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La Puebla del Río, en Sevilla, es el lugar de origen de José Antonio Morante Camacho, conocido como Morante de la Puebla (46 años). También es el pueblo en el que nació y conoció a su segunda mujer, Elisabeth Garrido. Además, el refugio del diestro, quien acaba de despedirse de los ruedos tras casi 30 años de trayectoria.

Allí se encuentra su fincaHuerta de San Antonio. Un enclave situado a orillas del Guadalquivir e impregnado de la tradición agrícola y ganadera de la zona.

Por su estructura de almenas y torres recuerda a un antiguo cortijo andaluz. Ocupa una extensa superficie y está pensada para la práctica de la tauromaquia y diferentes deportes.

Morante de la Puebla, en su adiós a los ruedos. Gtres

Cuenta con su propia plaza de toros y un campo de fútbol. En su interior, además, está decorada con elementos del toreo y carteles de feria en las que participó Morante de la Puebla. Una zona de cría de animales y un salón destinado a grandes celebraciones completan la finca Huerta de San Antonio.

Esta insigne hacienda sufrió un aparatoso incendio en 2019, justo después de que unos vándalos hicieran unas pintadas dirigidas al torero, puede que motivadas por la presunta inclinación política de Morante con el partido Vox. El sevillano, cabe recordar, mantiene una estrecha relación con el líder del partido, Santiago Abascal (49). Él, de hecho, fue testigo de su adiós a los ruedos.

"Hoy, 12 de octubre, se ha cortado la coleta un genio de la Fiesta Nacional. Un artista inmenso. No olvidaré nunca el honor que me ha hecho al hacerme testigo de cómo se colocaba por última vez la coleta y de brindarme después su último toro, antes de salir por la puerta grande de Las Ventas", escribió Santiago Abascal el pasado domingo, tras la despedida de Morante.

"Pero, sobre todo, no olvidaré el honor de contar con su amistad en los buenos y en los malos momentos. Y eso no se acaba hoy", añadió el político en aquel post.

En la finca Huerta de San Antonio es donde el torero reside habitualmente con su familia. Sin embargo, cabe puntualizar que recientemente ha pasado temporadas en Portugal, donde ha recibido tratamiento por la enfermedad que padece. "Un trastorno disociativo", según él mismo explicó en una entrevista con ABC a comienzos de este año.

Casa en la playa

Volviendo al patrimonio inmobiliario del torero, también cabe destacar la casa que tiene en la playa. Un refugio para él y su familia, situado a poco más de una hora de la finca Huerta de San Antonio y que le compró a Vicky Martín Berrocal (52), según publicó Vanitatis en 2021. Los vecinos de la zona, sin embargo, notaron esta transacción de compra y venta con anterioridad.

El chalet se encuentra en la localidad onubense de Matalascañas y a primera línea de playa. Así, cuenta con impresionantes vistas al mar. La villa, además, destaca por sus zonas verdes y su piscina privada.

Tal y como informaba el medio citado, Morante de la Puebla no es muy aficionado al mar. La decisión de comprar un chalet en un entorno de playa estuvo motivado por sus hijos. El matador, cabe recordar, tiene un hijo, José Antonio (18), de su primer matrimonio con Cynthia Antúnez. Además, tiene dos hijas adolescentes, María (14) y Lola (12), junto a su actual mujer, Elisabeth Garrido.

Además de estas dos propiedades, Morante de la Puebla y su esposa son propietarios de un conocido bar de copas en su pueblo de origen, La Capilla. El local goza de una gran popularidad en la localidad, y hasta allí se desplazan grandes amigos del matador y aficionados al toro.

La despedida

El pasado domingo, 12 de octubre, Día de la Hispanidad, el diestro, entre lágrimas, se cortó la coleta y puso fin a su carrera llevándose dos orejas en Las Ventas. Un inesperado adiós en el que estuvo arropado por conocidas figuras patrias.

Morante de la Puebla saliendo por la puerta grande el pasado domingo, 12 de octubre. Gtres

Además de Santiago Abascal, en su despedida estuvieron presentes Isabel Díaz Ayuso (46), Cayetana Álvarez de Toledo (50), Tana Rivera (25) o el juez Santiago Pedraz (67). Morante de la Puebla se sobrepuso a una cogida y se llevó dos orejas que le permitieron salir de su última faena por la puerta grande de Las Ventas.