La temperatura en el exterior del US Bank Stadium rondaba durante el partido los 18 grados bajo cero. Lo normal por otra parte a primeros de febrero en Minnesotta, sede este año de la Super Bowl, una de las capitales de estado más frías de EEUU.

Y el encargado de combatir el frío en el descanso fue Justin Timberlake, cuyo espectáculo se esperaba con gran expectación 14 años después de protagonizar el bautizado como 'pezóngate' ('nipplegate' en inglés), aquel número en la Super Bowl de 2004 que terminó con una teta de Janet Jackson al aire y que escandalizase a la puritana sociedad estadounidense en su evento deportivo fetiche del año.



Tanta polémica levantó, que se introdujeron cambios en la retransmisión de la Super Bowl, un retardo de varios minutos para que el realizador pueda editar posibles momentos 'sensibles'.

No hizo falta esta vez, porque no hubo polémica en la actuación de Timberlake, como ya había advertido el propio cantante en la previa: "Conmigo estará solo mi grupo y no habrá sorpresa. El único objetivo es que la gente se divierta". Fue un espectáculo de color y ritmo, con una puesta en escena heterodoxa, partiendo desde uno de los vomitorios del graderío, hasta llegar bailando al escenario en medio del estadio.

Durante su actuación, Timberlake rindió homenaje a su admirado Prince, fallecido en 2016 y cuya imagen se mostró en un enorme holograma durante una de las canciones del descanso.

Sin protestas durante el himno

La actuación de Timberlake en el descanso fue el plato musical fuerte de la noche, pero no el único. Leslie Odom Jr. interpretó el 'America the Beautiful' y la cantante Pink hizo su debut en una Super Bowl, encargada del himno nacional en los prolegómenos.

Era otros de los momentos potencialmente polémicos de la velada, pues en varios partidos de la temporada los jugadores de la NFL habían aprovechado la interpretación del himno para enviar un mensaje de protesta política, escuchámdolo de rodillas, gesto generalizado ya como protesta contra la discriminación racial y la brutalidad policial que consideran existe en EEUU. Sin embargo, los jugadores no se arrodillaron durante la interpretación de Pink.