Madrid sólo homenajeará a las víctimas del franquismo. En el monumento encargado por Manuela Carmena para el cementerio de La Almudena no habrá ni rastro de los asesinados en la capital durante los últimos tres años de guerra en el frente defendido por el Gobierno republicano (1936-1939). La alcaldesa ha obviado las recomendaciones del Comisionado al que ella misma recurrió y ha decidido aplicar una Memoria Histórica a medias.

Para más inri, entre los 3.000 nombres que figurarán en el monolito -si no hay un cambio de criterio a última hora-, estarán los de cientos de chequistas y patibularios que fueron asesinos antes que víctimas. “¡Haber sido fusilado por Franco no te convierte en demócrata!”, se quejan varios miembros de este órgano en conversación con EL ESPAÑOL.

El Comisionado ha sido ninguneado por Carmena hasta en tres ocasiones: primero, la alcaldesa admitió el encargo del monumento a sus espaldas; segundo, decidió seguir adelante a pesar de olvidar a las víctimas del Madrid republicano; y tercero, permitirá la inclusión de todos los nombres a pesar del riesgo que eso conlleva. El comité de expertos ha dicho “basta” y ha acordado su disolución.

Se acabó el consenso

Tras los errores cometidos por su equipo de Cultura, Carmena decidió alumbrar una agrupación de expertos que la aconsejara acerca de las modificaciones en las calles y símbolos de la ciudad. Lo hizo apoyada por todos los partidos del arco parlamentario. PP, Ahora Madrid, PSOE y Ciudadanos eligieron juntos a los miembros de este órgano liderado por Paca Sauquillo: Andrés Trapiello, Amelia Valcárcel, José Álvarez Junco, Teresa Arenillas, Santos Urías y Octavio Ruiz-Manjón. Este viernes, la alcaldesa ha preferido escuchar los ruegos de Ganemos y Podemos, ha hecho oídos sordos al Comisionado y ha tomado una decisión que ha volado por los aires el “consenso” logrado hasta ahora.

En el acta de la última reunión mantenida entre Carmena y el Comisionado, el comité de expertos avisa a la regidora de que reconocer sólo a las víctimas de un bando pondrá en riesgo “la pacificación social”. Este documento, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, recoge la siguiente advertencia: “Una sociedad democrática tiene la obligación de honrar a todas las víctimas, sean del periodo bélico republicano o del periodo franquista”.

Andrés Trapiello, con nombre y apellido, lo tacha de “maniobra artera y miserable”. En palabras del escritor de Las armas y las letras, la obra de Carmena dejará a la misma altura a Julián Zugazagoitia -escritor socialista de renombre fusilado por el franquismo- que a varios chequistas. Ante el descontento del Comisionado ya disuelto, la alcaldesa ha dicho que estudiará la construcción de otro monumento para los fusilados en La Almudena en tiempos de la República. De momento, sólo una intención sin proyecto detrás.

Los nuestros

El Comisionado de la Memoria Histórica fue acuñado en mayo de 2016. Su primer trabajo tuvo que ver con el cambio de calles. Carmena aceptó la propuesta, pero las fuerzas más a la izquierda de su Ejecutivo se soliviantaron. El descontento de Ahora Madrid fue capitaneado por Mauricio Valiente. Varias fuentes consultadas aseguran que Valiente respondió así cuando conoció la nueva remesa de calles diseñada por el órgano experto: “Ahora nos toca a nosotros”.

De ahí nació la creación del monumento a las víctimas del franquismo, “apañado” a espaldas del Comisionado a modo de “revancha”. Un peaje que tuvo que pagar Carmena para mantener la calma en su Ejecutivo. El órgano de expertos se reunió de urgencia y expresó por unanimidad el peligro que podría suponer la aplicación de una Memoria Histórica a medias. Varios de sus miembros, aseveran en conversación con este diario, amenazaron con dimitir si la alcaldesa no daba un paso atrás.

Presionada por los suyos

Llegó el tiempo de las reuniones. Hasta dos miembros del Comisionado dibujan a una Carmena secuestrada por Mauricio Valiente y las siglas más a la izquierda de las que engrosan Ahora Madrid. “Nos dijo que ella podía coincidir con nosotros, pero que se debía a algunas fuerzas políticas”, apuntan. La alcaldesa les invitó a reunirse con todos los grupos para buscar un acuerdo y… llegó la sorpresa. El PSOE se negó a apoyar un monumento para todas las víctimas independientemente de su color. “Ellos eran nuestra esperanza, pero lo rechazaron”, relata una de estas fuentes.

La “cerrilidad” de Carmena, presionada por Mauricio Valiente, ha dejado al Ayuntamiento de Madrid sin el Comisionado del “consenso” y a punto de “reescribir la Historia de un modo muy arriesgado”.