El Mas Miró de Mont-roig del Camp, la casa de verano del pintor Joan Miró que el artista inmortalizó en el cuadro La masía, abre sus puertas al público como museo. La inauguración, que sucede al tiempo que el 125 aniversario del nacimiento del pintor catalán, completa el triángulo mironiano, Barcelona-Palma-Mont-roig. En palabras de su nieto, Joan Punyet Miró, la masía es "la catedral de la obra mironiana".

Toda su obra fue concebida en Mont-roig y la masía, en la que Miró estuvo cada verano desde 1911 hasta 1976, con la excepción de los años de la Guerra Civil española. La directora de la Fundación Mas Miró, Elena Juncosa, avisa de que esta inauguración es el punto de partida de un proyecto a largo plazo, “que pone en valor el paisaje que da sentido a su obra en el mismo espacio donde Miró decidió que quería dedicarse a la pintura".

Miró trabajando en el estudio de la masía de Mont-roig.

Elena Juncosa ha dicho que dos años después de la creación de la fundación, a finales de 2015, se hizo un replanteamiento del proyecto a partir de la donación al municipio de la finca y de 750.000 euros aportados por la familia. Esto permitió acometer la primera fase de rehabilitación, que ha costado 450.000 euros y ha saneado la casa principal y la parte exterior.

La fundación cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Mont-roig gracias al convenio anual de 30.000 euros y de apoyo logístico y humano, que se suman a los 200.000 euros que el Gobierno aportó en 2017, los 150.000 concedidos por la Generalitat y los 30.000 que anualmente da la Diputación de Tarragona. La intermediación de Joan Punyet Miró ha facilitado asimismo numerosas aportaciones privadas, entre ellas medio millón de dólares de fundaciones estadounidenses.

La masía abrirá sus puertas al público.

La visita incluye parte de la casa y el estudio que Miró se hizo construir en 1949. Allí trabajó especialmente la escultura. "El estudio es como un viaje en el tiempo, pues se muestra tal como lo dejó mi abuelo en septiembre de 1976", ha dicho Joan Punyet. En una mesa aparecen los tubos de óleo habituales, los pinceles, la esponja y objetos que Miró reutilizaba para sus obras. Presiden la sala dos retratos de Picasso: “Su amigo durante cincuenta años”. También hay bocetos y las paredes conservan las pintadas que el artista hizo.

El pintor trabajando en su obra.

Joan Punyet Miró ha subrayado el acontecimiento que supone la apertura del Mas Miró por que "no sólo inspiró el famoso cuadro La masía, hoy en la National Gallery of Art de Washington, que fue comprado en París por el propio Ernest Hemingway, sino porque de artistas de la vanguardia apenas se conservan sus estudios”.

Según el nieto del artista, "para Miró estar en Mont-roig era un ejercicio de introspección tras el contacto directo con la tierra y, de hecho, cuando marchaba a París siempre llevaba consigo una algarroba para recordar la tierra de sus orígenes". Frente a la masía se encuentra el jardín, que todavía conserva parte de la vegetación, entre la que destacan los majestuosos eucaliptos. El paisaje emocional de Miró incluye la finca se ha restituido el cultivo original con una huerta ecológica, con almendros, además de hortalizas de temporada.