Los Golden State Warriors se encuentran en una situación difícil en estas Finales de la NBA. La última derrota contra los Celtics ha puesto la serie 2-1 a favor de los de Boston, pero no es la única mala noticia, ya que su gran estrella, Stephen Curry, cayó lesionado.

El base se lesionó en un choque con el dominicano Al Horford peleando por un balón dividido a falta de cuatro minutos para el final, cuando su equipo iba perdiendo 110-98. Su pie se quedó bloqueado bajo el peso de Horford y Curry acabó tendido al suelo gritando de dolor. Su entrenador, Steve Kerr, le sacó rápidamente de la pista para evitar males mayores.

En cualquier caso, la lesión no parece grave según dijo el propio jugador: "Voy a estar bien. Me duele un poco, pero estaré listo para el viernes. Es lo mismo que me pasó contra Boston en temporada regular, espero que no sea tan grave. Parece una torsión en el pie (izquierdo). Aprovecharé las próximas 48 horas para estar listo. En esas situaciones lo único que quieres es quitar el pie de allí. Pero no es tan grave como podía parecer", concluyó.

La situación de la final no es sencilla, porque el próximo partido se juega de nuevo en el TD Garden, y si los Celtics volvieran a ganar se quedarían a tan solo un partido de ganar el anillo. Un anillo que la franquicia más laureada de la historia de la NBA junto con los Lakers no consigue desde 2008.

Ante esta posibilidad, la estrella de Boston, Tatum, quiso poner calma y frenar la euforia: "Creo que hemos respondido bien, sobre todo tras la derrota del segundo partido. Nuestro objetivo era salir duros en el tercer cuarto. Han estado muy bien pero no nos hemos venido abajo, ni siquiera cuando han metido algunos tiros complicados. Hemos seguido peleando", contó un Tatum orgulloso de la reacción de su equipo.

Sobre sus compañeros y el trabajo realizado, Tatum alabó a Robert Williams por encima de todos: "Su presencia en el aro, en ambos lados de la cancha, es determinante. Se está ganando todo el respeto que merece". Tatum también habló sobre la confianza que tienen en él sus compañeros: "Ellos creen en mí y lo agradezco. Iremos mejorando entre todos. Lo único que importa es haber ganado, pero sin caer en la euforia. Hay que prepararse para el próximo".

Un trío de excepción

Pero Tatum no estuvo solo, a sus 26 puntos, seis rebotes y nueve asistencias hay que sumar la actuación de sus dos mejores escuderos, Jaylen Brown y Marcus Smart. Brown aportó 27 puntos, nueve rebotes y cinco asistencias, mientras que Smart cerró el partido con 24 puntos. Unos números entre los tres que suponen un récord, ya que registraron más de 20 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias cada uno. Son cifras que tan solo otros tres tríos habían logrado en una eliminatoria por el título en los 75 años de competición en la liga estadounidense.

Los últimos en lograr la gesta de anoche fueron Kareem Abdul-Jabbar, Michael Cooper y Magic Johnson en las Finales de 1984. Antes habían hecho lo propio Bill Russell, John Havlicek y Larry Siegfried en 1968 y, con dos repetidores en la lista, Russell, Havlicek y Sam Jones en 1966. 

[Más información: Los Boston Celtics atrapan a los Golden State Warriors en la trampa del TD Garden y ponen el 2-1]

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