El programa ¿Quién Quiere Ser Millonario? cumple 20 años y, en consecuencia, vuelve a la pequeña pantalla para hacer un homenaje a este formato donde el dinero era el sumo protagonista. En su nueva edición, Juanra Bonet (45 años) toma el relevo de aquel enigmático Carlos Sobera (58) que marcó un antes y un después en su carrera gracias a su paso por este programa. 

La reedición de este concurso pondrá en el círculo central a rostros que los seguidores más fieles de este tipo de programas podrán reconocer, ya que se sentarán algunos de los participantes más destacados de la historia de los concursos en España. ¿Quién Quiere Ser Millonario? forma parte de la cultura popular de medio mundo. Del cual, incluso, nació una película, Slumdog Millonaire. Para celebrar su aniversario, JALEOS hace un repaso por los momentos más destacados que dejó en nuestra televisión este concurso.

1. La llamada que todo familiar desearía recibir

Por antonomasia, uno de los momentos sublimes del programa lo protagonizó un concursante que tenía clara la respuesta que le otorgaría 50 millones de pesetas. Antes de proclamarse ganador, quiso gastar el comodín del público para llamar a su mujer y darle la noticia de su vida: "que sepas que me voy a llevar a casa 50 kilos".

2. Un concursante con muy mal perder

En una ocasión, uno de los participantes demostró que la deportividad en el juego no era en absoluto su fuerte. Cuando se daba cuenta de que no conocía la respuesta correcta a la pregunta que se le hacía, su reacción fue una pataleta llena de rabia que, por otro lado, hizo reír sin parar a un incrédulo Carlos Sobera. "Lo veo negro, jodidamente negro". "El 50 me lo he fundido... por imbécil me lo he fundido... por idiota". "Me cago en mi puta vida... no me jodas". "Luego vendrá algún tonto diciendo que la sabía. El típico imbécil, claro, claro, ya sé que te la sabías, ¡subnormal!".

3. Hablar de sexo es divertido, ¿verdad, Sobera?

Que los concursantes a veces pueden llegar a tener salidas muy ocurrentes es un hecho. Pero que lo hagan los redactores, es otra historia. Carlos Sobera lo vivió en su propia piel cuando una de las preguntas que tuvo que hacer estaba relacionada con los posibles problemas sexuales de un hombre. Gatillazos, celos, picaduras de avispa en el pene... cualquiera de ellas provoca su carcajada. 

4. Una broma de un presentador muy "inocente" 

A Sobera no le falta personalidad a la hora de recalcar su sentido del humor. En una ocasión, utilizó al concursante de su programa y a los espectadores como conejillos de indias para una broma de lo más "inocente". Eso sí, el día en que la hizo le avalaba, era un 28 de diciembre. 

[Más información: La enfermedad de Carlos Sobera: la diabetes tipo 2 que aumenta su riesgo de infarto]

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