La representación española en la NBA aumentará la próxima temporada. A Marc Gasol, Serge Ibaka, Ricky Rubio y los hermanos Hernangómez se sumarán dos jóvenes promesas que, pese a su corta edad, ya tienen asegurado un contrato en la mejor liga del mundo. Dos nombres que están llamados a liderar el baloncesto nacional del futuro y cuyo debut se seguirá muy de cerca. Pero, por el momento, Usman Garuba y Santi Aldama ya han cumplido un sueño.

Usman Garuba (Madrid, 2002) y Santi Aldama (Las Palmas, 2001) jugarán en Rockets y Memphis respectivamente. No llegan como estrellas, pero sí después de ser seleccionados en la primera ronda del Draft NBA. Con trayectorias muy diferentes a nivel de clubes, buscarán asentarse en la élite del baloncesto mundial para erigirse posteriormente piezas clave del baloncesto nacional.

Porque tanto Garuba como Aldama están llamados a formar parte de la Selección futura. Justo en un verano donde España ha confirmado el adiós de veteranos como Pau y Marc Gasol, y a la espera de que se inicie una renovación del equipo nacional, los dos jóvenes se probarán en la NBA. Garuba, de momento, ya ha logrado debutar con España y participar en una cita como los Juegos Olímpicos. Aldama, por su parte, tendrá que esperar.

Usman Garuba y Santi Aldama posando con el título de la Selección sub18 FEB

Sin embargo, los dos saben lo que es llevar a la gloria al conjunto español. Su vínculo se desarrolló en el equipo sub18 de la Selección que participó en un Europeo. Los dos formaron parte de una plantilla que se llevó el oro al ganar en la final a Turquía. Y, de igual manera, los dos recibieron un premio individual para sumarlo al colectivo. Aldama fue elegido MVP del Europeo gracias a 18 puntos y más de siete rebotes por encuentro. Garuba se conformó con estar en el mejor quinteto con cifras de doble-doble con más de 15 puntos y 12 rebotes de media.

Este título con España se produjo en 2019, cuando todavía el aficionado general no conocía sus nombres. Dos años después, tanto Garuba como Aldama van a debutar en la NBA gracias a mucho trabajo y sacrificio. Dos caminos diferentes hasta llegar a la élite del baloncesto que ahora se cruzan en territorio americano.

Garuba, un salto de 3 millones

Usman Garuba comenzó a capturar sus primeros rebotes en el Azuqueca. Fue desde allí de donde pegó el salto al Real Madrid. Corría el año 2013 y el interior se incorporaba a la cantera merengue como una seria apuesta de futuro. Era uno de los muchos talentos que la dirección capitalina incorpora a su fábrica de diamantes a pulir. Usman creció y pasó del Infantil B al equipo Júnior, donde se dio a conocer poco a poco y donde se consagró con ese título con la Selección. La 'Pantera de Azuqueca' ya era una realidad.

El interior debutó con el primer equipo de la mano de Pablo Laso en 2018. En 2019 pasó a formar parte de la rutina habitual del Real Madrid y en 2020 se consagró como uno de los habituales en la rotación del técnico merengue. En una temporada complicada por las lesiones en el vestuario capitalino, Garuba dio un paso al frente y llamó la atención de Scariolo. Justo a meses de los JJOO, el ala-pívot, combinando fuerza interior y acierto lejos de la pintura, consiguió un puesto en la prelista de la Selección. 

Foto: realmadrid.com

Los rumores sobre su posicionamiento en el Draft ya eran inevitables. Los analistas le pasaron de dar un puesto entre los 10 mejores a dejarle más cerca del 20. Y finalmente acabaría en el 23, aunque siendo suficiente para estar en la primera ronda y ganarse muchas opciones de firmar un contrato en la NBA. Si el puesto era bueno, el interior dejaría el Real Madrid para dar el salto. Algo que finalmente ha acabado ocurriendo.

Usman Garuba ya ha firmado un contrato con Houston Rockets donde cabe la opción de estar cuatro años. Si agota todo ese tiempo (dos garantizados, dos de opción de la franquicia), Garuba percibirá casi 12 millones de dólares, desde los 2,3 'kilos' de esta primera temporada hasta los 4,3 de la última. De ahí, además, deberá restar tres millones de euros que recibirá el Real Madrid en concepto de cláusula de salida. El canterano tenía contrato y romperlo para marcharse a la NBA supone tener que dejar esa cantidad.

Rockets, tal y como marca el convenio, pagará más de 600.000 euros de esa cantidad que Usman Garuba tiene que abonar al Real Madrid, que conservará sus derechos si el jugador regresa a Europa. Sin embargo, más allá de ese pago, el sueño de Garuba se hará realidad. Los mismos analistas que le auparon antes del Draft dejaron claro que tenía capacidad para jugar esta misma temporada. Y así se podrá comprobar en unas semanas.

Aldama, histórico en el baloncesto español

El jugador canario, aunque su nombre sea menos potente a nivel mediático, es un serio candidato a marcar el futuro del baloncesto español. Mide 2,13 metros, pero la altura no le impide moverse a las mil maravillas en la línea de tres. Esa, de hecho, es una de sus particularidades: no hay defensor capaz de cumplir con todas sus cualidades sobre la cancha. De ahí que Utah Jazz en un primer momento y Memphis Grizzlies finalmente se interesaran en su incorporación durante el Draft. Las previsiones le daban entre el 40 y el 50, pero Aldama sorprendió y fue elegido en el pick 30.

El canario, que comenzó en las islas jugando al baloncesto, sabe bien lo que es esta carrera. Su padre, Santiago Aldama, fue olímpico con España en Barcelona 92. Y su tío, Santi Toledo, también sacó partido a sus más de 2,10 metros de altura en la profesión. Sin embargo, él tomó un camino muy diferente al de la mayoría de jóvenes. Las dificultades para armonizar deporte y formación educativa le llevaron a abandonar España y probar suerte en la NCAA. En la Liga Universitaria, de la mano de Loyola, iría escalando peldaños hasta convertirse en un histórico de la competición.

Su primera temporada le bastó para terminar en el mejor equipo de los novatos. Tras regresar de una dura lesión, logró promedios de más de 15 puntos y siete asistencias en 15 encuentros disputados. Una barbaridad saltándose todo tipo de adaptación y recuperación física. Las expectativas ya eran altas y su nombre cobraba fuerza, especialmente entre los clubes ACB que no entendían por qué prefería la NCAA en vez de liga nacional española. Aldama también dio importancia a los estudios y esa capacidad de decisión es la que le ha llevado a Memphis.

Santi Aldama durante un partido con Loyola NBA

Su segundo y último curso en la NCAA finalizó con nuevos récords. Promedió más de 20 puntos y 10 rebotes en toda la temporada, colándose en el mejor equipo del año. Pese a su altura, se movió en porcentajes superiores al 50% de acierto en tiros de dos y cercano al 40% en triples. Y estableció cifras históricas en la competición como sus 20+20 o 30+22.

Toda una trayectoria que le dio esperanzas para presentarse al Draft. Ahí dio una nueva sorpresa y recientemente ha firmado su contrato con Memphis. Es, así, el primer jugador español de la historia que jugará en la NBA dando el salto desde la NCAA. Sin pruebas en el baloncesto europeo ni 'exámenes' de ese tipo. De la universidad a la élite, como las grandes estrellas norteamericanas. En Memphis ha logrado un contrato que puede llegar hasta 2025 si la franquicia decide alargarlo. De momento, Aldama tiene aseguradas dos temporadas en las que cobrará algo más de tres millones de dólares. En total podría alcanzar los casi 5 millones de euros en toda su estancia en la franquicia.

Garuba y Aldama, dos caminos diferentes pero con un mismo destino: triunfar en la NBA y establecerse como dos nombres propios del baloncesto español. 2021, un año para la reestructuración de la Selección, contará con el escenario idóneo de la mejor liga de mundo.

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