El Partizan Mozzart Bet de Belgrado ha cerrado la incorporación de Bruno Fernando, poniendo fin a la breve y poco fructífera etapa del pívot angoleño en el Real Madrid. El club serbio desembolsará 100.000 euros como compensación a la entidad blanca por liberar al jugador, que firma por dos temporadas a cambio de 2,9 millones de euros.
La operación responde a una doble necesidad. Por un lado, Fernando había perdido completamente su sitio en la rotación de Sergio Scariolo, llegando incluso a quedarse fuera de convocatoria en varios encuentros recientes de Euroliga.
Por otro, el conjunto serbio llevaba semanas buscando un interior que aportase solidez física bajo los aros, una carencia que se ha acentuado tras la grave lesión de Carlik Jones.
El jugador de 26 años aterriza en la capital serbia después de apenas año y medio en Madrid, donde nunca logró consolidarse. Llegado en enero de 2024 tras disputar 220 partidos en la NBA con cuatro franquicias diferentes, Fernando parecía llamado a convertirse en una alternativa fiable en la pintura madridista.
Sin embargo, las cifras de esta temporada reflejan su irrelevancia: cinco apariciones en Euroliga con promedios de 4,4 puntos y 3,4 rebotes en poco más de diez minutos por partido.
El técnico madridista decidió prescindir de sus servicios para abrir hueco en la plantilla a un perfil más acorde con sus necesidades tácticas.
La marcha de Fernando permite al Real Madrid explorar el mercado en busca de un jugador interior que encaje mejor en el sistema de juego, mientras que el angoleño tendrá la oportunidad de recuperar protagonismo en un proyecto ambicioso.
Porque el Partizan no escatima recursos esta campaña. Con un presupuesto récord de 27 millones de euros, un 35% superior en masa salarial respecto al ejercicio anterior, el equipo dirigido por Zeljko Obradović aspira a pelear por los primeros puestos de la Euroliga.
El objetivo pasa por terminar entre los seis primeros clasificados para acceder directamente a playoffs, además de dominar la Liga ABA.
La necesidad de incorporar un pívot se había convertido en prioritaria desde el arranque liguero. El propio Obradović había advertido antes del inicio de la competición europea que el equipo necesitaba al menos seis jugadores grandes en la rotación, cuando apenas contaba con cuatro disponibles.
La urgencia aumentó cuando Jones, uno de los referentes ofensivos del conjunto serbio con 11,4 puntos y 5,2 asistencias de promedio, se fracturó el quinto metatarsiano del pie izquierdo a finales de octubre. El base estadounidense estará de baja un mínimo de tres meses.
Una segunda oportunidad
Fernando se convierte así en la alternativa elegida después de que otros objetivos como Oscar Chiebwe y Thomas Bryant declinaran abandonar la NBA. El Partizan espera que sus 2,08 metros y su experiencia en la mejor liga del mundo aporten el músculo y el atletismo que tanto necesita la rotación interior.
Con un balance de tres victorias y dos derrotas en las primeras cinco jornadas de Euroliga, el conjunto belgradense confía en que la llegada del angoleño ayude a estabilizar el rendimiento defensivo y permita al equipo mantener el ritmo en la exigente competición continental.
Para Fernando, representa una segunda oportunidad en Europa tras su paso frustrado por Madrid.
