El alemán André Greipel (Lotto Soudal), 'El Gorila de Rostock', se mostró poderoso al esprint para adjudicarse la segunda etapa del Giro de Italia en Cerdeña, entre Olbia y Tortolí, de 221 kilómetros, una séptima victoria para su palmarés que le sirvió para vestirse con la 'maglia' rosa de líder.





Aparecieron los esprinters en la larga recta de meta de Tortolí tras un descenso prolongado, y entre ellos ganó la partida Greipel, con el orgullo picado al no poder estrenar el rosa en la primera jornada. Esta vez, la mejor versión del alemán le permitió imponerse con autoridad, anticipándose al italiano Roberto Ferrari (EAU) y al belga Jasper Stuyvens, todos con un tiempo de 6h.05.20.





Otro éxito para "Popeye", fuerza y veteranía de 34 años, más hábil que nadie en la recta de 1.800 metros que conducía a meta. Su equipo le llevó hasta el momento de la explosión, donde respondió al ataque del Orica, que no tuvo suerte con el australiano Caleb Ewan, a quien se le salió el pie del pedal en el momento más inoportuno.





También lo intentó el colombiano Fernando Gaviria (Quick Step), atacando a Greipel a 100 metros de la pancarta, pero el "Misíl" de Antioquía no midió las distancias y cedió hasta el noveno puesto.





Etapa y 'maglia' rosa para Greipel, corredor con 11 etapas del Tour en su palmarés, 7 en el Giro y 4 en la Vuelta a España, la misma cantidad ésta última que en la presente temporada, ya que subió al podio en Mallorca, Vuelta al Algarve y París Niza.





Greipel saldrá a defender su flamante maillot rosa en la tercera etapa con 4 segundos sobre el austríaco Lukas Pöstlberger (Bora) y 8 respecto a Caleb Ewan (Aus) Orica-Scott.



El viento de cara desde la salida y los 2.800 metros de desnivel, en un continuo sube y baja en larga jornada, no amedrentaron a un quinteto formado por Oswian, Koshevoy, Shalunov, Andreetta y el eritreo Teklehaimanot, un fijo en las fugas el corredor africano.



Un intento baldío para los fugitivos del día, controlados en todo momento por un pelotón que nunca permitió que la diferencia se fuera más allá de los 4 minutos, diferencia que se mantuvo en el primer paso de montaña, en la cota de Nuoro (3a), pero anulada en el segundo, en la cima de Genna Silana (2a), a 46 kilómetros de meta.



En la alto puntuó en cabeza Teklehaimanot, cumpliendo el objetivo inicial de vestirse con el maillot de líder de la montaña. Y ya desde el alto, el Barhain de Vincenzo Nibali tomó el mando de un descenso trepidante hasta la zona llana a 10 de meta.



Pelotón en fila y algunos cortes en el gran grupo. Los hombres del "Tiburón" sacaron de rueda al ruso Zakarin, uno de los candidatos al podio.



Tampoco aguantó el campeón italiano Giacomo Nizzolo, uno de los hombres para el esprint descolgado a medio minuto. Un rival menos para los Greipel, Ewan y Gaviria, atados a cabeza de carrera hasta el respiro del llano, donde la carrera tomó el formato de control de los equipos de los velocistas.



Atentos a la jugada el Movistar de Quintana y el Sky de Landa. Ambos líderes también vieron con alivio cuando el Lotto y Orica tomaron el mando después de vivir una auténtica montaña rusa en el descenso.



Con la cabeza de carrera desbocada lo intentó desde demasiado lejos Pöstlberger, quien trató de ser fiel a su frase tatuada en el pecho: "Cree en el destino". Su movimiento despertó al Orica, quien controlaba la rueda de Greipel. El campeón de Alemania saltó detrás de Gaviria, Ewan se enzarzó con sus problemas mecánicos y "El Gorila" abrió la sonrisa de oreja a oreja. Llegaba el sueño rosa.



Este domingo el Giro vivirá la tercera y última etapa en Cerdeña antes de la jornada de descanso y el traslado a otra isla, a Sicilia, hecho sin precedentes desde 1961.



Espera una etapa corta de 148 kilómetros entre Tortolí y Cagliari, una invitación para los velocistas.

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