La cantante Pastora Soler en un concierto.
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La cantante, inmersa en una larguísima gira, está recorriendo toda España para celebrar lo que ha significado para ella su carrera profesional. Jerez de la Frontera, Salobreña y Málaga son sus próximos destinos.
Esta última parada , fechada para el 22 de agosto, tendrá lugar dentro del festival Marenostrum Fuengirola, donde actuará ante la atenta mirada de más de 18.000 personas, a orillas del mar Mediterráneo y en los jardines de un castillo medieval datado en el siglo X.
En uno de los momentos más especiales de su vida, se presenta con una de sus giras más importantes. "Llevamos mucho tiempo haciendo esta gira, pero es que me encanta hablar y contar todo lo que he sentido, cómo lo he vivido", ha comenzado diciendo la cantante sevillana.
Y añade: "Ya tenemos fechas cerradas para el próximo año y estoy escuchando nuevas cositas que me lleven a crear un nuevo trabajo".
Pastora Soler se enfrenta a una gira en la que no solo celebra 30 años de carrera profesional, también representa a una cantante que comenzó siendo una niña y se ha convertido en una gran mujer. Así es como ha transicionado Pilar en Pastora Soler.
En alguna ocasión, la cantante ha confesado que su nombre artístico no dependió de ella, y eso es lo que hace que haya un crecimiento personal y profesional dentro de la misma artista. "Quiero que la gente, cuando viene a mis conciertos, me conozca de verdad. Les cuento mi vida, les cuento todo, porque me gusta escenificarlo todo", ha confesado.
Pastora Soler en uno de sus conciertos.
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Además, durante esta charla no solo ha habido tiempo para hablar de su carrera musical, sino también para celebrar los 21 años que lleva de relación con Francis Viñolo (46), el coreógrafo y director artístico de programas de televisión que se ha convertido en su marido y padre de sus hijas.
"Es muy importante tener una persona al lado que te entienda, que sepa dónde estás y que, además, en esta profesión es muy complicado confiar, y él me lo dio todo. Además, no es porque sea mi marido, pero es la persona que me hace sentir viva la llama del amor", ha expresado.
La conexión entre Francis y Pastora se remonta a muchos años atrás, concretamente al 19 de octubre de 2009, cuando se dieron el 'sí, quiero' en Coria del Río, ciudad natal de la cantante. "Lo quiero más que antes. No hay mariposas en el estómago ya, el amor ha cambiado, pero sí, lo quiero más que antes", añade.
Durante tantos años de carrera, la sevillana se ha convertido en una de las artistas más importantes de nuestro país. Se convirtió en un fenómeno en los años 2000, cuando debutó con su single Dámelo ya; se consagró después de tantos éxitos y discos de platino, y acabó redirigiendo su carrera tras ser seleccionada para representar a España en el Festival de Eurovisión con su tema Quédate conmigo, el cual recuerda como uno de los "mejores momentos vividos encima de un escenario".
Aunque para Pastora Soler su vida artística no ha sido un camino de rosas -de hecho, su gira se llama Rosas y espinas-, según ha confesado la propia artista, durante su carrera "hubo más espinas que rosas". Y una de ellas fue la más traumática para ella.
El 8 de marzo de 2014, la sevillana se desmayó en el escenario del auditorio del Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla, lo que obligó a cancelar su concierto.
"Dicen que cuando tienes un hecho muy traumático, no recuerdas muchas cosas. No me acuerdo de lo que pasó exactamente cuando me desplomé, pero sí que recuerdo que me costó mucho darme cuenta. Hay veces que los artistas nos centramos mucho en el trabajo y nos olvidamos de cuidarnos", ha manifestado al recordar ese mal trago.
Pastora Soler y su marido, Francis Viñolo, en una imagen de sus redes sociales.
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Y añade: "Tras el parón me di cuenta de que nada tenía sentido, que tenía que cuidarme. Rompí de alguna manera y pensé que no volvería a cantar".
Sin embargo, ese parón del que habla la cantante se convirtió en uno de los más bonitos de su vida. Aquel momento amargo se transformó en uno dulce, ya que se quedó embarazada de su primera hija, Estrella. "En el momento que me quedé embarazada entendí que pasó porque tenía que pasar", expresa.
Y no fue hasta el año 2017, junto a uno de sus grandes amigos, cuando se atrevió a volver a subir al escenario. "Mi primera vez de nuevo sobre el escenario fue junto a Alejandro Sanz, y menos mal, porque estaba atacada. No sabía cómo hacerlo y lo saqué adelante, con él de la mano", ha recordado con emoción.
Cuando pensó que ya había superado ese duro trance, la vida volvió a golpearla, esta vez con una pérdida que no se esperaba: en el año 2020 su padre falleció. "Es muy difícil subir al escenario y saber que no está. Cuando cualquier persona se enfrenta a una pérdida tan importante como es la de un padre o una madre, la vida te cambia por completo, te lo tomas todo mucho más tranquilo", manifiesta.
Aunque la Pastora Soler que comenzó con escasos 14 años ya no tiene nada que ver con la de ahora, la artista ha querido hacer un balance de cómo ha cambiado Pilar tras la carrera meteórica de Pastora Soler. "La vida ha cambiado mucho, y yo con ella. La maternidad me hizo cambiar, soy otra persona", comenzaba diciendo.
"Me di cuenta de que ahora lo doy todo por ellas, cuando antes la prioridad era otra", relata. Y añade: "Me han pasado muchas cosas bonitas y, ahora que celebro los 30 años, me gusta recordarlas. Eso lo digo siempre sobre el escenario a la gente que va a mis conciertos".
Pastora Soler en un acto público.
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Además, EL ESPAÑOL le ha preguntado a la artista sobre sus amistades dentro de la industria musical, especialmente por Vanesa Martín (44) y Malú (43), ya que es de dominio público la buena relación que tienen. "Me he encontrado con mucha gente buena dentro de la industria, de verdad. Pero, sin duda, hay personas que no quiero volver a ver y que me han hecho mucho daño, aunque son las menos", ha confesado.
Y, sobre sus amigas, ha dicho que está muy feliz de que estén en su vida, ya que son mujeres a las que les ha costado mucho estar donde están.
"Las mujeres artistas de mi época hemos luchado mucho para que las de ahora tengan tantos beneficios. Hemos sido unas currantas. En unos años, las artistas de esa época tendrán que agradecer a Aitana o a Lola Índigo el darles la oportunidad de llenar estadios, en un mundo donde las mujeres ahora son las que lideran la música", ha expresado con orgullo Pastora Soler.
Para concluir, la artista ha confesado que sobre el escenario tiene unos momentos muy bonitos que recordar, como los citados anteriormente: la reaparición con Alejandro Sanz o el show de Eurovisión.
Sin embargo, llama la atención que esta gira, donde celebra sus 30 años sobre el escenario, sea el telón perfecto para reconciliarse con su público, con aquella niña que siempre quiso ser cantante, a la que le pusieron su nombre artístico y que ha conseguido ser una de las mejores cantantes de nuestro país.
Pastora Soler ha remado en la dirección correcta, haciendo que su voz, su arte y su quejío se conviertan en una de las leyendas vivas de la música española.