El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (53), ha comparecido este jueves, 30 de octubre, ante la comisión del Senado que investiga el caso Koldo. En esta aparición pública se ha presentado con una importante novedad: por primera vez ha lucido gafas para ver de cerca.
Este detalle inédito no ha pasado desapercibido. Y es que nunca antes habíamos visto al líder del ejecutivo llevando anteojos. Los suyos, por cierto, no son un modelo cualquiera. Se trata de un diseño de lujo: unas monturas de carey de la exclusiva firma Dior.
Ataviado con un traje de chaqueta de color azul marino, su gesto ha acaparado todas las miradas. Y es que la jornada se presentaba tensa y ante la máxima expectación de la prensa. Tanto los medios de comunicación como los miembros de la Cámara Alta prestaban toda la atención del mundo a lo que tenía que decir en la comisión de investigación sobre la corrupción en el PSOE.
Pedro Sánchez estrena gafas de lujo de Christian Dior en la comisión del Senado sobre la corrupción en el PSOE
Nuevas gafas de leer
Durante su intervención, Sánchez se ha puesto las gafas para leer algunos de los documentos que tenía delante de su asiento. Poco después se las ha retirado para dirigirse a los senadores.
El hecho de que el presidente lleve gafas es una clara señal de que presenta algún problema de visión. Podría tratarse de presbicia o vista cansada, una condición visual común en personas de su edad y que suele aparecer a partir de los 40 o 45 años.
Este problema se debe a la pérdida natural de elasticidad del cristalino. Esto dificulta enfocar objetos cercanos, como textos o pantallas de ordenador. Hasta ahí, todo bien.
Pero no deja de ser llamativo que haya estrenado unas gafas exclusivas justo cuando le tocaba enfrentarse a una de las comparecencias más hostiles de la legislatura.
Mensaje a través de sus gafas
¿Se trata, acaso, de algún lenguaje subliminal? ¿Ha querido transmitir un mensaje 'extra' con sus recién estrenadas gafas? Puede que sí. Así lo apuntan muchas voces a través de las redes sociales.
Una de ellas, la experta en comunicación visual Patrycia Centeno, tiene claro qué ha pretendido Pedro Sánchez con sus flamantes gafas de diseño. "Sánchez saca sus gafas de cerca", sostiene en X, para "transmitir atención, interés, dedicación, eficiencia y rigor".
De este modo ha logrado que todo el mundo se fije en su accesorio, y no tanto en su intervención. Con un detalle tan simple como estrenar lentes para ver de cerca ha conseguido distraer la atención a su accesorio fashionista. Y la estampa ha dado un giro radical: de lo verdaderamente esencial a lo banal.
Si el verdadero foco de su comparecencia era "si ha recibido alguna vez algún pago en efectivo, en sobres", tal y como le ha preguntado María Caballero (UPN) nada más empezar la sesión, sus monturas han resultado ser también las otras protagonistas de la asamblea.
"Pasamos a hablar del accesorio... Dicen que son un modelo Christian Dior. Quizá una firma asociada al lujo no fuera la más indicada para negar sobresueldos", asegura la experta.
"Proyecta control"
Por su parte, Jesús Reyes, CEO de CoolHunting Madrid Comunicación y experto en moda, explica a EL ESPAÑOL que "en comunicación política nada es casual, y menos la elección de un accesorio de marca tan identificable como unas gafas de Dior".
"Pedro Sánchez lleva tiempo intentando construir una imagen más cuidada", añade, "por ello, este gesto está creado para intentar reforzar su perfil de líder moderno, cosmopolita y consciente del poder del estilo como herramienta de influencia. No se trata solo de moda, sino de mensaje".
El periodista, experto en analizar estilo, apunta también: "La casa Dior representa elegancia clásica, pero también autoridad y sofisticación discreta".
"Marketing y política pura"
"Llevar unas gafas de una firma de lujo francesa en un contexto institucional, como el Senado, proyecta control, autoconfianza y una cierta superioridad estética. Es una forma sutil de marcar territorio visual y de reforzar la idea de liderazgo: el político que sabe vestir y que domina todos los códigos, también los del poder simbólico", subraya.
"Podríamos decir que Sánchez ha pasado de la sobriedad funcional a la estética estratégica. Las gafas de Dior no son un capricho, son una declaración: muestran a un presidente que no solo quiere ser escuchado, sino también observado y recordado. En la era de la imagen, esto es marketing y política pura", concluye Reyes.
Óscar Puente: "Superioridad estética"
Pero los expertos en moda y comunicación a través del estilo no son los únicos que han hablado de este asunto. Algunos políticos, como Óscar Puente, también se ha pronunciado sobre las gafas del presidente.
En un tuit donde muestra la imagen de Pedro Sánchez junto a la del líder del PP, Alberto Núñez-Feijóo (64), el Ministro de Transportes y Movilidad Sostenible hace referencia a la elección estilística del jefe del ejecutivo.
"A la izquierda 300 mauros (dicen) invertidos divinamente. Resultado, un look aún mejor y los fachas bailando un mes. A la derecha, pasta indeterminada en retoques que te dejan peor que estabas. Superioridad política, ética y estética", sentencia.
Pedro Sánchez y el diplomático José Manuel Albares, en el avión presidencial.
Gafas de aviador en el Falcon
Esta no es la primera vez que Pedro Sánchez se convierte en noticia al lucir unas monturas de una marca exclusiva. En junio de 2018 se dejó ver públicamente por primera vez con gafas de sol a bordo del Falcon, el avión presidencial.
Las imágenes, difundidas en aquel momento por la cuenta oficial del Gobierno en Twitter, mostraban al presidente luciendo gafas oscuras mientras trabajaba durante su viaje a París para una cumbre europea.
Las fotos, tomadas por el entonces secretario de Estado de Comunicación Miguel Ángel Oliver, se volvieron virales y generaron comentarios, bromas y comparaciones con la iconografía de estrellas de cine y otros líderes internacionales, como John F. Kennedy o Barack Obama (64).
Hace siete años, sus Ray-Ban Caravan, las clásicas gafas de aviador, corrieron como la pólvora en las redes sociales. Con ellas, Pedro Sánchez lucía como una verdadera estrella de Hollywood. Ahora, su nuevo complemento de lujo ha vuelto a crear el mismo efecto: todo el mundo habla de su imagen.
En esta ocasión, su outfit ocular hace que surjan nuevas interrogantes. ¿Es un golpe de efecto o es que, 'oh, qué casualidad', hoy le tocaba ir de estreno? Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Parece que Sánchez, más allá de la política, tenía preparado su metamensaje. Que cada uno saque sus propias conclusiones.
