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Eli Ndiaye, canterano del Real Madrid que ahora forma parte de los Atlanta Hawks, ha compartido sus primeras impresiones tras debutar en la G-League con los College Park Skyhawks (el equipo filial de los Atlanta Hawks), donde está forjando su camino hacia la NBA.

A sus 21 años, el ala-pívot nacido en Senegal y nacionalizado español, ha sido muy claro sobre los desafíos de adaptación que enfrenta en el baloncesto estadounidense y sobre los recuerdos que guarda de su etapa en el conjunto blanco.​

Tras su debut en la G-League el viernes, Ndiaye no dudó en expresar su sorpresa ante el estilo de juego que se vive al otro lado del Atlántico. "Corren demasiado", declaró con una sonrisa el joven jugador al ser preguntado sobre qué es lo que más le ha impactado de la NBA.​

El jugador profundizó en esta observación, señalando que "el contraataque, el uno contra uno, lo juegan todo el rato", en contraste con el baloncesto europeo donde el ritmo es más pausado y el juego colectivo predomina sobre la velocidad.

Esta diferencia en el tempo del juego representa uno de los mayores desafíos de adaptación para Ndiaye, quien reconoció que el tipo de juego en la NBA es "un poco diferente" al que desarrolló en el Real Madrid y en Europa.​

Un proceso de aprendizaje

El canterano madridista, que ingresó en las categorías inferiores del Real Madrid con apenas 13 años en 2017 y escaló hasta ganar títulos con el primer equipo -3 Ligas ACB, 1 Euroliga, 1 Copa del Rey y 3 Supercopas-, admitió que está en pleno proceso de adaptación.

"Estoy adaptándome. Aprendo de todo y las cosas que me valen y las que no. Y todo lo que he traído lo he aprendido en Madrid, es un plus porque estar tanto tiempo en un equipo grande como el Real Madrid y llegar aquí es genial", explicó Ndiaye.

El jugador reconoce que debe trabajar en aspectos específicos de su juego para encajar en el sistema estadounidense, pero confía en que los valores aprendidos en el Real Madrid le ayudarán en este proceso.​

Ndiaye, en la semifinal de la Liga Endesa ante Unicaja. Europa Press

Aunque Ndiaye está completamente enfocado en su nueva aventura americana, no ha podido ocultar el cariño que siente por su antiguo equipo y la ciudad que le vio crecer como jugador.

El canterano, que vivió prácticamente toda su formación deportiva en la capital española desde su llegada adolescente, mantiene un vínculo emocional muy fuerte con el Real Madrid.​

De hecho, en la noche de su debut en la G-League, Ndiaye no pudo ver en directo el clásico de Euroliga entre el Real Madrid y el Barcelona debido a que estaba concentrado en su propio partido.

Sin embargo, al enterarse del triunfo madridista por 92-101 en el Palau Blaugrana, no ocultó su alegría: "Sí, demasiado contento, encima que cuando pierden sufro también, así que veo todos sus partidos en Euroliga y ACB. Cuando ganan estoy contento. Cuando pierden, estoy enfadado, y hoy estoy contento por ellos y espero que sigan así, ganando", confesó el jugador a Mundo Deportivo.​

Ndiaye también reconoció qué es lo que más echa de menos de la capital española, donde residió desde que tenía 13 años: "La comida, hostia, la comida. Madrid me encanta".

El ala-pívot representa la nueva generación de talentos españoles en la NBA, junto a Santi Aldama y Hugo González, y aunque el camino es exigente, su formación en el Real Madrid y su actitud son cartas de presentación que podrían abrirle las puertas del sueño americano.