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Tras meses alejada del trabajo, Belén Rodríguez (59 años) ha reaparecido en televisión. Lo ha hecho en el plató de Fiesta, junto a Emma García (51), donde ha contado con todo lujo de detalles cómo ha sido su duro tratamiento contra el cáncer. "Tenía muchas ganas. Pensaba que estaba mejor. Estoy blandita", ha empezado diciendo.

Nada más arrancar la entrevista, ha reconocido que no atraviesa su mejor momento. Se siente desanimada. "Pensaba que estaba mejor anímicamente y estoy como triste. Ha sido entrar aquí y me he desubicado. Me ha dado como el bajón. Es la primera actividad que hago y en cinco meses es la primera vez que estoy fuera de mi casa".

Durante su forzoso 'retiro' se ha centrado en luchar contra el cáncer de garganta que le diagnosticaron hace cinco meses. En este tiempo ha tenido que afrontar todo tipo de adversidades: desde la parálisis de una cuerda vocal, lo que ha hecho que se quedara sin voz, ha perdido el gusto, padece sequedad de piel e incluso ha sufrido una intoxicación de morfina. Además, ha perdido 9 kilos.

Belén Rodríguez, en su regreso a televisión tras meses alejada del trabajo tras ser diagnosticada de cáncer. Mediaset

Cuando le detectaron el tumor, ya se encontraba "mal y sin voz". "Cuando me hicieron la biopsia el bulto estaba en un estado muy avanzado. El cáncer es de 0 a 4 y yo estaba en un estadio 3. El bulto sobrepasaba la laringe. Era una cirugía invalidante porque me hubieran tenido que quitar la laringe con una traqueotomía entera. La otra opción eran 35 sesiones de radioterapia seguidas y tres quimioterapias. La quimioterapia potenciaba tanto los efectos buenos como los malos de la radioterapia", ha recordado. "Cuando me dijeron lo de la laringe no fue una opción. Comprendo que haya gente que lo haga, pero no lo hubiera hecho. Para mí no era opción".

"Tenía la piel asfixiada"

Recientemente ha estado enferma: "Estaba fuerte. Pero cogí un virus de estómago que estaba que me moría. No tenía nada que ver con lo mío, pero he sufrido mucho los últimos 15 días del tratamiento, con el dolor, con los alimentos. He perdido el gusto. Me ha costado mucho comer... Ya estoy en el camino, ya me voy a recuperar y vuelvo a lo mismo. El tratamiento ha ido muy bien".

En su charla con Emma García ha hecho referencia, con naturalidad, a otra de sus secuelas: la falta de sensibilidad en algunas zonas de la piel: "Si se me cae el moquillo dímelo porque no tengo sensibilidad aquí". Otro efecto adverso es la sequedad: "La radioterapia reseca muchísimo la piel. He estado tres meses sin teñirme. Tenía una raíz hasta aquí. Y afortunadamente no se me ha caído el pelo... Tenía la piel asfixiada".

"Parálisis en una cuerda vocal"

A Belén no le resultó fácil asumir su enfermedad: "No tenía conciencia de que estaba enferma de cáncer. Sabía que tenía un bulto, pero en ningún momento pensé 'soy una enferma de cáncer'. Antes de estar enferma pensaba que la gente con cáncer se iba a morir, que era una enfermedad mortal. Ya sé que la gente se cura y que no equivale a muerte. Pero cuando estoy en la consulta de los médicos pienso 'pobrecitos los que tienen cáncer'. Pero yo también 'pobrecita, tengo cáncer'. En su día no le di la importancia que tenía".

"Me empecé a encontrar mal y a encontrarme sin voz. Lo de la voz ha sido un milagro porque tenía parálisis en una cuerda vocal. Hoy es el día que mejor estoy de voz. Me dijeron que iba a necesitar un foniatra, un logopeda y ácido hialurónico... La verdad es que la estoy recuperando bastante bien. Pero en la vida lo que mejor se me da es reponerme", añadía.

Belén Rodríguez, a la salida de un hospital en Madrid. Gtres

Uno de los momentos más críticos de su tratamiento fue cuando sus médicos no lograban dar con las dosis adecuadas de los medicamentos: "Me descubrieron un ganglio que tenía afectado y me tuvieron que subir los niveles de la radio. Me pusieron primero parches de fentanilo, que no me hicieron efecto. Me fueron subiendo la dosis".

"Pasé miedo en el hospital"

"Luego en el hospital probaron con morfina porque tenía muchísimo dolor. Luego en el hospital probaron con la morfina me intoxiqué y empecé a tener alucinaciones. Pensaba que estaba en un barco. Discutía todo el rato... Hasta que dieron con el tratamiento adecuado fue muy duro. Pasé mucho miedo en el hospital", narraba.

Por suerte, todo eso pasó y solo tiene palabras de agradecimiento al personal sanitario. "Gracias a todos los médicos, a todas las enfermeras... Me queda verlos el resto de mi vida durante por lo menos 10 años". Al hablar de los profesionales que han llevado su caso, ha destacado: "Ellos no pensaban que yo fuera tan obediente. He hecho deporte todos los días menos los días que estuve ingresada... Y llevo tres meses sin fumar".

También ha dado las gracias a los amigos que han estado a su lado. Entre ellas, Carmen Borrego (58), que "se ha portado fenomenal conmigo".

La tertuliana ha estado arropada por sus amigos en su celebración. Instagram

La última vez que habíamos tenido noticias de la colaboradora fue el pasado 23 de marzo, cuando se reunió con sus seres queridos para celebrar su 59 cumpleaños en un restaurante de Madrid. Rodeada de amigos como Carmen Borrego o Belén Esteban (51), Belén celebraba la vida por todo lo alto.

"Está siendo un cumpleaños muy especial. Empecé en enero con el tratamiento y hoy, 23 de marzo, ya empiezo el año nuevo", explicaba entonces en una conexión en directo con Fiesta. "Estoy de la voz regular, como veis todavía, pero ya por lo menos puedo hablar. Ya lo celebraremos. Me he bajado a tomar una cañita con unos amigos. Eva, Emma, os mando un abrazo inmenso y muchas gracias por todo. Os quiero y os echo de menos".

"Estoy triste, me siento sola"

Belén Rodríguez puso fin al tratamiento de quimioterapia el pasado 14 de febrero, día de su última sesión. Fue a finales de noviembre de 2024 cuando anunció que le habían diagnosticado un cáncer de garganta. En la actualidad se encuentra en proceso de recuperación.

A día de hoy afronta su futuro con optimismo, aunque con algunos temores: "He tenido muchísimo miedo. Estoy muy triste. He estado fuerte esta temporada porque necesitaba curarme, pero cuando ha acabado todo... El último día de hospital tenía tantísimo dolor que no podía. En los últimos 15 días he claudicado. Demasiado aguanté".

El próximo mes de mayo se someterá a nuevas pruebas diagnósticas: "Tengo otro PET-TAC. Ahora me da miedo". Sincera, ha compartido otra confesión: "Me cuesta reconocer esto, pero ahora tengo una sensación que no he tenido nunca en mi vida. Ha estado tan pendiente la gente de mí que ahora estoy incorporándome a mi vida. Y me ha invadido una sensación de soledad".