Enero está siendo un mes muy especial para Máximo Huerta (52 años). A punto de presentar su nuevo libro, París despertaba tarde, el escritor celebra el primer aniversario de uno de sus grandes proyectos, la Librería Doña Leo. 

Este miércoles, 10 de enero, se cumple un año desde que Máximo Huerta inauguró su ansiado local en Buñol, Valencia, donde se instaló hace un tiempo para cuidar a su madre. En medio de un difícil momento por el delicado estado de salud de su progenitora, el escritor se atrevió a cumplir uno de sus sueños. 

El local era un antiguo horno situado en la calle Cid, frente al ayuntamiento. Ahora es un lugar de encuentro para los lectores, un punto de referencia para los habitantes del pueblo y un éxito en la carrera profesional del periodista. "Solo él podía conseguir eso en Buñol; revolucionar con la lectura y hacer que se genere cola kilométrica en su librería. Máximo tiene estrella", decía hace unos meses a EL ESPAÑOL una persona que trabajó con el escritor en el grupo audiovisual Mediaset España. 

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El que fuera ministro de Cultura hace balance de los 12 meses del proyecto, mostrándose sumamente agradecido por la gran acogida que ha tenido "esta pequeña librería", como él mismo la define. Lo hace a través de su cuenta de X -anterior Twitter-, compartiendo varias imágenes del día que abrió las puertas del local. 

En la cuenta de Instagram de la librería, el comunicador también comparte un emotivo mensaje de agradecimiento: "Un año después de aquel precioso momento en el que abrimos la puerta azul, pienso en todos los que habéis venido hasta esta pequeña librería desde mil rincones de España. Os doy las gracias por el sueño. Por hacer de Doña Leo un hogar. Gracias. Hoy haremos lo que más nos gusta: encender la lámpara, poner el cartel de abierto y elegir libros para vosotros. Postdata: guau".

El día que Máximo inauguró su local, desde primera hora de la mañana la calle se llenó de curiosos. Doña Leo generaba gran expectación y Máximo es un vecino querido y apreciado en Buñol. Alrededor de 100 personas acudieron a la inauguración de la librería. Entre ellos el presidente de la Diputación de Valencia, Toni Gaspar; o altos cargos del Gobierno de Ximo Puig.

Máximo siempre quiso tener un negocio de este tipo, tal y como él mismo confesó a este periódico. En su pueblo no había un local similar y él se atrevió a ser el primero en montarlo. Aunque fue "un trayecto complicado", el escritor aseguró en este medio que también fue un proceso divertido. 

La librería tiene su toque personal. Está ambientada en París, como varias de sus novelas, y tiene el mismo nombre que su perra, Doña Leo, a la que recogió en la calle hace un tiempo y se ha convertido en su gran compañera -y casi en su "editora"-, como él mismo comentó en conversaciones con este periódico. 

En su negocio, Máximo Huerta cuenta con la ayuda de una mujer, de nombre Nuria, que, según se explicaban a este medio, se encarga del "merchandising y el envío de los libros". Antes también lo hacía el que fuera su pareja, Juan Castillo, con el que puso fin a su relación después de cinco años de amor, tal y como reveló en exclusiva EL ESPAÑOL el pasado octubre.