Complicados y difíciles momentos -también llenos de esperanza- los que está viviendo la periodista y escritora Carme Chaparro (52 años). Hace unos meses hacía público que padecía una enfermedad crónica que la apartaba de la primera línea por un tiempo.
Se trata de una dolencia, eso sí, distinta a su cuadro médico, marcado por el síndrome de Ménière -un trastorno en el oído- y una enfermedad dermatológica en las manos. El revés que la ocupa y preocupa en la actualidad es en paralelo a estos reveses.
Fue el pasado mes de octubre cuando la preocupación en torno a su salud cobró especial vigor tras un ingreso hospitalario. Chaparro no ha querido aclarar en ningún momento la naturaleza de su dolencia. "Cuando esté bien o tenga fuerzas, hablaré", aseveró tiempo atrás.
Carme Chaparro en un acto público tomada en mayo de 2023.
El pasado mes de noviembre, Carme compartió con sus seguidores que había pasado por quirófano en dos ocasiones en un tramo de 15 días. "Dos estancias largas y complicadas en la rea... pero siempre la sonrisa, las caricias, los cuidados de los sanitarios", expuso.
Desde ese pequeño asomo en sus redes, nada se sabía de Carme. Hasta ahora. EL ESPAÑOL ha contactado con Chaparro y ella, siempre amable, cercana y comprensiva que el trabajo de sus compañeros-, atiende y facilita. "Está siendo muy lento, doloroso y complicado", comienza explicando.
Continúa explicando: "Pero estoy en las mejores manos. Sigo de baja con una recuperación complicada. Espero estar pronto bien". Hace unas semanas, la propia Carme concedía una entrevista en Lecturas, donde se sinceraba: "Estoy muy medicada. (...) Estoy tomando 10 pastillas al día".
"La medicación es muy fuerte. Estoy cansada porque la enfermedad es muy jodida". "Me atonta la medicación, me da mucho sueño. Me reseca la piel", confesaba.
Asimismo, explicaba por qué aún no se siente preparada para contar todo sobre el difícil proceso que está viviendo.
"Cuando los médicos encuentren el piso y sepan si pueden hacer algo o no, tengo muchas ganas de contarlo y ayudar a otras personas que están enfermas igual que yo", ha adelantado.
La escritora de la obra 'Venganza', en una fotografía fechada en 2021.
De momento, tal y como deslizó hace unos días, "hemos encontrado el barrio y la casa, ahora nos falta encontrar la habitación para operar".
Sobre la intervención a la que fue sometida hace unos días, apuntó: "La operación no será fácil. He tenido un psiquiatra y una psicóloga maravillosas". En su caso, no le quedó más remedio que alejarse del trabajo por prescripción médica.
Los sanitarios que llevan su caso le advirtieron que tenía que parar o habría fatales consecuencias: "Mis médicos me dijeron que parase porque me iba a morir".
En todo este tiempo, Carme Chaparro ha estado arropada por las personas más importantes de su vida. Sus hijas, Laia y Emma, y su pareja, Bernabé Domínguez, -con el que mantiene una relación desde 1997-, han estado a su lado de manera incondicional.
Promoción paralizada
Como consecuencia de este delicado estado de salud, Chaparro no ha podido desplegar la promoción prevista de su última novela, Venganza, por un serio empeoramiento de su salud en 2025.
La periodista y escritora, que ya convivía desde hace años con un síndrome de Ménière que le provoca pérdida de audición, vértigos y tinnitus, tuvo que pedir la baja y retirarse de los focos justo en los meses en que debía presentar el libro en medios y firmas.
El lanzamiento, inicialmente previsto para la primera mitad del año, se retrasó y muchas entrevistas y actos presenciales se cancelaron o quedaron reducidos al mínimo.
Pese a estas limitaciones, la autora ha mantenido vivo el contacto con el público a través de mensajes en redes y algunas apariciones puntuales, donde ha agradecido el apoyo recibido y ha reivindicado la sanidad pública que la está tratando.
Varios medios han destacado que Venganza está llegando a las librerías sin el respaldo promocional habitual de su autora y que el boca a boca y las reseñas en prensa cultural están supliendo, en parte, esa ausencia forzada por la enfermedad. La obra va por su segunda edición.
