Una de las bellezas distintivas del ciclismo radica en que las historias, los argumentos, son múltiples y paralelos. En el mismo espacio y tiempo se disputan a la vez mil contiendas. Premios mayores, como la etapa y la general, y premios menores, como la montaña o las metas volantes. Duelos colectivos, como el que sostienen los equipos de los velocistas en cada jornada llana, e individuales, como los que vimos este jueves entre los favoritos del Tour de Francia en Port Ainé, final en alto de la cuarta etapa de la Volta a Catalunya.

El gran argumento del día era la general. Daniel Martin lideraba tras imponerse el miércoles en La Molina gracias a una resolución en tiempo Youtube, apenas cuatro minutos de pelea franca que aprovechó para imponerse con su explosividad. Los contendientes salieron este jueves con la lección bien aprendida y arrancaron desde lejos.

Sky, por ejemplo, lanzó a Wout Poels en el penúltimo puerto, Enviny, para que su presencia por delante del pelotón espoleara los motores que dormitaban en el paquete. Cuando Etixx-Quick Step quiso reaccionar al pie de Port Ainé, fue rápidamente desarbolado por el Tinkoff de Alberto Contador, que encendió al prometedor danés Jesper Hansen. Tomó el testigo Carlos Verona en favor de Martin. El escalador madrileño estuvo voluntarioso, encomiable, y logró contener a Poels hasta que la realidad le eliminó a base de demarrajes de los favoritos. En ese punto, Martin quedó náufrago y naufragó con honra.

Pronto se vio que Van Garderen, Bardet, Zakarin e incluso Chris Froome (Sky) estaban por debajo de una pareja que se destacó. Nairo Quintana (Movistar) disponía y Alberto Contador (Tinkoff) respondía. Colombiano y español se fintaron hasta que un gancho de Nairo mandó a la lona a su oponente. En los dos kilómetros que restaban hasta meta, infligió 15 segundos a Contador, que franqueó la meta acompañado por Richie Porte (BMC), para colocarse líder con 8” de renta. También castigó con 37” a Froome…

Ya en marzo del año pasado, Nairo Quintana (1990, Cómbita) batió con suficiencia a Contador en un final en alto, el Terminillo de la Tirreno-Adriático. Un infierno helado en el cual tiró de colmillo y aprovechó un momento en que su rival estaba encerrado en una orilla de la carretera para arrancar desde la opuesta. El pinteño le devolvió el golpe en junio, en el Port de Balés de la Route du Sud, en una batalla más psicológica que física. Un mes después, el Tour de Francia estableció claramente que el colombiano está por delante del pinteño en la particular jerarquía de la primera línea mundial.

Sí constituye una novedad la neta superioridad de Nairo respecto de Froome. Ambos se han medido en plenitud de condiciones en dos Tour de Francia. El anglokeniano siempre ganó la mano sentenciando en los duelos iniciales aunque, en los dos últimos finales en alto, el colombiano demostraba su superior capacidad de recuperación y le sometía.

Nairo Quintana durante la tercera etapa de la Volta a Catalunya. Quique García EFE

Este jueves, en Port Ainé, apenas había acumulación de esfuerzos que valiera. Froome sólo podría esgrimir el hecho de que no corre desde febrero… De no ser porque Nairo no lo hace desde enero, Campeonatos de Colombia aparte. Decíamos de argumentos. La gran belleza de la jornada de Port Ainé estuvo en la escapada del día, formada por una decena de jornaleros de la gloria de entre los cuales arrancó Pieter Weening. Uno que hace una década ganó una etapa a los gallos en el Tour de Francia y ahora lidera al modesto Roompot neerlandés.

Sucede que al espigado escalador le sobrevino la pájara a cinco kilómetros de meta y desde atrás apareció para limpiarle la victoria de etapa, dadivosamente cedida por el pelotón, a Thomas de Gendt. El belga fue podio del Giro d’Italia en 2012 y actualmente es un trotón más para el Lotto Soudal de André Greipel, en el cual es tan apreciado por su motor como por la valentía que le valió para reverdecer laureles.

El último triunfo de De Gendt databa de 2013; fue también en la Volta a Catalunya y precisamente en la jornada final, un circuito por Montjuic y alrededores en el cual Nairo, Contador y compañía se jugarán la victoria absoluta de la Volta. Antes vendrán una jornada llana, Vilanova i la Geltrú, y otra tradicional, Valls, de perfil poco propicio para movimientos. No obstante, según demostró el ausente Alejandro Valverde la temporada pasada, puede aprovecharse para sacudir la general. “Será difícil sorprender a Nairo”, dijo Contador en meta. “Contador está muy cerca y no puedo fiarme”, respondió Nairo.

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