Este pasado martes, 16 de septiembre, Parfois ha dado la bienvenida al nuevo curso con un evento exclusivo en el corazón de Madrid, en el que se ha presentado la flamante colección de deporte de la firma y las últimas tendencias para la vuelta a la oficina.
El encuentro ha contado con la presencia de la modelo y empresaria Vanesa Lorenzo (48 años), como imagen de campaña del próximo lanzamiento de la marca, The Padel Club. EL ESPAÑOL ha estado presente en la cita y ha podido charlar con Lorenzo.
En uno de sus momentos más plenos y serenos, Vanesa hace balance de su vida, tanto como pareja de Carles Puyol (47) como madre de las pequeñas Manuela y María. Vanesa y Carles forman una de las parejas más sólidas del panorama nacional.
Vanesa Lorenzo, este pasado martes, día 16, en Madrid.
A muchos les sorprende que, pese al tiempo que llevan juntos, forjando una sólida familia, no hayan decidido dar el paso de sellar sus vidas. Vanesa se lo toma con sentido del humor. "Fíjate que no me pide matrimonio. Él me dice 'pues pídemelo tú'. A ver si nos animamos", dice, entre risas.
Vanesa, ¿cómo se encuentra?
Estoy muy bien.
En un evento en el que se habla de deporte y vida sana, usted no podía faltar.
No podía faltar. Yo no concibo la vida sin movimiento.
¿Cómo surge esta colaboración con Parfois?
Porque hay valores comunes, y es como muy orgánica y muy natural. Cuando me lo propusieron me gustó mucho toda esa transformación que está teniendo Parfois, esa frescura, esa versatilidad, que forma parte también de mi estilo.
¿Cómo definiría su estilo?
Yo lo definiría muy versátil. Soy ecléctica también. El humor está siempre conmigo, me acompaña. La vida sin humor es mucho más aburrida. Es una de las cosas que me gusta de esta colección. Sentirte vivo, y jugar.
Me gustan las colecciones, como esta, que te permiten expresar de una manera libre. La paleta de color me fascinó. El hecho de que también estuviera esta colección relacionada con el deporte me ayudó a decirme.
La modelo, posando para la prensa.
El deporte es su vida.
El deporte forma parte de mi vida. Y no el deporte de una manera como estricta, sino también ese sentimiento de comunidad. Son esos valores asociados, de la marca y míos. Crear comunidad a través del deporte.
¿Cuáles son las rutinas diarias de Vanesa?
A mí me gusta disfrutar de disciplinas distintas. Desde hace muchos años combino pilates, yoga y fuerza. Son las tres disciplinas que más me ayudan. Pero luego me divierte el pádel, porque soy malísima con palas y raquetas y es un deporte muy agradecido. También influye que mi chico está enganchadísimo y es como una obligación.
¿Se pican entre ustedes?
No, no, yo juego con mis amigas, que tienen el mismo nivel. Es un deporte muy divertido. Yo creí haciendo danza, nada que ver con el tenis ni con los palos. El pádel es muy comunidad, para pasártelo bien. Aparte de la disciplina de la que hablábamos antes, también está la diversión. Yo salgo, además, a caminar con mis perros siempre.
Usted tiene una empresa de emprendimiento, OMA.
OMA está en desarrollo. Se llama Orígenes, Mente y Alma. Es un proyecto vivo que está desarrollándose. Deseo acompañar con profesionales del sector de la salud y la belleza. Acompañar a crecer juntos, a cuidarnos mejor, a cumplir años de una forma más digna y saludable.
También con humor y sin dogmas, desde el respeto. Con OMA no deseo mensajes de adoctrinaje: es intentar informar y acompañar, para que cada uno elija qué le va mejor. Cada uno tiene una manera de pensar y de sentir.
¿En qué momento vital se encuentra Vanesa Lorenzo?
Pues estoy tan contenta. De verdad. Por un lado, cuando vas cumpliendo años, envejecer, es una faena. Porque tú ves que el cuerpo se deteriora, pero no me puedo quejar: yo me encuentro físicamente súper bien. Pero ves cómo cambiar, cómo salen arrugas...
Vanesa Lorenzo, muy sonriente, en su encuentro con los medios, este pasado martes.
La vida, el cumplir años...
Todo ese cambio forma parte de un proceso que deseo que sea para un crecimiento personal interno. Al final, el físico es importante y hay que cuidarlo, pero, sobre todo, lo que hay que cuidar es la mente. Como ésa no funcione, no funciona nada.
El otro día reflexionaba sobre lo dañinas que son las redes sociales y decía que había que tomar distancia para hacer descansar la mente.
Sí, exacto. Yo lo tomo con humor, me río de mí misma. Yo intento disociar en mi profesión. He crecido delante de una cámara y con una presión estética muy fuerte. Con el paso de los años, con la ayuda de la familia, he conseguido disociar: esta soy yo aquí y es una herramienta de trabajo y nada más.
Pero yo soy más que una herramienta de trabajo. Soy más que un físico. Todos somos herramientas de trabajo. Yo tuve la suerte de tener un físico que encajó en un momento dado, pues, oye, por qué no usarlo. Pero creo que es interesante disociar: lo que es la estética de lo que tú realmente eres. También para las nuevas generaciones.
¿Cómo es Vanesa como madre?
Pues con esto de disociar muy presente. Yo intento evitar conversaciones de estética, sobre el físico de las personas delante de mis hijas. Hablo de otras cosas. Les insisto mucho también en la belleza interna. La belleza va mucho más allá. Los mensajes a los niños hay que cuidarlos. Y como madre es una proceso de aprendizaje constante.
Retos continuos...
Totalmente. Yo con mis hijas trato de ser muy coherente. La disciplina positiva me ha ayudado muchísimo. Los pilares de la disciplina positiva me ayudan mucho. Por ejemplo, el respeto mutuo. A veces a los niños les tratamos como si fueran entes que hay como que maltratarlos y luego pretendemos que se enfrenten como adultos a la vida.
La empresaria, en el evento de Parfois, este pasado martes.
Volviendo a la presión estética, ¿alguna vez te ha resultado agobiante en su carrera como modelo?
Sí, muchísimas veces. Ten en cuenta que yo empecé haciendo publicidad y cine con 11 años. Entonces, no había redes, que menos mal. Yo me siento mucho más juzgada ahora que antes. Menos mal que me ha pillado con otra edad. Yo creo que las nuevas generaciones están muy expuestas.
Yo pasé por diferentes fases. Durante mucho tiempo muy enfadada por ser bajita, enfadada conmigo misma y con la genética. ¡Fíjate, qué absurdo! Querer ser otras personas no te lleva a ningún lado. Me reconcilié poco a poco diciéndome 'esto es lo que hay'. Son espacios de búsqueda y estamos en constante búsqueda.
Ahora mi búsqueda está en otro lado, está en la maternidad, está en el lugar de la familia, de mis proyectos. Pero cuando eres joven la búsqueda está en que te acepten, en formar parte de algo.
Hablemos de amor, hablemos de Carles. Llame la atención que aún no estén casados.
Ah, no, no. Pero más casados que estamos, imposible. Fíjate que no me pide matrimonio. Él me dice 'pues pídemelo tú'. A ver si nos animamos.
¿Siente en realidad la necesidad de casarse?
Yo creo que cuando formas una familia, el padre de tus hijos lo es todo. Aunque Carles y yo nos separáramos, va a estar en mi vida siempre. La persona que eliges para tener hijos son palabras mayores.
