Hace unos días se hacía pública, a través de una revista del corazón, la complicada situación que atraviesa la actriz Mónica Cervera (48 años), quien dos décadas después de saltar a la fama con la comedia Crimen ferpecto, y estar a punto de alzarse con el Goya a Mejor Actriz, lleva un año y medio viviendo en la calle, en Marbella.
La artista, que duerme a la intemperie en un banco de la localidad malagueña y guarda todas sus pertenencias en una mochila, ha roto, en los últimos días, su silencio en el programa Fiesta, y ha manifestado su deseo de superar este delicado trance lejos del foco mediático: "Estoy intentando salir de aquí con mis propios pasos. Llevo un año y medio esperando la renta mínima de inserción o ingreso mínimo vital".
Y añadía Cervera, en su inédita intervención y con un dejo de enfado: "Estoy a la espera, simplemente, de que me lo aprueben. No te preocupes por mí, habéis estado quince años sin mí y, de repente, ¿os preocupáis por mí de qué? Con perdón de las palabras, pero estoy hasta el moño. No quiero saber nada".
Un durísimo bache en el que se rumorea que Mónica no habría contado con el apoyo de la industria -y de los que fueron sus compañeros de profesión-, y sobre el que se han pronunciado actrices como Lola Dueñas (52), Marisa Paredes (77), Carmen Machi (61) o Clara Lago (33) en el Concierto de Año Nuevo que Los Javis han organizado con Stella Maris, el grupo creado para su exitosa serie La Mesías.
En primer lugar, Marisa, impactada porque desconocía la crítica situación de la malagueña, no ha dudado en mostrarle su apoyo ante las cámaras de Europa Press y ha hecho un llamamiento para que alguien le dé una oportunidad para salir adelante: "El mejor consejo sería que la contraten", ha reconocido.
Carmen Machi, por su parte, ha salido al paso de las especulaciones que apuntan a que Mónica sería un juguete roto de la industria, y ha asegurado que el momento que vive, y el hecho de ser actualmente una sintecho, "no tiene nada que ver con la profesión". "Es una cuestión personal de alguien, nada más", ha afirmado Machi, evitando entrar en detalles porque desconoce "los antecedentes" que han llevado a su compañera hasta esta situación límite.
Igualmente discreta se ha mostrado Lola Dueñas, una de las protagonistas de La Mesías, quien, confesando la inmensa suerte que tiene de poder vivir de lo que le apasiona, ha reconocido que también es algo "muy duro para quien de verdad quiere ser actor y no tiene trabajo porque cualquiera que tenga cabeza sabe que esto no es sólo lo que se ve. Es una profesión preciosa, pero es verdad que es muy bestia".
"Mónica siempre fue muy sensible y es una profesión muy dura", ha apuntado Dueñas, mostrando su apoyo a la artista, a la que "le tengo muchísimo cariño, además. Muchísimo. Ojalá le vaya bien".
Clara Lago, que confiesa que en su caso lleva con "bastante naturalidad" la "incertidumbre" que rodea a los actores entre trabajo y trabajo, ha aprovechado el caso de Mónica Cerveza para denunciar la dura realidad de "gente de la profesión, sobre todo más mujeres", que "llega una edad donde de repente parece que no hay trabajo para todas".
"Conozco casos y es un bache difícil, pero por suerte parece que eso está empezando a cambiar", ha añadido Lago, comentando que en el caso de la protagonista de Crimen perfecto "no me siento capaz de opinar porque no me he enterado de la noticia, pero creo que es algo bastante generalizarlo y está muy bien visibilizar, por supuesto".
"Esto es una realidad para actrices que uno nunca pensaría que le puede pasar, han tenido mucho nombre y de repente desaparecen, lo pasan mal", admite Clara, denunciando que su profesión es "una lotería y son pocas las que consiguen tener una carrera absolutamente constante cuando se llega a ciertas edades".