• 1 de 50

    'Las tres Gracias'. Pedro Pablo Rubens

    1630-1635. Óleo sobre tabla de madera de roble, 220,5x182 cm. Las hijas de Júpiter y de Eurymone, Aglae, Eufrosina y Talía, simbolizan diferentes conceptos desde la antigüedad. Hesíodo las asoció en la Ilíada con la diosa Afrodita, convirtiéndose así en símbolo de la belleza, el amor, la fertilidad y la sexualidad. Pero también se relacionaban con la generosidad y la amistad al recibir y otorgar dones. Rubens las sitúa en un escenario, donde vemos un Cupido sujetando una cornucopia de la que sale agua y una guirnalda de flores, que actúa como telón. Al fondo se observa un paisaje con ciervos. Al centrar las figuras en el primer plano no hay ningún elemento que distraiga de su contemplación y sus cuerpos ocupan prácticamente toda la superficie.

    Museo del Prado
  • 2 de 50

    'Los borrachos, o El triunfo de Baco'. Diego Velázquez

    1628-1629. Óleo sobre lienzo, 165x225 cm. Fue la primera vez que Velázquez se enfrentaba a una fábula mitológica. Esas circunstancias convierten 'Los borrachos' en una obra fronteriza, que inaugura una temática que estará presente hasta los últimos años de la carrera del pintor, y al mismo tiempo mantiene numerosas deudas con su pasado. El personaje principal es Baco, que dio al pintor la oportunidad de representar uno de sus primeros desnudos masculinos, y domina la composición con la luminosidad de su cuerpo y sus vestiduras. Se ha interpretado el cuadro como una alegoría sobre el vino, que no sólo tiene la capacidad de alegrar el ánimo de los hombres y llevarle a estados no racionales, sino que constituye un estímulo para la creación poética.

    Museo del Prado
  • 3 de 50

    'Escenas de La historia de Nastagio degli Onesti'. Sandro Botticelli

    1483. Técnica mixta sobre tabla, 82,5x138,5 cm. La obra está basada en una de las novelas del 'Decamerón' de Giovanni Boccaccio, que narra la historia de Nastagio, un joven noble y rico de Rávena, enamorado de una gentil dama que no le corresponde. Mientras pasea melancólico por el bosque asiste a la aparición espantosa de una mujer desnuda perseguida por dos perros y un caballero. Nastagio ve al caballero arrancarle el corazón a la mujer y arrojarlo a los perros, y la explicación que éste le ofrece es que, estando todavía ellos vivos, la mujer había desdeñado su amor y esto le había llevado a suicidarse con su propia espada. Ella murió poco después y se fue al infierno.

    Museo del Prado
  • 4 de 50

    'La bacanal de los andrios'. Tiziano

    1523-1526. Óleo sobre lienzo, 175x193 cm. La escena transcurre en la isla de Andros, tan favorecida por Baco que el vino manaba de un arroyo. Dioses, hombres y niños se unen en la celebración de los efectos del vino.  Tiziano le interesó más el sentido que la literalidad de la narración, permitiéndose ciertas libertades. La principal fue excluir a Baco y sus seguidores, supuestamente confinados al barco que se aleja.

    Museo del Prado
  • 5 de 50

    'Dánae recibiendo la lluvia de oro'. Tiziano

    1560-1565. Óleo sobre lienzo, 129,8x181,2 cm. 'Dánae' ilustra el momento en que Júpiter la posee en forma de lluvia de oro. Tiziano pintó la primera 'Dánae' en Roma en 1544-45 para el cardenal Alessandro Farnese y aludía a los amores del cardenal con una cortesana. Esta 'Dánae' fue modelo para la de Felipe II, donde Cupido fue sustituido por una anciana celadora, cuya inclusión enriquece la pintura al brindar sofisticados 'contrapposti': juventud frente a vejez; belleza frente a fealdad; figura desnuda frente a vestida.

    Museo del Prado
  • 6 de 50

    'Venus y Adonis'. Paolo Veronés

    Hacia 1580. Óleo sobre lienzo, 162x191 cm. La pintura ilustra un pasaje de 'Las Metamorfosis' del poeta romano Ovidio que da cuenta de un amor truncado por la muerte repentina de uno de los amantes, en este caso, Adonis. Veronés muestra la pesadumbre de Venus, diosa del amor, que intuye la muerte que encontrará su amante en una cacería.

    Museo del Prado
  • 7 de 50

    'Las hilanderas o la fábula de Aracne'. Diego Velázquez

    1655-1660. Óleo sobre lienzo, 220x289 cm. Los elementos principales en el plano mitológico se encuentran en el espacio del fondo, donde la diosa Palas, armada con casco, discute con Aracne, compitiendo sobre sus respectivas habilidades en el arte de la tapicería. Tras ellas se encuentra un tapiz que reproduce 'El rapto de Europa'. Las interpretaciones son muy variadas: algunos críticos perciben el cuadro como un aviso a la soberbia y otros ven representado el paso de la materia (el proceso de hilar) a la forma (el tapiz) a través del poder del arte.

    Museo del Prado
  • 8 de 50

    'El paso de la laguna Estigia'. Joachim Patinir

    1520-1524. Óleo sobre tabla, 64x103 cm. Patinir sitúa la escena en el momento en que Caronte ha llegado al lugar en que se abre un canal a cada lado de la Estigia, momento de la decisión final, cuando el alma a la que conduce tiene que optar por uno de los dos caminos: el paraíso o el infierno. 

    Museo del Prado
  • 9 de 50

    'Saturno'. Francisco de Goya

    1820-1823. Técnica mixta sobre revestimiento mural trasladado a lienzo, 143,5x81,4 cm. Perteneciente a su colección de 'Pinturas Negras', esta obra representa a Saturno o Chronos, emblema alegórico del paso del tiempo, devorando a uno de sus hijos recién nacidos. Hacía esto por temor a ser destronado por uno de ellos. Estos cuadros decoraron dos habitaciones, en las plantas baja y alta, de la conocida como Quinta del Sordo, casa de campo a las afueras de Madrid, junto al río Manzanares, conocida por ese nombre antes de su adquisición por Goya en 1819.

    Museo del Prado
  • 10 de 50

    'La fragua de Vulcano'. Diego Velázquez

    1630. Óleo sobre lienzo, 223x290 cm. Cuenta Ovidio en las 'Metamorfosis' (IV) que Apolo, el resplandeciente dios del sol, fue al taller del herrero de los dioses del Olimpo, Vulcano, para darle la humillante noticia de que su mujer, Venus, estaba cometiendo adulterio con el dios guerrero Marte. Velázquez representa la reacción del estupefacto y airado esposo, así como la turbación de quienes le asisten en la fragua, esos cíclopes míticos a los que el pintor ha concedido un segundo ojo. 'La fragua' presenta importantes avances en el arte de la narración pictórica: mostrando a todos los personajes pendientes del mensajero, Velázquez conecta sus reacciones, haciéndolos actuar entre sí. 

    Museo del Prado
  • 11 de 50

    'El rapto de Europa'. Pedro Pablo Rubens

    1628-1629. Óleo sobre lienzo, 182,5x201,5 cm. El tema está sacado de las 'Metamorfosis' de Ovidio en el libro II: "Se atrevió también la princesa, sin saber a quién montaba, a sentarse sobre el lomo del toro; (...). Se asusta Europa y vuelve su mirada a la costa que, raptada, va dejando atrás, y con la diestra agarra un cuerno, apoya la otra sobre el lomo; tremolantes, sus ropas se ondulan con el viento". Se trata de una copia fiel de una obra de Tiziano; sin embargo, se produce una adaptación del original a la técnica y la composición del flamenco, con mayor presencia de la línea y un uso del color mucho más vibrante y brillante.

    Museo del Prado
  • 12 de 50

    'Venus, Adonis y Cupido'. Annibale Carracci

    Hacia 1590. Óleo sobre lienzo, 212x268 cm. Venus, diosa romana del Amor y la Belleza, es accidentalmente herida por su hijo Cupido con una flecha, desencadenando así su pasión por Adonis, una historia de amor que acabará con la trágica muerte del héroe.

    Museo del Prado
  • 13 de 50

    'Lucha de san Jorge y el dragón'. Pedro Pablo Rubens

    1606-1608. Óleo sobre lienzo, 309x257 cm. La historia de San Jorge y el Dragón fue popularizada por el escritor Jacopo della Voragine en su 'Leyenda Dorada'. Aquí se cuenta como San Jorge llegó a Silca, ciudad de Libia, donde había un gran lago habitado por un dragón. El pueblo, para aplacar la ira del monstruo, lanzaba dos ovejas diarias como alimento. Al acabarse las ovejas, comenzaron a sacrificar a los habitantes del pueblo, elegidos por sorteo. Así, le llegó el turno a la hija del rey quien, en su camino, se encontró con San Jorge que la salvó. Rubens representa el momento en el que San Jorge amenaza con su espada al dragón, que aparece con la forma de un monstruo con los ojos desencajados, sujetando la lanza con la que el santo le ha atravesado la boca

    Museo del Prado
  • 14 de 50

    'El triunfo de la Muerte'. Pieter Bruegel

    1562-1563. Óleo sobre tabla, 117x162 cm. Obra moral que muestra el triunfo de la Muerte sobre las cosas mundanas, simbolizado a través de un gran ejército de esqueletos arrasando la Tierra. Al fondo aparece un paisaje yermo donde aún se desarrollan escenas de destrucción. En un primer plano, la Muerte al frente de sus ejércitos sobre un caballo rojizo, destruye el mundo de los vivos, quienes son conducidos a un enorme ataúd, sin esperanza de salvación. Todos los estamentos sociales están incluidos en la composición, sin que el poder o la devoción pueda salvarles. 

    Museo del Prado
  • 15 de 50

    'Leda y el cisne'. Georg Pencz

    Primera mitad del siglo XVI. Óleo sobre tabla, 92x126 cm. El pintor ha representado a una joven semidesnuda apoyada sobre cojines y paños de brocado, rodeada por tres niños. A su lado aparece el cisne en que Júpiter se ha transformado para seducir a la muchacha, todo sobre un fondo de paisaje.

    Museo del Prado
  • 16 de 50

    'El rapto de Proserpina'. Pedro Pablo Rubens

    1636-1637. Óleo sobre lienzo, 181x271,2 cm. Proserpina, hija de Ceres, diosa de la tierra, fue raptada por Plutón, dios de los infiernos. Pese a la resistencia de Minerva, Venus y Diana, el rapto fructificará en amor, según delata la presencia de los cupidillos que llevan las riendas del carro y azuzan a los caballos. Esta pasional historia formó parte de la decoración de la Torre de la Parada

    Museo del Prado
  • 17 de 50

    'Marte'. Diego Velázquez

    Hacia 1638. Óleo sobre lienzo, 179x95 cm. Velázquez retrató para el rey Felipe IV a Marte en tamaño natural, a partir de un modelo vivo, quizá un soldado veterano, en una postura que recuerda al famoso Ares Ludovisi. Explota las propiedades ilusionistas de la pintura para evocar la presencia de un hombre de carne y hueso; el color cálido de las carnaciones vivifica la figura, que aparece bañada en una iluminación atmosférica realista, con el rostro ensombrecido por el casco

    Museo del Prado
  • 18 de 50

    'Paisaje con Psique y Júpiter'. Pedro Pablo Rubens

    Hacia 1610. Óleo sobre lienzo, 95x129 cm. Una de las prácticas que mejor transmiten el fuerte impulso creativo de Rubens es su costumbre de intervenir en pinturas realizadas anteriormente, tanto suyas como de otros artistas. En esta obra modificó un paisaje que el especialista Paul Bril había realizado en Roma en 1610 y que incluía una representación de San Jerónimo, convirtiéndolo en el escenario de una composición mitológica que narraba el momento en que Júpiter, transformado en águila, ayuda a Psique a obtener el agua del río Styx.

    Museo del Prado
  • 19 de 50

    'Narciso'. Jan Cossiers

    1636-1638. Óleo sobre lienzo, 97x93 cm. Narciso, un joven de gran belleza, fue castigado por los dioses por haber rechazado a la ninfa Eco a morir de amor hacia sí mismo. La obra muestra a un joven, prácticamente con las mismas características descritas por Ovidio, mirando su reflejo en el agua del cual se aprecia parte del mismo en la parte baja de la composición.

    Museo del Prado
  • 20 de 50

    'Saturno devorando a un hijo'. Pedro Pablo Rubens

    1636-1638. Óleo sobre lienzo, 182,5x87 cm. La figura de Saturno muestra una gran fuerza tanto en la postura de su cuerpo como en el rostro, con un dramatismo muy destacado en la figura del niño. S. Alpers, autora del único estudio completo del encargo de Rubens para la Torre de la Parada hasta la fecha, ve en esta obra la mano de Rubens como en otras obras con cambios significativos en los gestos, además del propio estilo del pintor. 

    Museo del Prado
  • 21 de 50

    'Orestes y Pílades o Grupo de San Ildefonso'. Escuela de Pasiteles

    Hacia 10 a.C.. Mármol blanco de Carrara, 161x106 cm. El Grupo escultórico de San Ildefonso es una obra típica del eclecticismo tardohelenístico y romano. En la vista frontal las siluetas de ambas figuras crean una composición armónica, no alterada por movimientos bruscos y evocando grupos clásicos. Los cuerpos aparecen con una ondulación en forma de S.

    Museo del Prado
  • 22 de 50

    'Cupido navegando sobre un delfín'. Erasmus Quellinus

    1636-1638. Óleo sobre lienzo, 98x98 cm. Esta representación del dios del amor niño no se corresponde con ninguna historia concreta, más allá de la propia representación del mismo. La elección del tema de Cupido navegando sobre un delfín no está clara, según la experta S. Alpers. E. Quellinus, discípulo de Rubens, sigue siempre bastante fiel los bocetos del maestro en sus composiciones, en las cuales se aprecia bastante bien la técnica común empleada en ellas. 

    Museo del Prado
  • 23 de 50

    'Apolo persiguiendo a Dafne'. Theodoor van Thulden

    1636-1638. Óleo sobre lienzo, 193x207 cm. Ovidio cuenta la transformación de Dafne en árbol en el libro I de las 'Metamorfosis' y es consecuencia de la burla que Apolo le dedicó a Cupido después de que el primero hubiera vencido a la serpiente Pitón. El cuadro estuvo atribuido a Cornelis de Vos hasta 2017, fecha en que se localizó la firma de Van Thulden.

    Museo del Prado
  • 24 de 50

    'Sísifo'. Tiziano

    1548-1549. Óleo sobre lienzo, 237x216 cm. Se trata una de las 'Furias' de Tiziano que representa a Sísifo, fundador y rey de Corinto, obligado a cargar con una roca por delatar los amores de Zeus con Egina. En el modo de representar los episodios se advierte una traslación de elementos de la iconografía cristiana a la mitología.

    Museo del Prado
  • 25 de 50

    'Diana cazadora'. Taller de Rubens

    1617-1620. Óleo sobre lienzo, 184x199 cm. Esta pintura muestra una cacería de Diana con sus ninfas, un tema repetido en la pintura de Rubens y también en las colecciones reales. En este caso, a diferencia de otros, no vemos el momento en el que se produce la cacería, con los perros atacando a las presas y la diosa y sus ninfas con sus flechas y lanzas, sino el momento justamente anterior. 

    Museo del Prado
  • 26 de 50

    'Bacanal'. Nicolas Poussin

    1625-1626. Óleo sobre lienzo, 122x169 cm. Escena narrada por el poeta romano Ovidio del encuentro entre Baco y Ariadna en la isla de Naxos, donde ésta había sido abandonada por Teseo tras haberle ayudado a salir del laberinto del Minotauro. El dios romano del vino ayuda a Ariadna a subir a su carro tirado por leones. Les acompaña su cortejo habitual formado por bacantes, sátiros y ménades precedidos por Sileno sobre un asno, enmarcados por la vegetación y con el mar al fondo.

    Museo del Prado
  • 27 de 50

    'El nacimiento de Venus'. Antonio María Esquivel

    1842. Óleo sobre lienzo, 184x110 cm. Este lienzo probablemente sea el mejor desnudo femenino del Romanticismo español y una de las obras más exquisitas salidas nunca de los pinceles de su autor. El cuadro representa la delicadísima figura de Venus, diosa del amor y la belleza, nacida de las espumas del mar, que surge de las aguas sobre una gran venera sujeta por náyades con algas sobre sus cabezas.

    Museo del Prado
  • 28 de 50

    'El Parnaso'. Nicolas Poussin

    1630-1631. Óleo sobre lienzo, 145x197 cm. Representación del Parnaso, monte mitológico consagrado a Apolo y las Musas. Es una celebración de las Artes, especialmente de la Poesía. Apolo ofrece el néctar de los dioses a un poeta, probablemente Homero, coronado de laurel por Calíope, la musa de la poesía épica.

    Museo del Prado
  • 29 de 50

    'Cadmo y Minerva'. Jacob Jordaens

    1636-1638. Óleo sobre lienzo, 181x300 cm. La historia de Cadmo y la aparición de Minerva aparece en el libro III de las 'Metamorfosis'. La historia guarda ciertas concomitancias con 'Apolo y la serpiente Pitón' ya que en él vemos como ambos han vencido a una gran serpiente y se vanaglorian de ello. Los dos reciben la visita de un dios, en el caso de Cadmo, Minerva, y con Apolo, Cupido, que serán los desencadenantes de lo que sucederá a continuación.

    Museo del Prado
  • 30 de 50

    'Venus y Adonis', Tiziano

    1554. Óleo sobre lienzo, 186x207 cm. Fue la segunda de las Poesías que pingó Tiziano para el príncipe Felipe. Tiziano debió sentirse lo suficientemente seguro para visualizar una escena que no incluyó Ovidio ni ninguna otra fuente clásica o contemporánea: Adonis desasiéndose del abrazo de Venus. 

    Museo del Prado
  • 31 de 50

    'El nacimiento de la Vía Láctea'. Pedro Pablo Rubens

    1636-1638. Óleo sobre lienzo, 181x244 cm. Rubens no utiliza en este caso a Ovidio como fuente, sino el Poeticon Astronomicon de Higinio. Según éste podrían ser dos los niños a los que amamantaban Juno en el momento de la creación de la Vía Láctea, que se convertiría en el camino de los dioses al Olimpo.

    Museo del Prado
  • 32 de 50

    'Diana y Calisto'. Jean-Baptiste-Marie Pierre

    1745-1749. Óleo sobre lienzo, 114x197 cm. La escena muestra el engaño del dios Júpiter a la ninfa Calisto, miembro del séquito de Diana, diosa de la caza. Fue seducida por Júpiter quien para ello tomó las facciones de Diana. Embarazada, la ninfa intentará ocultar su estado a la diosa quien, virgen ella, obligaba a sus acompañantes a mantenerse célibes. Júpiter convirtió a su amante en osa para librarla del castigo pero, descubriendo el engaño, Diana la abatió a flechazos. A su muerte, Calisto fue llevada al cielo por Júpiter, quien la colocó entre las constelaciones recibiendo el nombre de Osa Mayor. Pierre representa el momento del engaño inicial, cuando Calisto se abandona en los brazos de Júpiter disfrazado de Diana.

    Museo del Prado
  • 33 de 50

    'El nacimiento del Sol y el triunfo de Baco'. Corrado Giaquinto

    1761. Óleo sobre lienzo, 168x141,5 cm. Está considerada la pintura más bella y magistral que Giaquinto realizó durante su estancia en España al servicio de la corte del rey Fernando VI. El lienzo muestra a un glorioso dios Apolo (el Sol) elevándose al cielo sobre su legendario carro tirado por corceles. Le preceden la Aurora, acompañada por ninfas que esparcen flores, y Céfiro, el dios del viento.

    Museo del Prado
  • 34 de 50

    'El Olimpo. Batalla de los gigantes'. Francisco Bayeu y Subías

    1764. Óleo sobre lienzo, 68x123 cm. Boceto para el techo de la antecámara del cuarto de los Príncipes de Asturias del Palacio Real de Madrid, de 1764, pintado por Bayeu al poco de ser llamado por Mengs a la Corte en 1762. Fue el encargo más importante de su vida y cuyo éxito determinó su brillante carrera como pintor del Rey. La escena presenta el asalto de los Gigantes al Olimpo y la defensa de Júpiter, rodeado de los dioses, con otras divinidades menores, como Hércules. Tifón, el más poderoso de los Gigantes y su jefe, cae herido de muerte por el rayo de Júpiter.

    Museo del Prado
  • 35 de 50

    'La diosa Juno penetrando en la mansión del Sueño'. Luis López Piquer

    1829. Óleo sobre lienzo, 51,5x51,5 cm. Boceto preparatorio para el fresco de la bóveda de la Sala Amarilla del Palacio Real de Madrid. Himeneo, portador de la llama del amor casto y de la antorcha nupcial, marca el camino a Juno. La diosa, sentada en su carro tirado por pavos reales, sobrevuela al Sueño, coronado de adormideras, que aparece dormido en un peñasco y rodeado de geniecillos y animales asociados a la noche.

    Museo del Prado
  • 36 de 50

    'Venus curando a Eneas'. Merry-Joseph Blondel

    1805-1810. Óleo sobre lienzo, 127x96 cm. Describe un pasaje concreto de Virgilio (Eneida, XII, 383-424): Eneas, herido durante su lucha contra Turno, recibió en secreto la visita de su madre, Venus, para sanarle. Mientras el héroe era atendido por el anciano Yépige, la diosa intervino escondida entre oscuras nubes para no ser descubierta. Tras la intervención divina, el héroe daría muerte a su enemigo, poniendo punto final a la epopeya.

  • 37 de 50

    'Diana en el baño'. Francisco Reigón

    1858. Óleo sobre lienzo, 76x100 cm. El motivo elegido permite al pintor representar en un paisaje ficticio una gran variedad de desnudos en diferentes actitudes. La figura de Diana aparece sobre una túnica azul con estrellas, alusivas a la Noche, y una corona de perlas con una luna en cuarto menguante, que simboliza a Selene, una de las advocaciones de Diana. Un ciervo, animal que le estaba consagrado, y dos perros junto a un carcaj con flechas, indican su condición de diosa a la caza.

    Museo del Prado
  • 38 de 50

    'La Religión socorrida por España'. Tiziano

    1572-1575. Óleo sobre lienzo, 168x168 cm. Formó parte del último grupo de pinturas que Tiziano envió a Felipe II, apenas un año antes de su muerte en 1576. La pintura conmemora la actuación de la Monarquía Hispánica en la batalla de Lepanto (1571) y ejemplifica la maleabilidad de los elementos alegóricos, pues una misma composición, apenas alterada, fue portadora de tres significados.

    Museo del Prado
  • 39 de 50

    'La caída de Ícaro'. Jacob Peeter Gowy

    1636-1638. Óleo sobre lienzo, 195x180 cm. Ícaro, hijo de Dédalo el constructor del laberinto del Minotauro, trató de huir con su padre de la isla de Creta con unas alas creadas por su padre que había pegado a la espalda con cera. J. P. Gowy introduce un cambio respecto al boceto original de Rubens, añadiendo una playa en segundo término, con dos figuras que portan alas caminando por la arena.

    Museo del Prado
  • 40 de 50

    'Las bodas de Tetis y Peleo'. Jacob Jordaens

    1636-1638. Óleo sobre lienzo, 181x288 cm. Es uno de los episodios de mayor envergadura y mayor número de personajes que forman parte de la Torre de la Parada, donde el movimiento, el dramatismo y la gran variedad de personas y posturas se diferencian con respecto a otros lienzos. Es el momento más dramático del episodio, en el que aparece Eris al fondo representado como un personaje alado mientras que los novios, Tetis y Peleo, asisten algo apartados a la disputa que ya se empieza a notar entre Minerva, que se abalanza sobre la mesa, Venus, que aparece acompañada de Cupido, y Juno, sentada al lado de su marido, el cuál tiene ya la manzana (para la más hermosa) en la mano a punto de dársela a Mercurio.

    Museo del Prado
  • 41 de 50

    'El juicio de Paris'. Pedro Pablo Rubens

    Hacia 1638. Óleo sobre lienzo, 199x381 cm. El relato mitológico del Juicio de Paris tiene su origen en la boda de Tetis y Peleo. Paris es quien recibe la manzana de Mercurio y se la entrega a Venus como la vencedora, la diosa más hermosa. A cambio, la diosa le dio la mano de Helena de Troya, desencadenando la Guerra de Troya. El tema fue utilizado por Rubens en varias ocasiones, permitiendole deleitarse con el ideal de belleza femenino y también considerar las consecuencias del amor y la pasión. Esta versión está basada en un diseño para un aguamanil diseñado por el artista.

    Museo del Prado
  • 42 de 50

    'Hércules y Anteo'. Rafael Tegeo Díaz

    Hacia 1828. Óleo sobre lienzo, 27x17 cm. Con el solemne motivo de su ingreso en la Academia de San Fernando, Rafael Tegeo Díaz realizó una de sus primeras grandes obras, claramente influida por la escultura manierista florentina que había estudiado en su reciente viaje a Roma, 'Hércules y Anteo', de la que este pequeño cuadro es el boceto.

    Museo del Prado
  • 43 de 50

    'La muerte de Eurídice'. Erasmus Quellinus

    1636-1638. Óleo sobre lienzo, 179x195 cm. La historia de Eurídice aparece en dos ocasiones en el ciclo de la Torre de la Parada; su muerte y su truncada salida de los infiernos. Su muerte es narrada por Ovidio en el libro X de las 'Metamorfosis': "Pues cuando paseaba la novia por un prado acompañada de un grupo de Náyades, murió al sufrir en un tobillo la mordedura de una serpiente". Este lienzo es obra de E. Quellinus, discípulo de Rubens.

    Museo del Prado
  • 44 de 50

    'Meleagro y Atalanta'. Jacob Jordaens

    1640-1650. Óleo sobre lienzo, 152,3x240,5 cm. Jordaens eligió el momento culminante de la fábula de Ovidio. Representó a la derecha de la composición a los tíos de Meleagro, hijo del rey de la región de Calidonia, arrebatando el trofeo (la cabeza de un jabalí enviado como castigo por Diana) a Atalanta, y provocando el enfado del héroe que lleva la mano a la espada para darles muerte. Ella, en un tierno gesto de temor, intenta detener la furia vengativa de Meleagro. 

    Museo del Prado
  • 45 de 50

    'Sileno ebrio'. Cesare Fracanzano

    1630-1635. Óleo sobre lienzo, 158x185 cm. Un sátiro llena la copa de vino de Sileno, panzón y grotesco, quien mira sonriente a otro sátiro de espaldas. El tratamiento burlesco del mito clásico procede de Ribera, con quien Fracanzano colaboró desde en torno a 1630. Procede de la colección de la reina Isabel de Farnesio, donde figura en 1746, y se ignora su historia anterior.

    Museo del Prado
  • 46 de 50

    'Ticio'. Tiziano

    Hacia 1565. Óleo sobre lienzo, 253x217 cm. El gigante Ticio había sido condenado por haber violado a la diosa Latona a que su hígado, que se regeneraba una y otra vez, fuese eternamente devorado por dos buitres. Esta obra es una réplica tardía del original pintado también por Tiziano para María de Hungría, y una de las llamadas Furias. Fue concebida como advertencia para quienes osasen desafiar el poder imperial, en un momento de fuerte confrontación con los príncipes protestantes.

    Museo del Prado
  • 47 de 50

    'Las Parcas (Átropos)'. Francisco de Goya

    1820-1823. Técnica mixta sobre revestimiento mural trasladado a lienzo, 123 x 266 cm. Esta escena, perteneciente a la serie de Pinturas Negras de Goya, se tituló 'Átropos', nombre de la Parca de la mitología griega que corta el hilo de la vida.

    Museo del Prado
  • 48 de 50

    'Ixión'. José de Ribera

    1632. Óleo sobre lienzo, 220x301 cm. Progenitor de la raza de los centauros, Ixión intentó suplantar a Júpiter en el lecho de Juno, por lo que fue castigado a girar eternamente atado a una rueda para expiar sus desmanes. Ribera nos muestra una violenta imagen, con el condenado boca abajo, acentuando la tensión dramática mediante la luz, la monumentalidad de las figuras, las forzadas anatomías y la expresividad gestual.

    Museo del Prado
  • 49 de 50

    'Andrómeda'. Juan Antonio de Frías y Escalante

    Tercer cuarto del siglo XVII. Óleo sobre lienzo, 78x64 cm. Andrómeda ocupa el lado izquierdo de la composición, encadenada a un peñasco, mientras que la parte derecha del lienzo queda abierta hacia el paisaje marino, del que surge el monstruo que amenaza a la heroína mitológica. Perseo, viendo a la joven princesa atada a una roca y expuesta a la voracidad del monstruo, quedó enamorado de su belleza y de la bondad que brillaba en sus ojos y liberará a la doncella.

    Museo del Prado
  • 50 de 50

    'Cupido'. Guido Reni

    1637-1638. Óleo sobre lienzo, 101x88 cm. La pareja de representaciones del dios pagano del amor, Cupido, formada por esta obra y 'El amor desinteresado' de Guercino, constituye un hermoso testimonio de la confluencia de arte y política durante el barroco. La pintura de Guido Reni muestra al pequeño dios alado en una curiosa actitud. Aparece ante un fondo marítimo ofreciendo una de sus flechas a una paloma, mientras sujeta con indiferencia su arco y el carcaj queda olvidado a sus pies. 

    Museo del Prado