El proyecto del Real Madrid a los mandos de Sergio Scariolo cada vez está más consolidado. A pesar de que el equipo aún tiene mucho margen de mejora, la mano del italiano dentro del vestuario se nota.
"Se juega al ritmo que se entrena. En el partido el acierto táctico depende del talento del jugador pero el ritmo depende del entrenamiento. Si eres una bestia en los entrenamientos, también lo serás en los partidos", dijo Pep Guardiola. Una frase que define a la perfección lo que es este Real Madrid.
A pesar de las dudas iniciales, la transición de Chus Mateo a Sergio Scariolo está convenciendo no solo al equipo, sino también a un club que apostó por su regreso 23 años después. Si bien es cierto que se están repitiendo algunos patrones de la temporada pasada -sobre todo a nivel de resultados-, los recursos de este equipo son mucho más amplios.
En el Clásico ante el Barça los jugadores del Real Madrid dieron muestra de ello. Mientras que los de Joan Peñarroya se caracterizan por ser un equipo con un torrente ofensivo difícil de frenar, pero muy anárquico y tendente al individualismo; a los blancos se les presupone más ordenados.
El Real Madrid lideró en ritmo al Barça -71,7 posesiones frente a 75,4-, corrió más y mejor. Además, el equipo tuvo menos miramientos en lanzar en segundos iniciales, algo que se les presupone más a los azulgranas. Si a los Campazzo, Deck, Tavares y compañía se les reconoce un baloncesto más coral, en el Palau fue justo al contrario.
Scariolo busca "jugar con una intensidad y un ritmo alto durante todos los 40 minutos", priorizando las transiciones rápidas y el contraataque. Ante el Barça, el conjunto blanco movió muy bien el balón... "pero no excelentemente, aunque estamos aún en noviembre", reconoció el italiano.
El exseleccionador de España ha hecho del Real Madrid un vendaval ofensivo promediando casi los 90 puntos en cada encuentro (86,6), sacando así el mayor partido al talento ofensivo del equipo.
"Con Sergio estamos muy bien, es un entrenador muy exigente, duro, pero es lo que necesitamos hoy por hoy. Nosotros aplicamos el mensaje que nos traslada en los entrenamientos con más energía y obediencia", reconoció Campazzo tras la victoria en el Palau Blaugrana.
"(Scariolo) Controla muy bien el grupo, al final pone su energía en trabajar duro en el día a día para después aplicarlo en los entrenamientos y eso a corto o largo plazo se nota porque pasan cosas buenas", añadió el argentino.
En el baloncesto, como en la mayoría de deportes colectivos, todo cambio sustancial en la estructura de un equipo necesita su tiempo para que se acoplen las piezas. Esto conlleva que los resultados puedan tardar en llegar y el Real Madrid no es ajeno a estos periodos de adaptación.
"Es un sistema de juego nuevo, una voz líder nueva, un staff técnico nuevo, cinco o seis jugadores nuevos... todo lleva su proceso para construir una nueva identidad de juego [...] Lo importante es, más allá de lo que nos dice el míster, cómo lo vamos a hacer: con intensidad, actitud, mentalidad ganadora creo que las carencias que tuvimos al principio de la temporada las vamos a disimular muy bien", manifestó Campazzo.
Después de haber abierto el casillero de victorias a domicilio ante el Casademont Zaragoza y haber sumado la segunda consecutiva ante el Barça en la Euroliga, el tourmalet fuera del Movistar Arena no ha hecho más que empezar para el Real Madrid.
Los de Scariolo visitan este domingo la pista del Joventut de Badalona con el objetivo de lograr su tercera victoria consecutiva fuera de casa.
El Real Madrid llega con la moral alta tras ganar el Clásico y tras haberse impuesto en cuatro de los últimos cinco encuentros, pero delante tendrán a uno de los equipos más en forma de España, con una única derrota en toda la temporada.
A la exigente visita al Olímpic, el martes se enfrentarán ante el Valencia Basket en la jornada 10 de la Euroliga. Un partido donde los blancos se estrenarán en el Roig Arena y buscarán venganza tras la derrota en la final de la Supercopa de España.
