Cuentan quienes conocen a Kiko Hernández (49 años) -lejos de su perfil televisivo: esos amigos de verdad que nada tienen que ver con el entretenimiento- que la llegada a su vida de Fran Antón (44) fue un revulsivo, un punto de inflexión: nada volvió a ser lo mismo para él.
Junto a su faceta de padre de las pequeñas Abril y Jimena, la irrupción del amor en su vida, de la mano de Fran, ha sido de las experiencias más hermosas en la vida del aguerrido colaborador. Existe un Kiko antes de Fran, y otro 'después de', totalmente nuevo.
Hace dos años que la dupla selló su historia de amor -el gran día tuvo lugar el 13 de septiembre de 2023-, y hoy la existencia de Hernández es otra completamente diferente a tiempo atrás. Antes, la televisión era su vida, su mundo, su anclaje: todo giraba en torno al trabajo.
El colaborador de televisión en un evento en 2023.
El nacimiento de sus hijas supuso, obviamente, un cambio en la escala de valores de Kiko. Pisó el freno en aras del bienestar de las pequeñas de la casa y trató de pasar más tiempo con ellas. No obstante, conocer a Fran le abrió otra perspectiva de la vida.
También le planteó otras miras profesionales. Kiko y Fran no sólo han hecho un magnífico tándem en el amor, también en los negocios. La oportunidad de buscar nuevas fuentes de ingresos más allá de la pequeña pantalla cogió especial empaque cuando el extinto Sálvame echó el cierre.
En ese período llegó a su vida una localización muy especial: Melilla, la tierra natal de su hoy marido. Allí, Kiko ha hallado el escenario perfecto para dar forma a su nuevo proyecto: El cielo de Melilla bs Fran y Kiko.
Ubicado en la calle General Marina 15, en pleno corazón de Melilla, El cielo de Melilla es una terraza-bar situada en la quinta planta de un edificio emblemático.
Kiko Hernández y Fran Antón en un acto público fechado en diciembre de 2023.
Desde su apertura, el local ha despertado el interés de vecinos y visitantes por sus espectaculares vistas panorámicas, que permiten disfrutar de la ciudad desde las alturas mientras se saborea una copa o se comparte una velada entre amigos.
La implicación de Kiko Hernández y Fran Antón en el negocio es absoluta. Y a EL ESPAÑOL llega que son más que habituales los viajes del colaborador a Melilla. El trayecto Madrid-Melilla, y viceversa, forma parte del día a día de Hernández.
Ambos, Fran y Kiko, se han volcado en la gestión del local, supervisando desde la carta hasta la programación de actividades. La idea es que El cielo de Melilla no sea solo un bar, sino un espacio cultural y social que dinamice la vida nocturna de la ciudad.
Música en directo, monólogos, sesiones de DJ y encuentros temáticos forman parte de la agenda que el dúo planea consolidar.
La elección de Melilla como sede del proyecto no es casual. Para Fran Antón, supone volver a sus raíces y contribuir al desarrollo de su ciudad natal. Para Kiko Hernández, representa una nueva etapa profesional alejada del ruido mediático.
Este negocio, qué duda cabe, forma parte de una estrategia más amplia de diversificación profesional por parte de Hernández, quien ha manifestado en varias ocasiones su interés por explorar nuevos ámbitos.
Tras años de exposición televisiva, el madrileño busca consolidarse como empresario, apostando por iniciativas que le permitan mantener su vínculo con el público desde otra perspectiva. Cuenta a EL ESPAÑOL una persona próxima a Kiko que éste está "encantado".
En las últimas horas, han visto la luz distintas informaciones que apuntan a que el entorno de Kiko ha mostrado "preocupación" por él. No obstante, la persona con la que habla este diario resta toda importancia a tamañas aseveraciones: "Kiko no hace tele porque está en otras cosas".
Y se añade: "Pero seguramente vuelve pronto. Kiko es tele, y le da la vida, le gusta, pero ahora está más centrado en otras cosas. Ha sido muy listo con sus finanzas. Ha sabido diversificar muy bien sus ingresos. Podría vivir sin la tele".
Kiko y el bingo
En paralelo a todo lo anterior, desde hace años el colaborador ha mantenido una estrecha relación con el célebre Bingo Las Vegas. En este emblemático local de ocio, Kiko ha ejercido como imagen pública y ha presentado galas especiales.
Kiko Hernández junto a Soraya en el Bingo Las Vegas, en 2022.
Su conexión con el bingo va más allá de lo profesional: fue allí donde celebró su cumpleaños en 2019 en una fiesta privada, y también donde compartió momentos personales con Begoña Sierra, fundadora del establecimiento y amiga íntima del presentador.
Tras la cancelación de Sálvame, Kiko intensificó su presencia en el Bingo Las Vegas, convirtiéndose en una figura recurrente en sus eventos y reforzando su papel como embajador del local.
Este movimiento forma parte de una estrategia más amplia de reinvención profesional, en la que Hernández ha apostado por el sector del ocio como vía de crecimiento. Su implicación en el bingo, uno de los más grandes y premiados de Europabingolasvegas.es, le ha permitido mantenerse conectado con el público.
Además de su vinculación con el Bingo Las Vegas y su reciente proyecto en Melilla junto a Fran Antón, El cielo de Melilla by Fran y Kiko, Kiko Hernández ha constituido varias sociedades a lo largo de los años, relacionadas con la producción audiovisual y la representación artística.
