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Se despierta Madrid con un soleado día, perfecto para subir a la planta 14 de uno de los edificios más altos de la Gran Vía madrileña y mantener una charla de lo más divertida y entretenida con una de las presentadoras y mujeres más codiciadas de la televisión española: Nuria Roca (53 años).

Su vida, sus looks y su forma de pensar se han convertido en imprescindibles desde que es una de las protagonistas de la pequeña pantalla. Actualmente colabora en El Hormiguero y presenta su propio programa de televisión, La Roca; sin embargo, nunca abandona los proyectos que le hacen feliz, como el que este jueves, 26 de junio, ha presentado en el centro de la capital.

EL ESPAÑOL se sienta con Nuria Roca mientras las vistas del skyline de Madrid se convierten en el mejor telón de fondo para hablar sobre su presente, sus futuras vacaciones y la relación que tiene con sus hijos. Esta charla ha sido de lo más divertida y, entre risas, la presentadora ha confesado que se encuentra en uno de los mejores momentos de su vida.

Nuria Roca en el evento de Aquaservice en Madrid. Cedida a EL ESPAÑOL

Nuria, que es una persona muy comprometida con el medioambiente y el consumo responsable de agua, ha celebrado un evento en el que el hogar ha sido el gran protagonista, un año más junto a Aquaservice. La empresa que le ha acompañado durante años, ha realizado un estudio en el que ha confirmado que el 74% de los españoles afirma que el entorno del hogar influye directamente en su estado de ánimo. 

Además, es una empresa que tiene muy presente a la presentadora, ya que forma parte de su hogar y de la cocina de su casa. "Combina bien en cualquier lugar de casa, aunque la tengo en la cocina, que es donde paso más tiempo", ha empezado diciendo en esta entrevista con EL ESPAÑOL.

¿Cómo se encuentra? ¿En qué momento está?

Pues estoy en un momento, ahora mismo a final de temporada, un poco agotada. Porque al final de temporada se te van acumulando todas las cosas que tienes que ir sacando adelante. Ha sido una temporada muy intensa y de mucho trabajo, así que estoy deseando coger vacaciones. Aun así, estoy muy feliz, muy satisfecha, muy, muy contenta… muy en paz, y eso es muy gratificante.

Últimamente la vemos con mucho trabajo, y muchas mujeres se quejan de que, al llegar a cierta edad, dejan de contar con ellas. ¿Cómo lo lleva usted?

No, no es esta la época en la que más trabajo he tenido. Sí que tengo mucho trabajo, pero ha habido otras épocas en las que hacía tres programas de televisión en tres ciudades distintas cada semana. ¡Imagínate! En Valencia, en Barcelona y en Madrid. Así que depende… Lo que pasa es que ahora hay mucha más exposición, y todo lo que haces tiene mucha más repercusión.

En cuanto a cumplir años, usted tiene 53. ¿Cómo lo vive profesionalmente?

Estoy en un momento de plenitud profesional muy importante y muy interesante. Y habrá otra gente que no esté en ese punto, pero eso depende de cada persona. Si te sucede, fenomenal. Y cuando no, pues es una faena.

Nuria Roca. Cedida a EL ESPAÑOL

¿Tiene miedo de que deje de sonar el teléfono en algún momento?

Para nada. Pero no por nada en concreto, sino porque ya te inventarás otra historia. Hay que estar trabajándose constantemente y aportando cosas nuevas. Siempre se identifica el trabajar con estar delante de la cámara, pero no es así. A veces se trabaja detrás, y sin publicarlo en redes sociales, trabajas mucho más que de otra manera. Yo trabajo con muchas mujeres de mi edad y mayores. Sin ir más lejos, la directora de La Roca es de mi quinta, y hacemos un tándem fantástico.

¿Se ha sentido en algún momento menos valorada por ser mujer en su sector?

Esto es como todo. La mujer ha tenido una evolución, y estamos intentando alcanzar esa igualdad que nos merecemos, evidentemente. En ese tránsito, hay cosas que ahora te chirrían y que hace 20 años no lo hacían. Estamos en el camino, por supuesto. Pero no me gustan las cuotas. No me gusta que una mujer sea mejor por ser mujer, ni que un hombre lo sea por ser hombre. Para mí, la igualdad es totalidad absoluta. Y hasta que no la consigamos, yo no pararé. No depende del género, depende del ser humano.

Y con Juan del Val, ¿qué tal todo? ¿Estáis bien?

Sí, por supuesto, todo genial.

Después de tantos años de relación, ¿cómo se mantiene viva la llama del amor?

Creo que es un trabajo constante. Hay que trabajar la pareja desde el primer día, no cuando empieza a fallar. Cuando mejor va, más hay que cuidarla. Hay que regarla, como a una planta. Hay muchas parejas que están juntas, pero no se gustan.

Se está visibilizando mucho el tema de la terapia de pareja. ¿Usted ha acudido alguna vez?

No, nunca he ido a terapia de pareja. Tampoco he ido nunca al psicólogo. Juan sí ha ido, eso sí. Quiero decir, depende de quién lo necesite. Me parece estupendo. Es una herramienta más. Cuantos más recursos tengas para solucionar tus problemas, mejor. Pero yo, personalmente, nunca he ido.

En los últimos meses se ha sabido que su hijo Juan ha estado trabajando en Supervivientes. ¿Cómo ha vivido eso como madre?

Pues mira, tengo un hijo mediano, Pau, que está en primero de Comunicación Audiovisual. El mayor, Juan, terminó ayer su última asignatura de un doble grado. El año pasado acabó Publicidad, y este, Marketing. Ahora se está buscando la vida, como todo el mundo, trabajando. Empezó haciendo prácticas en Supervivientes, se fue tres semanas y acabó quedándose mes y medio. Y ahora vuelve a irse.

Nuria Roca y Juan del Val Roca en su graduación. Instagram

¿Lo ha echado de menos?

Echo de menos a todos mis hijos… y a veces de más también (ríe).

¿Y cómo lleva que ya no estén en casa?

Yo estudié fuera, me independicé muy pronto. Creo que es necesario. Otra cosa es que a mí me encanta estar rodeada de mis polluelos, pero entiendo que eso es la vida. No me genera síndrome del nido vacío ni nada por el estilo. Sé que esto va por etapas y estoy disfrutando mucho de esta, en la que se me necesita menos como madre. Es una necesidad distinta, elegida, y me parece mucho más bonita.

Por último, después de tantos años de trabajo, ¿cómo se toma las críticas?

Las críticas constructivas intento escucharlas y aprender de ellas si creo que pueden tener razón. Me parecen útiles, porque ayudan a mejorar. Eso de la crítica constructiva está muy bien. Y las que son dañinas, me entran por un oído y me salen por el otro.

También hay que tener claro que, si eres un personaje público, te van a criticar. Va en el sueldo. ¿Cuál es el problema? Ninguno. Quiero decir, a mí que alguien me critique, me parece bien… ¡si yo también lo hago!.