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El nuevo entrenador de Movistar Estudiantes, Natxo Lezkano, protagonizó en la tarde del sábado una escena bochornosa durante el partido que su equipo disputaba ante Monbus Obradoiro, donde su equipo cayó derrotado por 90-73 en un partido donde la noticia no fue el resultado, sino el comentario que el técnico del equipo madrileño soltó durante un tiempo muerto.

A falta de 5:49 para el final del partido, Movistar Estudiantes perdía por 70-63 cuando Natxo Lezkano solicitó un tiempo muerto que, más allá de hacer reaccionar a sus jugadores, sirvió para ponerle en el ojo del huracán. "Eh, no podemos salir a la pista y correr como mariquitas", dijo Lezkano a sus jugadores para recriminarles una supuesta actitud indolente.

"Eh, me cago en dios, corre a la esquina, corre a la esquina y todo esto", apuntó mientras señalaba sobre la pizarra las instrucciones que quería que llevasen a cabo sus jugadores. El comentario homófobo e intolerable ha provocado que a través de la página web del equipo se disculpara por lo ocurrido.

"Quisiera expresar mis más sinceras disculpas por el comentario inapropiado que hice durante el partido. Fue un momento de tensión y no fue mi intención ofender a nadie. Lamento profundamente lo sucedido y reitero mis disculpas a todos", admitió durante la tarde del sábado.

La reacción por parte de los narradores fue de total incredulidad ante lo que acababan de escuchar, aunque optó por restarle importancia. "No ha sido el tiempo muerto más políticamente correcto de Nacho Lezkano, pero a veces hay que hablar desde las entrañas. Estaba pidiendo más intensidad a los jugadores que salen de banquillo para que den un plus de agresividad en defensa", explicó Pedro Robles, comentarista del partido y exjugador del Estudiantes.

El debut de Natxo Lezkano en el banquillo de Movistar Estudiantes no será recordado de manera positiva para el nuevo entrenador del equipo madrileño quien sustituye a Pedro Rivero, cesado el pasado lunes. El comentario que profirió durante el partido provocó una avalancha de críticas hasta llegar a pedir su dimisión o que la directiva opte por su despido.

El entrenador vasco de 52 años, que fue asistente en el Baskonia durante seis temporadas (01-07) y dirigió en la Liga ACB a Breogán y MoraBanc Andorra, podría exponerse a una posible sanción por parte de su club o de la propia Federación Española de Baloncesto.