La grave crisis financiera que sufre el estado brasileño de Río de Janeiro ha llevado a su gobernador interino, Francisco Dornelles, a declarar la situación de "calamidad pública", decisión que permitirá al gobierno regional adoptar medidas excepcionales, como la obtención de créditos o la firma de contratos si licitación previa.

Dornelles aseguró, además, que se racionalizarán todos "los servicios públicos esenciales" para la realización de los Juegos Olímpicos.



El decreto, que reclama "medida excepcionales", recoge distintos aspectos por los que la situación económica del estado ha empeorado, entre ellos la reducción de los ingresos por petróleo. La coyuntura complica, por ejemplo, la prestación de "servicios esenciales" como la seguridad, la salud, la educación y el transporte.



La falta de recursos podría poner en riesgo, entre otros proyectos, la finalización de una nueva línea de metro que conectará los barrios turísticos de la ciudad con el barrio de Barra de Tijuca, que acoge tanto el Parque Olímpico como la Villa de los Atletas, y que beneficiaría de manera notable a los asistentes a los Juegos.



El gobierno regional tiene una deuda pública de 66.000 millones de reales (unos 19.130 millones de dólares) y en este momento le faltan unos 19.000 millones de reales (unos 5.507 millones de dólares) para cumplir sus compromisos este año.



El estado fluminense es uno de los más afectados por la actual crisis económica que afronta Brasil, cuya economía completó dos años en recesión en el primer trimestre de 2016.



Los organizadores de los Juegos descartan un "impacto" en los preparativos



El comité organizador de los Juegos Olímpicos de Río 2016 señaló que la situación calamidad pública declarada este viernes por el Gobierno regional de Río de Janeiro no tendrá "impacto" en los preparativos del evento.



"Esto no tiene impacto sobre los preparativos de los Juegos porque el comité organizador no depende de ninguna clase de fondos gubernamentales", dijeron fuentes del Comité Río 2016.



A falta de menos de dos meses para el inició de los Juegos, cuya ceremonia inaugural tendrá lugar el próximo 5 de agosto en el emblemático estadio Maracaná, el estado de Río de Janeiro se encuentra sumido en una de las mayores crisis financieras de su historia.