Convincente victoria de la Selección ante una combativa Lituania. España mantuvo cómodamente una ventaja de ocho puntos a lo largo de la mayoría del partido. El encuentro ha servido para la consagración de Willy Hernangómez y para saber que la batuta de la Selección ya es plenamente de Ricky Rubio.

Arrancaba el choque en un Navarra Arena a reventar y entregado (hacía 20 años que la Selección no jugaba en la tierra de Joaquín Luqui) que lograba dejar de lado las bajas de Rudy Fernández (por el fallecimiento de su abuelo) y de Marc Gasol.

El quinteto inicial que puso Scariolo sobre el parqué, y el modus-operandi de los cinco elegidos, dejaba bastante claro la idea de juego del combinado nacional. Rubio y Llull buscaban constantemente a Willy Hernangómez, que lucirá el apellido materno en su elástica en el Mundial, con bloqueos y continuación tremendamente efectivos. Pero el peso del pívot en el juego ofensivo de la Selección no se resume únicamente a eso. Willy primero y Diop después (que entró más pronto de lo esperado en la rotación) servían como pared continua en lo alto de la pintura para un movimiento de balón acelerado y conciso.

Ricky ponía la falsa pausa en esos momentos y se destapó en la parcela anotadora en el primer periodo para la desesperación de un Adomaitis que solo respiraba tranquilo cuando Griogonis cogía el esférico. Con una desvergüenza propia de la edad salpimentada con una clase y unos fundamentos clásicos fuera de lo normal en el baloncesto actual, el jugador lituano hacía las delicias del ataque báltico y ponía a su selección por encima en el contador.

Es cierto a su vez que al defensa de España mejoró con la segunda unidad, la que todos conocimos en las ventanas, y que por eso la sangría no fue tal. 17-18 al término del primer periodo para los lituanos.

Jaime y Beirán toman ventaja 

Tuvieron que pasar dos minutos del segundo cuarto para ver a Jaime Fernández en acción. Su rendimiento siempre es positivo y defiende la teoría que le sitúa como vital en la rotación. El escolta madrileño fue capaz de parar a Griogonis y sacarle del choque con una defensa escurridiza y certera que catapultó a la Selección.

Con un parcial de 13-2 el combinado de Scariolo se escapaba en el marcador gracias a la aportación de Jaime, Diop y de Beirán. Ambos encajan de manera notable en la máquina de la Selección. Aunque el lema de Lituania sea Vienybė težydi (Deja que la unidad florezca) este brilló por su ausencia cuando el engranaje de España comenzó a hacer de las suyas.

Willy y Rubio unían su gran nivel al de los ya mencionados y con un parcial de 13-2 hacían una grieta que marcaría el choque. 40-33 al descanso se marchaba en España y con muy buenas sensaciones, sobre todo en el apartado defensivo.

Ricky tira del carro 

Arrancó el tercer cuarto en lo ofensivo como si de un partido de infantiles se tratase. Ni España ni Lituania querían modificar los siete puntos de diferencia que el marcador reflejaba. Y fue entonces cuando llegó Ricky Rubio a dirigir la orquesta de una manera excelsa. El base catalán sumaba más de 20 puntos al descanso y dirigía los ataques de la Selección mejor posesión tras posesión.

A Ricky se unía un Willy sabedor de que su papel tiene que ser importante en este Mundial, sobre todo en el apartado ofensivo, que será el primero que cuente con la presencia del hijo mayor de la saga.

Si bien es cierto que en ataque la clarividencia de los nuestros era palpable, en defensa las cosas no funcionaban como era debido. Scariolo decidió probar una zona 3-2 con Claver como punta de lanza para lograr cierto orden alrededor del aro a proteger, pero lo que llegó fueron unos desbarajustes que seguían manteniendo a Lituania en el choque.

El tercer cuarto llegó a su fin con un Joan Sastre muy fallón desde el perímetro y con luciendo un apacible 60-52 que se reflejaba en las confiadas claras de los nuestros.

Willy lidera al equipo

El último periodo quedó simplemente para que Lituania creyera en la victoria una y otra vez. Sentimiento que era paliado una y otra vez por un Willy Hernangómez soberbio en ataque, que acabó el choque como máximo anotador superando la veintena de puntos. Llull, que empezó muy bien en el plano asistente pero falto de tino en ataque, se entonó en el último cuarto para mantener a la Selección por encima en el marcador.

Willy Hernangómez, en el partido entre España y Lituania previo al Mundial. Foto: FEB

Los últimos minutos del choque fueron para los llamados a convencer a Scariolo de su presencia en el Mundial. Los Colom, Rabaseda y compañía lograron mantener la cómoda ventaja de ocho puntos que imperó en el marcador casi todo el partido y certificaron la victoria española.

En definitiva, triunfo convincente de España en el primer casting de Scariolo. Beirán, Diop y Jaime Fernández han sido los más destacados de los candidatos pero sin duda alguna este partido será recordado, por mentar algo que perpetuar en la memoria, por la dupla Rubio - Hernangómez. 

El jueves, 9 de agosto a las 22:00, siguiente cita de los Scariolo ante Costa de Marfil.

ESPAÑA 78-70 LITUANIA

España: Rubio, Llull, Juancho Hernangómez, Claver, Willy Hernangómez - Jaime Fernández, Colom, Ribas, Beirán, Sastre, Rabaseda, Oriola, Diop.

Lituania: Lekavicius, Griogonis, Maciulis, Kuzminskas, Geben - Janavicius, Kalnietis, Juskevicius, Giedraitis, Ulanovas, Butkevicius, Jankunas, Masiulis, Bendzius, Echodas.

Parciales: 17-18 | 23-15 | 20-19 | 18-18

Incidencias: Partido correspondiente a la gira de preparación al Mundial de China 2019 disputado en el Navarra Arena (Pamplona) ante 11.800 espectadores. Rudy Fernández causó baja por el fallecimiento de su abuelo.

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