Bretón y los límites de 'El odio': ¿libertad de expresión o vulneración del derecho de los menores?

José Bretón, conocido como 'el monstruo de las Quemadillas', fue condenado a 40 años de prisión por el asesinato de sus dos hijos, de dos y seis años, en octubre de 2011. Incapaz de aceptar que su esposa quisiera separarse de él, planeó un crimen macabro, cruel y sádico, acabando con la vida de los pequeños en una finca de Córdoba. Su caso se convirtió en uno de los más mediáticos de los últimos 50 años en España.Once años después de la sentencia del Tribunal Supremo, su nombre vuelve a estar en el centro del debate. El escritor Luisgé Martín ha publicado 'El odio', un libro que intenta explorar la mente del asesino. En él, Bretón ofrece una confesión nunca antes vista que ha reabierto heridas en la sociedad y generado un intenso debate jurídico. ¿Es esta obra un acto de venganza y resentimiento contra sus propios hijos? Si así fuera, ¿debería haberse publicado? ¿Es un nuevo intento de dañar a su expareja, la única víctima superviviente? Y desde un punto de vista legal, ¿debe prevalecer la libertad de expresión y creación literaria sobre el derecho al honor y la intimidad de los menores? El juez desoye al fiscal y rechaza parar la publicación del libro en el que José Bretón confiesa que mató a sus hijos En el capítulo de hoy contamos con la opinión de Borja Adsuara Varela, abogado experto en derecho de la comunicación. “En caso de duda, hay que estar a favor de la libertad de expresión; existe precisamente para permitir decir lo que puede incomodar a otros”, sostiene. Aunque empatiza con el dolor de Ruth Ortiz, madre de los niños, considera que la editorial Anagrama debió ponerse en contacto con ella antes de la publicación. No obstante, recuerda: “No estamos juzgando de nuevo el crimen ya sentenciado, sino una obra literaria sobre el caso. Primero, leamos el libro”.Por otro lado, Altamira Gonzalo, jurista, activista feminista y vicepresidenta de la Asociación Española de Feministas Socialistas, tiene una postura firme. “Se está utilizando la libertad de expresión para infligir más dolor a la víctima, cuyo sufrimiento jamás será reparado”. Para ella, la publicación de este libro es "sadismo puro, un ejercicio de poder machista". Además, recalca la importancia del compromiso social en la lucha contra la violencia de género. Finalmente, Daniel Jiménez, escritor y autor de El incidente (Seix Barral), defiende la publicación de la obra, argumentando que la literatura ha explorado "la aproximación al mal" a lo largo de la historia con numerosos ejemplos. El debate sigue abierto. ¿Hasta dónde debe llegar la libertad creativa cuando se trata de crímenes reales?