Ainhoa Arteta (56 años) permanece ingresada desde hace diez días en un hospital de Cádiz. La reconocida soprano se encontraba en la capital gaditana compaginando sus compromisos laborales y su tiempo de ocio en compañía de su marido, Matías Urrea, y varios amigos. Pero el viernes 23 de julio la artista sufrió un revés en su salud. La cantante tuvo que acudir de urgencia al centro de salud más cercano debido a una fuerte dolencia que finalmente los sanitarios diagnosticaron como un cólico nefrítico grave.

Ante esta situación tan complicada, tal y como ha informado ¡HOLA!, Ainhoa Arteta fue derivada a la UCI donde ha permanecido 10 días bajo la supervisión constante de los médicos y especialistas. La infección mantuvo muy preocupados tanto a la paciente como a todo su entorno, pero finalmente, este lunes 2 de agosto, la de Tolosa ha salido de Cuidados Intensivos y ya ha pasado a planta, según apunta el citado medio.

Pese a que en un principio su estado de salud era catalogado como "grave", con el paso de los días, Arteta ha evolucionado favorablemente y aunque sigue ingresada, ya prepara su vuelta a los escenarios. La soprano ha tenido que cancelar su próximo concierto fechado para el 6 de agosto en la Plaza de Toros de El Burgo de Osma, en Soria, pero ha querido mantener, esperanzada, su actuación del 18 de agosto en el escenario de Starlite Catalana Occidente, en Marbella, junto a Plácido Domingo.

Duras secuelas post-Covid

Arteta se contagió por Covid a comienzos del pasado invierno, pero una vez superado el virus, las secuelas que le quedaron fueron más que evidentes. A finales del mes de abril, una noticia dejaba preocupada a gran parte de la sociedad española, que aún se sorprende por los inesperados estragos que puede llegar a dejar a su paso el coronavirus. "La cantante lírica Ainhoa Arteta, en silla de ruedas como secuela de la Covid-19", publicaban algunos medios.

La diva de la música clásica, en cambio, se sobrecogió al ver tal revuelo, menciones en redes sociales, llamadas de preocupación y mensajes de sus seres queridos. "Fue complicado. Lo tuve bastante complicado, pero bueno, dentro de lo que cabe, bien. Lo que pasa es que tuve unas consecuencias serias a nivel articulaciones, pero bueno, ya estoy bien. Lo que salió, claro, no fue exactamente así. Yo estaba en el aeropuerto de Madrid, iba con muletas, y como la T4 es tan larga, me pusieron una silla de ruedas", aclaró en conversación con JALEOS.

"La T4 es muy larga, yo tenía las articulaciones inflamadas y yo iba con muletas. Entonces me pusieron asistencia para poder llegar al avión sin tenerme que cansar demasiado porque, además, me iba a trabajar a San Sebastián y de San Sebastián a Las Palmas de Gran Canaria teniendo que pasar dos veces por la T4. No fue más que eso. No he ido en silla de ruedas más que en la T4. Claro, los medios dijeron: 'Ainhoa Arteta, en silla de ruedas después del Covid'. A ver, en silla de ruedas, sí, pero luego hay que explicar la curiosidad... Nada, estoy muy bien y muy animada, además", detallaba a este periódico. 

Sin embargo, desafortunadamente, en pleno verano está viviendo otro duro revés en su salud que le está impidiendo seguir adelante con su agenda profesional y vacacional. Aunque en las últimas horas su pronóstico es positivo y mejora día a día.

[Más información: Ainhoa Arteta desvela por qué tuvo que ir en sillas de ruedas tras superar la Covid: "Fue complicado"]

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