Las acusaciones de presuntos malos tratos de Antonia Dell’Atte (65 años) contra Alessandro Lequio (65) en los últimos días siguen reverberando en los medios y han rescatado otros casos mediáticos en los que han existido denuncias parecidas a las de la italiana.
La decisión de despedir a Alessandro Lequio de Mediaset España, a raíz del durísimo testimonio de la exmusa de Armani, ha provocado que una mujer, en concreto, se cuestione por qué no acontece lo mismo con el hombre que ella cree que fue su verdugo. Por sentencia firme.
Se trata de Vanessa Martín, expareja de Pepe Navarro (73) y víctima del presentador. Vanessa vivió un infierno al lado de Pepe y lo denunció. Hoy, Martín se pregunta por qué no sólo no ha sido despedido de Mediaset sino que ha gozado de popularidad gracias a Bailando con las estrellas.
Vanessa Martín, en una de sus entrevistas en televisión.
No entiende Vanessa esa suerte de vara de medir doble por parte del grupo audiovisual que despide a Lequio y ha mantenido en plantilla en este tiempo a Pepe Navarro.
"¿Por qué no lo han despedido como a Lequio si tiene una sentencia firme por lesiones?", se pregunta Vanessa en conversación con EL ESPAÑOL. "¿Hay mujeres de primera y mujeres de segunda? ¿Mi paliza duele menos que la de las demás?", profundiza.
"¿Dónde está la lucha de Telecinco contra la violencia de género? Hoy, siendo mujeres las directivas de la cadena, hago un llamamiento a la solidaridad. ¿Cómo es posible que yo tenga que seguir viendo a mi maltratador cada vez que enciendo la tele?", remacha Vanessa.
Martín, además, ha traído al presente su dura historia gracias a una charla con Miguel Temprano en el canal de YouTube de éste. "Me pegó una paliza que casi me mata un día 29 de diciembre, vísperas de final de año, y todo esto acabó en un hospital", ha asegurado.
Vanessa Martín, en una fotografía de sus redes sociales.
"No quería denunciar, era una niña y me daba miedo, pero los golpes con los que acudí al hospital no eran los típicos de una posible caída. El hospital avisó a la policía.
Inicialmente parecía que iba a ser de oficio, pero a mí me dieron la opción de denunciar".
"Gracias a mi hermano fui a la comisaría y puse la denuncia. Llevo alzando la voz 25 años. (...) No hablamos de violencia de género, sino de violencia doméstica y penal", ha apostillado. "Si lo que me pasó entonces ocurriera hoy, este señor no estaría en la calle ni en un plató de televisión".
A Martín todo esto le produce indignación: "Es fuerte ver en la tele a quien te hizo eso, bailando y disfrazándose como si fuera el rey del mambo. Estoy indignada, desilusionada y cansada de la farsa que hay en ciertos medios".
"La gente que hace mucho menos de lo que él me hizo a mí está en la cárcel. Me metió mucho miedo. Me tuvo retenida en casa. Para poder salir de esa casa tuve que decir que la culpa era mía, y que me perdonara. Hoy en día me echo las manos a la cabeza por lo que tuve que hacer".
"Muchas veces me he echado la culpa porque como yo tengo un carácter complicado... He llegado a pensar que lo provoqué, que le puse nervioso".
"En el juicio en Plaza de Castilla, por lesiones, llegó un momento que él le dijo a la juez 'pero, ¿usted está viendo a esta señora?'. De manera despectiva, me miraba, y le dijo '¿usted se piensa que esta mujer tiene el perfil de mujer maltratada? Y la jueza le echó de la sala. Y yo perdí el conocimiento".
Vanessa incide: "No hay un tipo de mujer maltratada. No hay una imagen perfecta para ser maltratada. Si eres fuerte y tienes personalidad hace que la gente ponga en duda tu testimonio".
Historia de amor y denuncia
Su historia comenzó a escribirse, muy a pesar de ambos, con el arranque del nuevo siglo. En concreto, en el año 2002 ella lo denunció por agresión y lesiones.
El tribunal, tras barajar todas las versiones, concluyó que "se otorga mayor credibilidad" a la denunciante, basándose en los partes médicos aportados por Vanessa Martín.
Pepe Navarro, en una instantánea tomada en 1990.
Se dictó sentencia y el presentador fue condenado. Los años pasaron, pero lejos de prescribir todo aquello no ha hecho más que refulgir.
Abril de 2022 es la fecha en que todo se recrudeció. Navarro intervino por teléfono en un programa de televisión y descargó contra Vanessa, calificándola de "farsante", y de ser "indigna" y "repugnante".
Ella, ipso facto, lo demandó en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Torrent, en Valencia por injurias y calumnias. Ahí comenzó un largo y tortuoso camino para Vanessa. La Audiencia archivó el caso.
"Era como el príncipe azul con el que todas las chicas soñamos", dijo ella. "Se hizo justicia legal en 2002 pero no mediática, porque yo ahora tengo que aguantar las aberraciones que él dice sobre mi persona", ha aseverado Vanessa, tiempo atrás.
