A día de hoy, Ander Herrera es recordado como uno de los jugadores más icónicos del Athletic Club este siglo, especialmente por su primera etapa en el conjunto bilbaíno y que atrajo la atención del Manchester United.
Sin embargo, aunque Ander logró triunfar en la élite y jugar en la Premier League, Bundesliga y LaLiga, el jugador ahora disfruta del fútbol argentino controlando el centro del campo de Boca Juniors.
Así, Herrera ha decidido contar su experiencia en el fútbol y qué consejos y advertencias daría a todos esos jóvenes que sueñan con llegar algún día a jugar entre los grandes, tal y como lo hizo él.
El pasado de Ander
En 2009 y con tan solo 19 años, Ander debutaba con el Real Zaragoza ante el Levante UD. El futbolista había ido escalando dentro de las categorías inferiores del Zaragoza y poco a poco había conseguido la confianza del entrenador Marcelino García Toral.
Herrera se convirtió rápidamente en la nueva joya del conjunto zaragozano, debutando en Primera División y asentándose en el centro del campo. Por ello, en 2011 el Athletic Club se interesó en él y llegó así su gran salto a los grandes de Europa.
A sus 22 años, el jugador se ganó el apoyo de Marcelo Bielsa, formando un centro del campo para la historia con Iturraspe y De Marcos. De hecho, en su primera temporada alcanzó la final de Copa del Rey y Europa League.
Después de tres temporadas en el Athletic Club, el Manchester United de Louis van Gaal lo adquirió por 36 millones de euros, ya habían intentado ficharlo la temporada anterior. Aunque con el técnico holandés no logró asentarse, si tuvo un rendimiento notable y con la llegada de Mourinho, se volvió indiscutible.
Al finalizar su contrato, Herrera se marchó a otro grande de Europa: el Paris Saint-Germain. Pero las lesiones le jugaron una mala pasada y no pudo tener tanta continuidad como le hubiese gustado. Por ello, tres años después volvió a su casa: el Athletic Club.
Una vez más, por las lesiones no contó con tantos minutos, así como por la irrupción de jugadores como Jauregizar, Galarreta o Prados. Así, después de dos temporadas y media sin pena ni gloria, se fue a Boca Juniors. En el club argentino se ha convertido en ídolo de la afición durante la complicada situación que vive el equipo.
Alcanzando la recta final de su carrera, Ander Herrera ha alcanzado la suficiente madurez y veteranía como para ser un modelo a seguir para muchos jóvenes jugadores. Por ello, durante su participación en el podcast Tengo un plan, no dudó en aconsejar.
"Lo primero es que llegan muy pocos. A un chaval de 14 o 15 años le diría que he visto muchos como tú y lo más probable es que no lo consiga. Y a los padres lo mismo: lo más probable es que no. Fórmate, estudia y no tengas el fútbol como una presión", señalaba el jugador.
Ander lo comparó a su experiencia de vida, teniendo el fútbol como "primer plano" pero no como una obsesión: "Tenlo como un disfrute. Para mí era mi pasión, pero nunca lo tuve con la idea de ‘tengo que llegar’. Siempre quería ir bien en el colegio, sabía que mi vida iba a ir en torno al deporte, pero nunca imaginaba que llegaría a ser futbolista profesional. Y siempre ten un plan B".
De hecho, llegó a utilizar al exfutbolista Álvaro Benito como un ejemplo de que no todo puede salir bien en el fútbol.
"Esto puede acabar: una lesión puede trincarte la carrera. Pongo el ejemplo de Álvaro Benito, que fue canterano del Real Madrid y se destrozó la pierna cuando iba a debutar con el primer equipo. Luego se dedicó a la música, formó Pignoise, se hizo actor y hoy en día es uno de los mejores analistas de fútbol que hay", aseguró.
"Pondría ese ejemplo para mostrar lo cerca que estuvo de ser jugador del Real Madrid y cómo, de un día para otro, su carrera se le fue a la mierda. Y de esa forma disfrutas mucho más del fútbol, sin esa presión", apuntó Herrera.
Los entrevistadores le plantearon otra cuestión: ¿qué es lo malo del fútbol? A menudo se suele hablar de todas las ventajas de este deporte, pero no tanto de lo que se pierde con esta profesión.
"Los fines de semana muchos no los disfrutas", indicaba el jugador. "Muchas de las vacaciones que hacen mis amigos yo no las he disfrutado durante mi vida. Pero es que la balanza pesa tanto que yo no malvendería el fútbol".
