Desde el pasado mes de marzo Shakira (45 años) y Gerard Piqué (35) hacen vida por separado. Una situación que se formalizó el pasado 7 de noviembre cuando tras doce horas de negociaciones, la abogada de la cantante, Pilar Mañé, y el letrado del deportista, Ramón Tamborero del Pino, llegaron a un acuerdo tras cinco intensos meses de negociaciones en secreto. No todo ha sido perfecto, pero al menos, sus hijos Milan (9) y Sasha (7) son los más beneficiados.

Shakira ha perdido. Este 2022 ha perdido a su gran amor, ha perdido los papeles por hacer(le) una peineta; ha perdido porque en la letra del videoclip Monotonía le tira dardos a Piqué; ha perdido porque se ha desentendido del palco privado en el Nou Camp desde el que veía los partidos; ha perdido porque la Fiscalía pide ocho años de prisión por seis delitos contra la Hacienda Pública por un presunto fraude fiscal de 14,5 millones de euros; ha perdido 90 millones de euros a las arcas de nuestro país por las rentas mundiales no generadas en España y ha perdido porque acusa a Hacienda de perseguirla de manera inaceptable y de dañar su imagen.

Lo prioritario para la pareja eran sus hijos. A toda costa querían evitarles el sufrimiento y, sobre todo, la exposición mediática por la persecución de los paparazzi a quienes el exdefensa del Barça solía despistar acelerando el coche por las céntricas calles de Barcelona. Sin embargo, hay que agradecer a ambos que desde el nacimiento del primogénito exigieran no pixelar su rostro porque "no lo quiero esconder, estoy muy orgulloso. Yo veo a los niños de famosos que salen en las fotos con la cara tapada y no lo entiendo. Yo no quiero que a mi hijo le saquen con la cara pixelada. Tendrá nueve años, mirará la revista y dirá: ¿no tengo cara, yo no soy nadie?", afirmó Piqué en su momento al diario El País.

[Shakira y Gerard Piqué, cara a cara en los juzgados para ratificar su acuerdo por la custodia de sus dos hijos]

Shakira entrando en los Juzgados para ratificar su acuerdo de divorcio. Gtres

Sin duda, van a ser las navidades más amargas para la intérprete del Waka Waka, la canción del Mundial de Sudáfrica que unió a Shakira y Piqué en 2010. En diciembre de ese mismo año, con motivo de la presentación del anuncio de Freixenet, desmintió su relación al calificarla de waka-rumor. Sin embargo, este terminaría por convertirse en waka-noticia porque lo suyo se confirmó en febrero de 2011.

El 1 de enero de 2023 está previsto que la colombiana resida ya junto a sus hijos en la mansión que posee en Miami Beach (Florida, Estados Unidos) donde tendrá como vecina a Gloria (65) y Emilio Estefan (69), que no dudaron en enviarle un mensaje de apoyo a través del diario El Universal cuando se enteraron de los hechos. La residencia tiene 750 metros cuadrados, con embarcadero privado y valorada en 10 millones de euros.

A pesar de que Piqué seguirá viviendo el amor junto a Clara Chía (23) en Barcelona, tendrá derecho a ver a sus hijos diez días al mes en Miami y disfrutar de ellos el 66% de las vacaciones anuales. Tras la separación decidió retirarse del Barça. En esta ocasión, él ha sido el malo de la película, pero en la anterior, a Shakira le tocó el mismo rol al simultanear esta relación con la de Antonio de la Rúa (48), con quien estuvo once años.

[El padre de Shakira, William Mebarak, ingresado en una clínica de Barcelona por su delicado estado de salud]

La ya ex pareja en Nueva York en 2019. Gtres

Una vez que las aguas han vuelto más o menos a su cauce, una de las mayores preocupaciones para la intérprete de La bicicleta es la delicada salud de su progenitor, William Mebarak (91), que ha sufrido un derrame cerebral. En todo momento, junto a él, ha estado Nidia Ripoll, su amorosa esposa y madre de Shak.

La pareja más perseguida por la prensa rosa en Barcelona construyó una mastodóntica mansión en una parcela de 3.800 metros cuadrados en Sant Just Desvern, cotizada zona a las afueras de la ciudad, en la que también se edificaron otras dos amplias viviendas. En una de ellas vivían los padres de Shakira. Desde el principio la pareja estuvo de acuerdo en vender la propiedad. El precio oscila entre los 10 y los 14 millones de euros. En un pasado pretérito y pluscuamperfecto queda ya el tema Me enamoré, que la artista dedicó a su chico en 2017.

Mansión de la cantante en Miami. Gtres