Tras el paso de Santiago Abascal (43 años) e Iñigo Errejón (35), un nuevo candidato a la presidencia del Gobierno pasaba este jueves por El Hormiguero. Se trata de Pablo Casado (38). El presidente del Partido Popular se sometió al cuestionario de Pablo Motos (54) en un día muy especial tras la exhumación de Franco. Solo por este motivo la entrevista ya generó mucha expectación.

Pero la primera pregunta no tuvo que ver con esta polémica, ni con el programa electoral, sino con su nuevo look. "Supongo que te lo habrán dicho muchos, pero te veo cambiado con la barba", destacó Motos. Casado respondió primero con un cumplido, "tenía que triunfar, como Motos", para después explicar que este giro no se debe al consejo de ningún asesor: "Me dejo barba todos los agostos, hay pruebas de ello. Coincidió con la investidura de Ayuso y se armó tal revuelo que me planteé dejármela".

Después de alguna broma sobre su parecido físico con Rivera o Abascal, el presentador de El Hormiguero apuntó alto: "En este tiempo se nota un cambio en tu discurso, mucho más moderado, ¿se debe al último batacazo electoral?". El líder del PP no esquivó la cuestión y quiso poner en contexto la actitud que tuvo en la anterior campaña: "En abril estaba muy enfadado con lo de Cataluña y la situación que tenía el propio partido. Tuve que hacer muchos mítines y eso siempre hace que salgas más enfadado, haciendo más declaraciones y poniendo más adjetivos".

Este jueves fue a divertirse a 'El Hormiguero', Pablo Casado.

A pesar de ello, a Casado no le dolieron prendas en reconocer que esos resultados fueron "un fracaso", aunque no se mojó sobre una posible dimisión en el caso de repetirlos: "Vamos a sacar mucho más. Estoy convencido de que podemos ganar. Con un escaño más que el PSOE desbloquearemos el país", vaticinó. Sus cuentas pasan por recuperar votos “procedentes de Ciudadanos”, una formación con la que, asegura, "estar muy cerca en muchos asuntos".

Relación con el PSOE y Vox

Nada más volver del corte publicitario, Casado intentó desmontar la idea que le planteó Motos sobre una posible gran coalición entre el PP y PSOE como ya apuntaron recientemente Felipe González (77) y Mariano Rajoy (64). Después de esto le tocó afrontar una cuestión menos amable: "Si después de las elecciones España sigue siendo ingobernable, igual os tendríais que ir todos", le espetó Pablo Motos. El líder popular insistió en que su candidatura es la ideal para desbloquear el país.

Como era de esperar, el asunto Vox fue uno de los más espinosos. Sobre si aceptaría ministros de esa formación en el caso de hacer coalición, Casado se limitó a recordar que el partido de Abascal ya ha asegurado que no pactará con el PP. El asunto volvió a salir antes de finalizar la entrevista, y aquí Motos sí que estuvo mucho más incisivo. Tras repetir que Vox no pactaría con el PP, el presentador de El Hormiguero quiso saber si esa respuesta estaba condicionada por un posible resultado electoral. "Sí que lo he contestado. Nos hemos sentado a hablar con ellos. Ya he dicho que mi socio preferente es Ciudadanos", comentó.

Mucho menos juego del esperado dio el asunto de la exhumación de Franco. El candidato del PP repitió una cita de un político del PNV que defiende que este asunto será un bumerán que se volverá contra Pedro Sánchez y apostó por "no reescribir la Historia".

Economía y Cataluña

Los otros dos grandes pilares de la entrevista se basaron en asuntos en los que Pablo Casado ya se ha pronunciado con insistencia en sus últimas apariciones públicas. Sobre la economía, refrendó que bajará los impuestos y que su plan para hacer frente a las demandas desde Bruselas de recortar el gasto pasa por "una reforma de la administración". "El PP cuando ha gobernado lo ha hecho bien y yo pretendo hacer lo mismo. El PP no es perfecto, hemos cometido muchos errores, soy una persona humilde y reconozco esos fallos. Pero ante todo eso pienso en qué político me ayudará a llegar a final de mes", destacó.

Sobre el pasado de su partido, el presidente del PP aclaró que los juicios que hay pendientes en materia de corrupción están protagonizados por "sinvergüenzas". "Soy inflexible con las personas que hayan usado el PP para enriquecerse. La corrupción es la peor lacra y la peor traición de la política a sus votantes", argumentó.

Al margen de todo esto, donde sin duda el invitado de El Hormiguero se sintió más cómodo fue en la postura respecto a Cataluña. Su hora de ruta pasa, en primer lugar, por recuperar la seguridad y el orden para evitar "esas imágenes de kale borroka. El problema es que Torra ha justificado la violencia y que investigará a los mossos. Habrá que hacer algo. He planteado que haya una estrategia a largo plazo para que no vuelvan a suceder cosas como el adoctrinamiento educativo". Además, insistió en que si el Gobierno central vuelve a pactar con los independentistas, la situación empeorará.

El cierre fue mucho más relajado, con algunas preguntas de tono gracioso de Trancas y Barrancas. En una de ellas, Pablo Casado reconoció que tanto él como su mujer fumaban, pero que lo dejaron cuando nació su hijo pequeño, aunque matizó que nunca ha probado "un cigarro de la risa".

[Más información: Las redes acusan a Pablo Motos de que se le "ve el plumero": su relajada entrevista a Errejón]

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