Publicada

Los vestidos de punto calado se han convertido en la prenda estrella del verano 2025. Son ligeros, frescos y tienen un aire sofisticado que realza cualquier silueta.

Entre las figuras que se han rendido a esta tendencia se encuentra Virginia Troconis (45 años), que ha conquistado a sus seguidores de Instagram con un diseño de Sandro París en color crema que enamora.

La pieza, confeccionada en una delicada malla de crochet en tono beige, incorpora detalles florales, escote redondo y una espalda escotada cruzada con finas tiras. Uno de sus puntos fuertes es la combinación desmontable en el mismo color, que aporta comodidad y versatilidad al conjunto, permitiendo adaptarlo a distintos contextos.

Virgina Troconis, con un vestido de Sandro París, en una imagen de sus redes sociales. Instagram

El estilo effortless

Con su caída fluida hasta los tobillos, el vestido de Virginia Troconis el effortless chic tan característico de la maison francesa y que también forma parte del sello personal de la venezolana.

Una elección que demuestra su inclinación por prendas que aúnan comodidad, feminidad y elegancia sin necesidad de excesos.

El diseño con guiños románticos que la mujer de Manuel Díaz El Cordobés (57) ha mostrado en sus redes sociales cuesta 227,50 euros y está disponible en varias tallas: desde la 34 hasta la 42.

Cómo combinarlo

Para completar su estilismo, la venezolana ha optado por sandalias planas de inspiración joya, un bolso metalizado en plata y joyas minimalistas en dorado: aros dorados en formato XL, anillos y un reloj clásico.

Una combinación sobria y luminosa que refuerza el aire veraniego del look y lo convierte en una propuesta ideal para las noches estivales. Sobre todo las del mes venidero, septiembre, que auguran ser bastante más frescas que las del presente agosto.

Vestido largo de punto beige para mujer, de Sandro París. Sandro París

Sensualidad y elegancia

Con este outfit, Virginia Troconis no solo reafirma su gusto impecable, sino también su posición como referente de moda estival. En esta ocasión, apuesta por todo un clásico.

Los vestidos de punto calado empezaron a llevarse en la década de los 70, en plena influencia hippie y bohemia. Desde entonces son un must del verano.

Este tipo de diseños, fabricados por lo general de manera artesanal, no suelen pasar de moda. La razón es que combinan comodidad, frescura, femineidad y tendencia, y versatilidad. Se adaptan a distintos estilos y ocasiones: desde los más informales a otros más urbanos o de noche, combinados con los accesorios adecuados.

Su atuendo, equilibrado entre sencillez y sofisticación, vuelve a marcar tendencia y demuestra que la clave del estilo está en la autenticidad y en saber elegir prendas atemporales con un toque de actualidad. ¿El resultado? Una imagen de sensualidad y elegancia relajada.