La Audiencia de Sevilla ha condenado a dos años de prisión y a una indemnización de 18.212 euros a José Manuel por una agresión cometida en 2013 en un partido de rugby. El jugador le dio una patada en la cara a un contrario mientras se encontraba arrodillado, no le dejó levantarse y su rival, con convulsiones, tuvo que ser atendido y el árbitro suspendió el partido.







La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, condena al jugador José Manuel B.D., de 25 años y capitán del equipo Club San Jerónimo, por un delito de lesiones con la agravante de alevosía que cometió el 10 de noviembre de 2013 cuando se disputaba un partido de la primera regional andaluza en la sede del club sevillano.







El condenado aceptó su culpabilidad durante el juicio, tras lo cual la Fiscalía rebajó de cinco a dos años la petición de cárcel para el jugador, según recoge la sentencia, de la que ha sido ponente la juez Mercedes Alaya.







Según los hechos probados, el jugador condenado, que no tenía antecedentes penales, "sin mediar palabra, de manera sorpresiva, cogió carrerilla y se dirigió a un jugador del equipo contrario", que estaba arrodillado tratándose de incorporar de la jugada anterior.





El jugador le dio al contrincante, de 33 años, "una fuerte patada en la cara, lo que le causó perdida de conocimiento y convulsiones, por lo que el árbitro decidió terminar el partido".







El agredido sufrió traumatismo craneoencefálico y traumatismo facial con fractura orbitomalar izquierda (fractura pared externa de la órbita con acabalgamiento de fragmentos de la pared interna y externa del seno maxilar y del malar), señala la sentencia.







La víctima requirió tratamiento médico consistente en reposo relativo, antiinflamatorios no esteroideos, analgésicos, profilaxis antibiótica, tromboembólica, protectores gástricos así como intervención quirúrgica maxilofacial bajo anestesia general para reducción y osteosisntesis con miniplaca de titanio.



También recibió sueroterapia, fisioterapia (masajes cutáneos faciales, ejercicios de apertura oral), dieta triturada y lavados oculares con suero fisiológico. Para su estabilización se necesitaron 120 días, de los cuales cuatro fueron de estancia hospitalaria, 20 impeditivos para el desarrollo de sus ocupaciones habituales y 96 no impeditivos, según precisa la sentencia.







Tras la agresión, el jugador sufre secuelas consistentes en limitación de últimos milímetros de la máxima apertura bucal, siendo previsible que alcance apertura a máximo nivel con fisioterapia.

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