo el esfuerzo que he hecho en los últimos meses para llegar bien aquí", relató.

"Mi agradecimiento y dedicatoria va para todas las personas que nos siguen y nos mandan sus mensajes de aliento. A mi familia querida y, siempre, al equipo y a mi país", subrayó.

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