Xavi Martínez, presentador de LO+40 y jurado de Factor X, posee dos cualidades ambiciosas en un comunicador: la primera es que consigue chirriar y generar desacuerdos sin renunciar a la amabilidad del gesto. No se pone bravucón, no muta en feroz tertuliano para defender su parcela y su mirada, pese a quien pese. Es de una placidez que desarma. Como cuando rechazó por segunda vez la propuesta de Jirafa Rey y de su prima LaPili, para disgusto de los adeptos virales. Hizo la cobra con tanta elegancia al producto que casi parecía que los hacía pasar a la siguiente fase. Se llama coherencia y a veces escuece.

Una canción para... con Xavi Martínez Carmen Suárez

El segundo rasgo es que, a pesar de su fama como cazatalentos, sabe retroceder si se equivoca: como cuando confió en Manel Navarro para Eurovisión 2017 y España quedó en el último puesto. “No estuve acertado en su elección”, dijo entonces. Ahora hace de némesis de Risto Mejide en Factor X: ahí dos animales musicales reventando de intuición que a ratos chocan, para recordar que la tele se parece a la vida. Dos profesionales exigentes, cada uno en su filia. Mejide transgrede por norma, Martínez cree que no hay que “romper por romper”. Elijan su propia aventura. Hablamos con el presentador de LO+40 de meritocracias y envidias, Españas musicales, Operación Triunfo, machismo, reguetón, libertad de expresión y canción protesta.

¿Por qué “no” a la Muslona

Lo dije en su momento y lo mantengo igual: para mí han cumplido una misión, que es enseñar un estilo muy propio y unas letras muy interesantes por los mensajes que transmiten. La gente se los toma a cachondeo, pero son más profundos de lo que parece. Tanto Cómeme el donut como La muslona son canciones reivindicativas. Otra cosa es que yo no los vea como ganadores de Factor X. No son el paradigma del ganador.

¿No son una opción que aboga por la diversidad en televisión, que pueden servir para romper?

Es que romper por romper… no sirve de nada. Ensalzar a alguien cuando está compitiendo con personas que llevan años de formación, de canto… la fase de las sillas es un supermérito para ellos. En Got Talent tendrían todo el sentido. Aquí se buscan cantantes con peculiaridades pero que no están en esa línea. 

¿No los consideras “música seria”? 

No tiene nada que ver, hay gente muy cachonda que ha pasado. Mira el trovador, que pertenece al equipo e Fernando. El “factor X” es algo que no se puede explicar bien, pero yo creo que hay otras personas que merecen más la silla.

Dices en el vídeo que Cómeme el donut sería una opción para Eurovisión. ¿Y Muslona?

También funcionaría. Yo creo que sí, porque tienen personalidad y en Eurovisión la performance es muy importante. Lo hemos visto con Israel, con Toy: esa chica con ese vestido, en ese escenario, tan impactante y original… ellos tienen algo así, por cómo se mueve ella, por el mensaje… Si se trabajase unas semanas, yo la llevaba. De hecho, los mandaba mañana. Pero en Factor X no. Te diré más: ellos estaban contentísimos y lo preferían así.

El “ellos están contentísimos a pesar del rechazo” es como un “te quiero como amigo”. 

No, no, tiene otras connotaciones: ellos no querían ganar Factor X ni lo pensaban ganar en ningún momento. Lo han dicho, que no pedían más. Ya tienen un montón de bolos contratados y les llaman de todos sitios. Son muy televisivos. Ya no necesitaban más Factor X. Vuelan solos.

¿Qué es el talento y cómo lo distingues?

Para mí el talento es tener algo que te cree magnetismo. Yo lo comparo mucho con el enamorarse. Cuando te enamoras de alguien no sabes si va a poder ir bien, si vas a tener una relación… pero bueno, estás en la barra de un bar y en el otro lado está esa persona, y ya notas que hay algo. Lo mismo con el talento. Eso puede estar replicado en mil cosas. Una persona que escribe libros maravillosos, alguien que canta, alguien que compone o alguien que simplemente se te presenta delante y aunque no cante demasiado bien o no baile demasiado bien, tiene algo que te crea un magnetismo y quieres estar más tiempo con esa persona.

¿Quién ha sido quién más te ha sorprendido?

Me encantaron unos chicos que se llaman Malva. Para la juventud que tienen son almas viejas. Son la típica banda que parece que lleven 20 años rodando, y el frontman, el cantante, pf… es un líder total. Son fantásticos. Las chicas de Noah también me flipan, tienen una dulzura y un saber estar y un saber hacer muy guay. Elena Farga es maravillosa. Bueno, hay mucho talento.

¿España es un país de meritocracias? ¿Los buenos músicos siempre acaban triunfando y los buenos políticos nos acaban gobernando?

No. No, no. De hecho, España es un país, en general, donde se penaliza al que gana siempre. Hay un ejemplo súpergráfico. No comparto la mentalidad americana al cien por cien, pero aplaudo a EEUU en la competitividad y en cómo ellos pueden llegar a lo que quieran con las herramientas que les dan allí. Típico limpiabotas en la puerta de un banco. Llega al poderoso, el rico, al banco. Y el limpiabotas le mira y le dice: “Algún día yo seré como tú”. Esto en España sería así. El limpiabotas le diría al rico: “Algún día, tú serás como yo”. Es muy gráfico, porque es verdad: aquí si te va bien en general se te va a criticar, si eres muy joven y triunfas, se te critica siempre… la envidia está demasiado extendida y el mérito no se valora lo suficiente.

Pienso en C. Tangana cuando utiliza el término “backlash”, que se refiere a la reacción negativa por parte del público cuando un producto triunfa rápido. ¿Quién crees que va a morir de éxito en este país?

Claro. A ver, hay que tener en cuenta una cosa. Vivimos en un mercado de singles. Lo de hacer discos está quedando atrás, todo es consumo rápido. Y en esta sociedad hiperfragmentada es “me como el chicle, le saco todo el sabor y lo tiro rápido”. Es una vida de impactos, de tuits, de subir una foto y a la media hora ya no te gusta, un stories dura diez segundos… ya todo pierde valor. Todo lo disfrutamos con mucha más intensidad pero dura menos tiempo. Y eso puede hacer que luego tú tengas un juicio de valor equivocado y, valga la redundancia, que acabes no valorando las cosas. Puede que ahí C. Tangana esté súper acertado: puedes pegar un pelotazo muy rápido, por cómo está montado en mundo hoy, pero puedes caer igual de rápido.

Un músico español que esté ahí porque se lo merece y otro que no entiendas cómo ha llegado tan alto.

Pablo López, que está arriba, lo tiene merecidísimo. Ha currado un montón, ha trabajado como nadie, ha estado en situaciones muy duras a nivel personal, que eso también te hunde como artista, te deja fuera de lo que eres… y el tío se ha sobrepuesto a todo eso y ha hecho algo maravilloso: coger su sombra e irse al lado de la luz. Es un talentazo. Es EL artista. Y alguien que esté arriba y que no entienda por qué… ¿sabes qué pasa? Casi siempre lo entiendo, desde un punto de vista u otro… lo entiendo. A ver si te puedo decir alguno. Mira, entiendo que esté arriba pero un artista que no acabo de entender es Kanye West.

¿La música en España sigue siendo machista? Pensemos en los carteles de festivales y en el número de propuestas femeninas que hay.

A ver cómo te digo esto para que no suene mal. Es que esto de “vamos a hacer un 50%” no me gusta nada, porque creo que es muy machista, de hecho. Es discriminación positiva que a vosotras no os hace ningún favor. Creo que tiene que ser meritocracia y si en una sala de 100 personas mandando tiene que haber 60 hombres y 40 mujeres, que sea porque las 40 mujeres son las mejores. Que no haya 50 mujeres y 50 hombres y 10 mujeres que no tal, o a la inversa, ¿no? Es más el paso anterior a eso, es la percepción y el prejuicio que hay aún en muchos sitios: eso de que a la mujer se la siga viendo como el sexo débil.

Es al revés, porque nos dais 50.000 patadas en mil cosas, empezando por la sensibilidad, por la empatía… me gusta trabajar con mujeres. Sólo quiero trabajar con mujeres porque siempre me ha ido muy bien, porque me encanta y creo que nos entendemos muy bien. ¿En la música? Es cierto que si ahora te vas a las listas de éxitos, los primeros puestos son hombres. Te diré más: ahora hay una corriente de sonido urbano, reguetón, que está monopolizada por los hombres. Nicky Jam, Ozuna, Bad Bunny, Maluma… la única chica que hace eso a nivel mainstream y que le está yendo más o menos bien es Becky G. Un poquito.

Sí, le va bien y en TVE le censuran la canción Mayores. No sé si pasaría con Maluma.

Sí, claro. Yo no estuve nada de acuerdo. Me pareció un gesto muy absurdo. Además en un programa [OT] en el que estaban hablando de la revolución sexual, estaban haciendo que Agoney y otro chico se diesen un beso en otra actuación, por fin se estaban rompiendo unas barreras… y de repente viene una chica a cantar A mí me gustan mayores y se le corta. No lo puedo entender. Una de las cosas buenas de Factor X es que la mujer está teniendo muchísima importancia, y lo vais a ver. Va a más. El poderío de la mujer está destacando muy por encima del de los chicos.

Xavi Martínez. Carmen Suárez.

Sabes que una musicóloga experta en género llamada Laura Viñuela sostiene que la canción Contigo, de Sabina, es machista porque reproduce roles tradicionales. ¿Qué opinión te merece esta revisión?

Mira, yo creo que estamos en una sociedad hipersensible. Hemos llegado a un punto en el que ni un humorista puede hacer un monólogo, y eso que se sabe que es coña. Todo se ironiza, todo se exagera, pero ya no se puede decir, porque un colectivo se enfada, al otro le sienta mal otra cosa… mientras no faltes al respeto y se entienda en el contexto que es de coña, estoy a favor de que se siga haciendo eso. Sí que es verdad que nos hemos equivocado a la hora de defender las prioridades. Yo creo que hay que luchar porque las mujeres tengan un sueldo igual que el hombre, que cuando estéis embarazadas no haya injusticias ni despidos absurdos. Creo que hay que luchar por los derechos más importantes vuestros para que tengáis lo que os merecéis, pero creo que se ha podido dar la vuelta (no me malentiendas) a la rueda.

¿Nos estamos perdiendo en tonterías?

Sí, pero hay que entenderlo. Las canciones hablaban de aquellas cosas… pues se entienden que son de la época, tampoco hay que darle más vueltas. Hoy un chico joven que escriba de esa forma seguramente será penalizado porque no se entenderá, pero en aquel contexto…

O sea, que es difícil que vuelva a haber un Sabina.

Tendremos un nuevo Sabina que hablará de otras cosas con las mentalidades de hoy. También hay un límite entre el que es canalla y el que ahora dicen que falta al respeto. Sólo hay que entrar en Twitter.

Igual nos ponemos ultracorrectos, unas y otros, y nos morimos de asco.

Es que al final lo que estamos haciendo es perder libertad de expresión. Insisto: respeto. Cuando dices algo con respeto, lo puedes decir todo. Pero con respeto y argumentos. Pero ahora parece que no podemos decir nada.

¿Y habrá un nuevo Julio Iglesias, un gran galán español, un papi patrio?

(Risas). Bueno, yo creo que no. Se le criticaría muchísimo. No puede haber otro Julio Iglesias, otro papi español, como tú dices, porque no le dejarían ni llegar a ese punto. Se le mataría por todas partes, los medios… no es un estereotipo que hoy esté de moda.

¿Cómo late la canción protesta en España ahora mismo?

Bien, yo creo que hay gente muy buena que está hablando de cosas muy importantes. Hay gente como Leiva, como Dani Martín, como Pablo López… en sus letras siguen gritando que este mundo hay que arreglarlo. Y además creo que lo hacen muy bien.

Pero, ¿dirías canción protesta? ¿No está faltando otro punch, un ser más directos? Ya no se entiende la crítica como se entendía con la crudeza y el humor de Krahe, e incluso de Serrat, o de Aute…

Ya. Yo creo que ahora se canta menos sobre eso pero se habla más en los medios. Tienen más micrófono, más pantalla, más disposición. Y pueden, incluso en sus redes, manifestarse socialmente… Yo he visto a Alejandro Sanz este último año defender causas en su Twitter. A lo mejor no ha hecho ninguna canción hablando de ello pero ha donado mucho dinero en un concierto o ha salido a defender a alguien, o se ha cabreado contra el Gobierno de Maduro y lo ha dejado clarísimo en sus redes… creo que tienen otros canales para hablar y criticar, y está bien.

¿No te da la sensación de que a los músicos sí que les da cada vez más miedo posicionarse políticamente?

Yo creo que no. Yo creo que ya está todo muy naturalizado a ese nivel y que ya los músicos entienden que tienen su público, y si por decir algo en redes pierden seguidores, pues malos seguidores serían. Al final la gente tiene que diferenciar entre música y un pensamiento con el que a lo mejor no estés de acuerdo. Yo no consumo música por ejemplo por si uno es de derechas o de izquierdas o piensa de una forma u otra, a mí me gustan sus canciones, y las canciones son momentos, y a mí me hacen feliz. Que luego pueda no estar de acuerdo con lo que dice uno u otro… pues eso ya es… es que en este país nos encanta encasillar a la gente. “Este es un rojo y el otro es no sé qué...”. Es que da igual. En realidad no hay ni equipos.

Pero los hubo. Ha habido hasta dos Españas musicales.

Es que hay 20 Españas ahora. Antes había dos, ahora veinte. Es muy complicado. Yo creo que cada vez hay menos de la antigua escuela. Menos gente que tenga ese pensamiento retrógrado. Los jóvenes están súper abiertos, se entiende perfectamente que dos chicos puedan caminar por Gran Vía de la mano y no se critique, aunque todavía hay mucho cazurro, pero cada vez está todo más naturalizado.

Caso Valtonyc.

Yo creo que es excesivo el castigo. Creo que se tiene que respetar la ley, creo que la ley se ha aplicado de una forma demasiado… bastante dura. Creo que se le podría haber penalizado de otra manera.

Caso Mikel Izal.

Bueno, yo no he visto los pantallazos de él… Estamos en una sociedad peligrosísima a nivel de redes. Eso a lo mejor hace años, de otra manera, se hubiera entendido como un tonteo.

Un Julio Iglesias.

Exacto. Un Julio Iglesias. El problema es que alguien quiera aprovecharse de la posición de este chico, yo ahí lo vería un problema. Cuando accedes a tener una relación con alguien, es un contrato, es de dos. El problema estaría en si se ha forzado, o se ha acosado. Si es mutuo, me parece injusto, todo el mundo pensará lo mismo. Es que a mí la palabra “acoso” me parece tan bestia que utilizarla mal me da grima. Utilizarla con esa ligereza… “acoso”, “abuso”. ¿Sabes lo que es un acoso? Acoso es que te esperen en la puerta de tu casa, acoso es que te persigan. Acoso es que tengas mensajes cada tres segundos. Abuso es muy fuerte. Abuso es que te fuercen. Entonces, si no se demuestra que esto es así, no se le puede llamar ni acoso ni abuso. Hay un límite entre el baboso y el acosador. Creo que ahí los artistas tienen que ir con mucho cuidado, y cualquier personaje público tiene que saber que hay gente que se va a querer aprovechar de ellos y gente que no. Luego lo mismo ellos cometen una equivocación y se les mete en el saco del resto. Tienen que ir con cuidado.

Los Planetas, ¿sí o no?

Nunca he sido de Los Planetas. En casa no los hemos escuchado, en las radios en las que he estado no los hemos programado, no he tenido una relación directa con ellos, no hemos coincidido tampoco… pero los respeto mucho y me parece que hacen buena música.

Taburete, ¿sí o no?

Sí. Tienen una canción muy chula ahora que se llama Belerofón. Es muy guay, muy buena canción y creo que van a hacer un disco fantástico y que han hecho un giro muy interesante. Ellos van madurando. A Willy se le ha juzgado injustamente por ser “hijo de”. Hay un punto en el que ya no tiene ni el beneficio de la duda, de “¿será artista, no será artista?”. “¿Compone, no compone?”. “¿Voy a un concierto y así tengo el derecho a criticarlos o mejor no voy a ninguno y así puedo decir que son una mierda?”. Pues creo que eso es un poco España a día de hoy.

Hay quien escucha Taburete en secreto porque le da vergüenza.

Ya, pero es que hay que decirlo.

Xavi Martínez. Carmen Suárez.

¿Risto Mejide?

Nada, muy bien. Creo que Risto y yo tenemos muchas cosas en común y eso precisamente a veces hace que choquemos.

Aportáis dos miradas muy contrarias.

Sí, el yin y el yang. Él es el experto, el que lleva muchos años en esto, respetadísimo… Me parece un comunicador único, un tío súper inteligente y que tiene un cerebro privilegiado para detectar lo distinto. Es perfecto para Factor X, para Got Talent, y ha demostrado que como juez es impecable con su estilo, duro, pero además creo que es un tío que hace las mejores entrevistas de este país. Lo llevo viendo muchos años, he leído sus libros y creo que es un tío fantástico. Eso no quita que cuando yo no esté de acuerdo en algo lo tenga que decir. Si hay que enzarzarse con respeto… pues nos enzarzamos. Después de una que tuvimos, así, tal, estuvimos en su camerino hablando tranquilamente y me dijo “esto, esgrima: ni tú ni yo vamos a dejar de ser nosotros aquí, pero como nos admiramos y nos respetamos mucho mutuamente, esgrima”. No hay nada peor que intentar evitar el conflicto cuando es algo natural. La confrontación es muy normal.

¿Cuánto tiempo de vida artística le das al boom de Operación Triunfo? Es verdad que ha sido un pelotazo televisivo, pero los expertos en la industria no tienen tan claro que todos los productos vayan a calar en el mercado.

(Resopla). Yo creo que el éxito de este año de OT radica en una cosa, y se llama Youtube. Han convertido el Talent en un reality, y han empatizado de tal forma con la audiencia… los tenían ahí 24 horas, un servicio gratuito, tal… y cuando llegaba el día de la gala los conocían como si fuesen sus hermanos o sus primos. Eso lo han hecho muy bien, han hecho un canal gratuito, 24 horas, etc, y ese reality ha llevado al éxito al programa. Luego hablamos de la parte artística si quieres. A nivel artístico creo que hay dos personas que están por encima del resto, que son Aitana y Amaia. Y muy distintas ambas. Una es ultramainstream, podría ser una Ariana Grande si se trabaja bien… y Amaia es otra cosa más de autor, tiene otra dulzura, tiene ese punto Rozalén… bueno, es otra cosa. Luego hay gente buena. Alfred me parece un compositor maravilloso, un tío con mucha personalidad, distinto…

¿Hasta qué punto es importante componer para tener tu propio sello?

Para mí es muy importante. También te digo que a Aitana no le va a hacer falta componer, porque con personas que la sepan llevar… y con el vozarrón que tiene, con el carisma… ya funciona. Pero Alfred sí va a necesitar de su talento y lo tiene, además. Me gusta mucho. Es verdad que OT… bueno, creo que ha habido fans en la prensa.

Y eso no puede ser, ¿no? Tendremos que ser un poco adultos.

Sí puede ser, pero creo que hay un momento en el que tienes que ser periodista. A veces se hacen mal las cosas y hay que decirlas, yo soy el primero que reconozco cuando me equivoco, por muy tauro que sea. Luego lo piensas y tal. Bueno. Pero sí, la respuesta a tu pregunta es: ¿se ha exagerado todo? Yo creo que la gente ha empatizado muchísimo, que ha sido un fenómeno brutal y que han tenido exposición tremenda por parte de todos los medios de comunicación.