Monserrat Caballé, fallecida este sábado, y Freddie Mercury se conocieron en 1987 en Barcelona, ciudad a la que más tarde dedicarían lo que se ha convertido en auténtico himno para la ciudad, llevando su nombre de título, y sirviendo para abanderar los Juegos Olímpicos de 1992.

La canción fue creada en 1988, cuando la soprano contactó con él tras haberle pedido la organización de los juegos una composición musical. Mercury se había declarado fan de la ópera y más concretamente de la soprano española.

Su estreno oficial tuvo lugar el 8 de octubre de ese año en La Nit de Barcelona cuando llegó la bandera olímpica desde Seúl. Mercury murió en el 91 debido al sida y no pudo estar en la inauguración en 1992, siendo esta su última actuación en directo.

LA canción se convirtió en un auténtico éxito debido en gran parte al vídeo que logró emocionar con la mezcla de ambas voces.

Mercury y Mike Moran escribieron la canción en la que Caballé hace de soporte operístico. Mezcla el inglés, idioma principal del tema, con estrofas en español.