En los últimos días, la salud de María Teresa Campos (81 años) se ha convertido en noticia y pasto de titulares desde que la presentadora decidiera interrumpir sus vacaciones en Málaga y regresar a su casa de Madrid. Su hija mayor, Terelu Campos (56), mostró su preocupación y tristeza por que su madre no consiguiera divertirse y relajarse en su casa de veraneo. 

No es el primer verano que Teresa Campos opta por hacer las maletas antes de tiempo y poner rumbo a su rutina en la capital de España, al lado de su fiel chófer y mano derecha, Gustavo Guillermo. Para conocer cómo se encuentra realmente la comunicadora andaluza a nivel anímico y de salud, EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con una persona que la frecuenta y trata diariamente, un amigo de toda la vida y que no se jacta de serlo

Este hombre se llama Yusan Acha Frías (51), es director de proyectos y un gran amante de la televisión desde que en su Vitoria natal se le despertara la vocación. Amigo y confidente, familia de María Teresa y el último profesional que la vio en activo en el extinto espacio ¡Qué tiempo tan feliz!, donde Acha fue director. Yusan es de esos amigos que no necesitan anunciarse en una visita, que llama y es atendido siempre. 

Teresa Campos junto a Yusan Acha Frías en una de sus reuniones semanales para comer. Imagen cedida a EL ESPAÑOL.

Mantiene largas conversaciones con Teresa y sabe, casi mejor que nadie, cómo está ella, qué siente y cómo ve su presente y su futuro. Eso sí, nunca le ha gustado vanagloriarse de su amistad con la legendaria presentadora, y con este periódico hace una excepción para hacerle su pequeño homenaje a Campos.

La primera pregunta parece obligada, cómo está en realidad Teresa Campos, y Yusan Acha es claro y conciso: "Teresa, obviamente, tiene edad y los achaques lógicos, pero, sobre todo, y por encima de todo, está aburrida. Siempre ha tenido mucha actividad y el estar ahora en casa sin nada que hacer la deja aburrida y triste. Y sin ganas de nada". 

[Teresa Campos finaliza por sorpresa sus vacaciones en Málaga: la preocupación y "tristeza" de su hija Terelu]

Él, con sus llamadas y sus visitas semanales para comer, trata de que venza ese "aburrimiento" supino en el que parece sumergida María Teresa desde que se quedó sin trabajo. No hay un pasatiempo que termine por llenarla, ni siquiera aquellas partidas de cartas que, cada viernes, jugaba la andaluza con amigas. "Desde la pandemia dejaron de ir. Juega a diario con Gus -su chófer, Gustavo-, y Maite -Valdelomar- va a veces. Su amiga Meli Camacho la visita mucho más", añade Acha Frías. 

La presentadora andaluza junto a su gran amigo. Imagen cedida a EL ESPAÑOL.

No hay cosa que más ilusión le haría a Yusan que su amiga Teresa encontrara ese proyecto con el que ponerle un broche de oro a su prolífica carrera: "La quiero de verdad. Yo sigo teniendo la espinita de que ella merece despedirse, aunque sea con una sola cosa grande o una colaboración pequeña, pero te aseguro que lo sigo intentando. Hicimos mucho juntos y mucho por la música". 

Mención aparte se merece la emotiva historia que unió a Yusan y Teresa para siempre; cómo, dónde y gracias a quién se conocieron. Así lo cuenta Acha Frías a este periódico: "Estaba estudiando Periodismo en Bilbao y tenía mis referentes en la tele, que eran, sobre todo, Chicho Ibáñez Serrador, José María Íñigo y Teresa, cada uno en una especialidad. Y me apunté a un curso de verano de El Escorial. Las clases las daban Chicho, Ramón Colón y Teresa. Yo no la conocía. Fui a El Escorial y Teresa estaba entonces con el amor de su vida, Félix Arechabaleta, que era de Vitoria como yo. Allí en el curso, de repente él se me queda mirando y me sonaba mucho la cara porque éramos prácticamente vecinos en Vitoria". 

Añade Yusan, cargado de emoción: "Yo saludé a Félix y me enteré que estaba con Teresa. En septiembre, fui de público a Pasa la vida. Enseguida comencé a trabajar haciendo entrevistas de televisión y cuando podía le hacía entrevistas a Teresa. Siempre le decía que mi ilusión era probar algún día en la televisión. Y en una de estas entrevistas le comunicó una redactora que tenía que cogerse tres meses de baja por maternidad y me dijo que si quería suplirla yo. Y hasta hoy". 

Termina la comunicación Yusan Acha reflexionando sobre todo lo que le debe a su amiga: "Yo estoy aquí gracias a Teresa. Cuando recogí el premio Mainat, en 2015, dije que soy quien soy gracias a Teresa. Desde luego, es mi gran amiga dentro de los medios de comunicación y fuera. Hemos vivido todo lo malo desde que la conozco. Ella me hizo una dedicatoria en un libro suyo que decía 'Si te hubiera conocido antes, mi vida sería mucho más feliz'. Me lo escribió con lágrimas en los ojos y eso me llegó al corazón. Cuando escucho a gente que habla de ella y dicen que son íntimos amigos y que cuentan cosas, digo 'madre de Dios, si la han visto tres veces en su vida'". 

La emoción de su hija Carmen 

Carmen Borrego en una imagen de archivo, en junio de 2022. Gtres

Hace unos días, en el programa Sálvame, la benjamina de la presentadora, Carmen Borrego (55), se emocionó al hablar de su presente. "Ha llegado el momento en que se apoye en Terelu y en mí. Necesito darle más dedicación a mi madre. Mi madre siempre ha sido muy independiente. Y cuando se hace más mayor, esa independencia que tenía ya no la tiene", sostuvo. 

EL ESPAÑOL ha podido saber que Campos madre está "muy arropada" por sus nietos. Alejandra Rubio (22), José María Almoguera (32) y Carmen Rosa -la nieta abogada a la que Teresa está especialmente unida-, la visitan con mucha frecuencia. "Con ella (Carmen Rosa) Teresa tiene especial sintonía porque vivieron juntas y es la más cariñosa de los tres". 

Secunda la fuente consultada la gran implicación que existe en la familia en pos del bienestar de María Teresa: "No la dejan sola ni un minuto. Hay que decir que sola nunca está porque tiene a la chica interna. Hay preocupación, no ya por su edad y los achaques propios, sino por su ánimo. Está muy apática y sin ganas de casi nada".