El Palau Blaugrana será el escenario del primer Clásico de la temporada que enfrenta al Barcelona ante el Real Madrid. Cuando se ponga el balón en juego, los resultados de los ocho partidos que se han disputado hasta el momento en la Euroliga no habrán servido de nada. A pesar de que la victoria está en juego -como en cualquier otro partido-, el triunfo vale más.
Y eso bien lo saben en la capital. El Real Madrid le tiene tomada la medida a un Barça al que ha ganado en los últimos ocho enfrentamientos de manera consecutiva. Es más, el dominio del conjunto blanco es tal que los azulgrana sólo han ganado 2 partidos de los últimos 14 ante el eterno rival.
Es por ello que la presión para los de Joan Peñarroya es máxima. Sin embargo, si bien los partidos a domicilio son la asignatura pendiente del Madrid de Scariolo, la del Barça es jugar en el Palau, donde ha perdido en la mitad de los partidos que ha disputado esta temporada (3/6).
La ausencia de Tornike Shengelia (duda para el partido hasta última hora tras lesionarse el domingo ante UCAM Murcia), el máximo anotador del equipo en la Euroliga con 14 puntos y su mejor reboteador (4,8) sería devastadora para un equipo que está sacando los partidos adelante gracias, en cierto modo, al buen desempeño del ala-pívot georgiano.
Una crisis sin fin
El Barcelona está viviendo una de las épocas más turbulentas de su reciente historia. Las cicatrices de la temporada pasada, marcada por la peor racha de resultados de los últimos tiempos, no solo no han cicatrizado, sino que se han abierto de par en par en el arranque de esta campaña.
Con una plantilla pensada para pelear por los títulos tras incorporaciones como Will Clyburn, Myles Cale, Tornike Shengelia y Miles Norris, los de Joan Peñarroya parecen haber activado un efecto contrario: en lugar de enderezar el rumbo, el equipo se tambalea de manera preocupante.
La crisis no es nueva. El Barça arrastra una cadena de ocho derrotas consecutivas en los clásicos ante el Real Madrid, un dominio madridista que ilustra la magnitud del problema cuando se enfrenta a su principal rival.
Joan Peñarroya da una charla a sus jugadores durante el Barça de basket-Joventut
Pero si los clásicos son una batalla perdida, la guerra se está perdiendo en el bastión que siempre ha sido refugio: el Palau Blaugrana. En la Liga Endesa y en la Euroliga, los azulgranas han disputado seis partidos en casa y han perdido la mitad de ellos, con tan solo tres victorias. Es un balance devastador para un equipo que históricamente ha encontrado en su feudo una ventaja decisiva.
El UCAM Murcia se unió recientemente a la escasa lista de equipos que han ganado en el Palau, con una victoria que reflejó los males del equipo: encajaron 16 puntos en el primer cuarto frente a 34 del rival, estableciendo el peor resultado en un cuarto de toda la historia del conjunto culé en la Liga Endesa.
Pero hay otro problema que preocupa aún más en el seno del equipo: la incapacidad de la segunda unidad para generar rendimiento consistente. Willy Hernangómez, Joel Parra, Myles Cale y Miles Norris, las apuestas del verano que llegaban para aportar versatilidad y tiro, están a años luz del rendimiento esperado.
Irreconocible fuera de casa
El Real Madrid, por su parte, está repitiendo ciertos patrones que fueron una importante losa la pasada campaña. El equipo mantiene su fortaleza en el Movistar Arena donde encadena 14 victorias consecutivas -34 en la Liga Endesa- contando también los partidos de la Euroliga, sin embargo, lejos de la capital española el guion de la película cambia de forma considerable.
El conjunto blanco ha demostrado hasta el momento ser un equipo frágil y sin capacidad de volver a los partidos cuando se ponen difíciles.
El Madrid ha perdido seis de los ocho partidos que ha jugado fuera del Movistar Arena esta temporada entre Liga Endesa, Euroliga y la Supercopa de España. La imagen del equipo a domicilio le preocupa a Scariolo.
El italiano se estrena en un Clásico desde que llegó al Madrid este pasado verano y su intención es sorprender a los blaugrana, que no están teniendo una campaña muy regular en este inicio de temporada.
Scariolo da instrucciones a sus jugadores durante el partido ante el Asvel Villeurbanne.
Si el juego interior y especialmente en el 'cinco' parece que el Madrid puede sacar ventaja, Scariolo también espera sacar partido en la posición de base, donde todo dependerá si Laprovittola vuelve a estar disponible para Joan Peñarroya un mes después de sufrir molestias musculares en el aductor.
En caso de no poder jugar, todo el peso de la dirección deberá caer enTomas Satoransky, y el Madrid tratará de incomodar lo máximo posible el azulgrana con dos 'perros de presa' defensivos como Andrés Feliz y Campazzo.
