Sara Carbonero (37 años) se encuentra ingresada en la Clínica Universidad de Navarra de Madrid como consecuencia de una recaída en el cáncer de ovarios que padece. Fue el pasado viernes 5 de febrero -solo dos días después de celebrar su cumpleaños- cuando la periodista tuvo que ser hospitalizada para ser intervenida debido a una complicación. La operación ha sido un éxito y los médicos están muy satisfechos. Ahora, se recupera con impecables atenciones en uno de los centros sanitarios más innovadores del país.

El hospital apenas tiene 4 años de vida en su campus madrileño, pero abarca 60 años de experiencia en su lugar de origen: Navarra. Su labor ha sido galardonada y destacada en el sector de la salud, y es que cuentan con tecnología de vanguardia, son punteros en la investigación y se han ganado el respeto de sus pacientes gracias a "su trato humano y su comodidad".

La esposa de Iker Casillas (39) se encuentra, por tanto, en buenas manos. Permanece desde hace cinco días en una de las amplias habitaciones de la clínica. "Ofrecemos habitaciones luminosas, amplias y con todas las comodidades. Cuentan con una zona independiente para que el acompañante o el propio paciente pueda descansar o trabajar", indican en el sitio web del centro. Tal y como puede observarse en su galería de imágenes, los ventanales están presentes en todas las suites para que los pacientes no experimenten ninguna sensación de encierro y continúen conectados a la realidad, al día y la noche.

Una de las habitaciones de la Clínica Universidad de Navarra, en Madrid, como en la que se encuentra Sara Carbonero.

Justo al lado de las habitaciones se sitúa un área pensado para los acompañantes, que en tiempos de Covid está más que limitado. Esta zona "está planteada para que pueda ofrecer a los pacientes la mayor comodidad, el respeto a su intimidad y la posibilidad de estar acompañado por sus familiares".

Todas las instalaciones están altamente cuidadas y muestran un diseño moderno sin perder la esencia de un hospital. La fachada es muy visual y arquitectónicamente muy diferente a lo que se espera de un centro de salud. "Son siete plantas las que lo componen, y gracias al desnivel de la parcela en la que está edificado, tenemos luz natural en todas ellas", se apunta desde el hospital.

Algunas de las instalaciones de la Clínica Universidad de Navarra, en el campus de Madrid.

Mientras los familiares y amigos de Sara Carbonero esperan su turno para poder visitarla, podrán aguardar de forma más amena en la cafetería del hospital: "Se ofrece a los pacientes, familiares y visitantes un servicio de restaurante (carta, menú del día, platos combinados y dietas especiales) y bar. Su amplio horario permite a los visitantes acceder en cualquier momento del día, así como también solicitar comidas para llevar".

Todo son comodidades y atenciones en la clínica en la que la periodista se recupera poco a poco de su duro golpe y de su reciente operación. Atento a su cuidado se encuentra el amplio equipo de profesionales que son expertos en medicina personalizada, por lo que Sara sigue allí unas recomendaciones únicas para ella que la ayudarán a mejorar, como ya lo hizo el pasado año cuando sus tratamientos dieron muy buenos frutos.

Iker, muy pendiente de ella

Fue en mayo de 2019 cuando Carbonero desvelaba en su cuenta de Instagram que padecía un tumor cancerígeno en un ovario. Una noticia que llegaba semanas después de que Iker Casillas sufriera un infarto. "Cuando aún no nos habíamos recuperado de un susto, la vida nos ha vuelto a sorprender. Esta vez me ha tocado a mí, esa dichosa palabra de 6 letras que todavía me cuesta escribir. Hace unos días en una revisión, los médicos me vieron un tumor maligno de ovario y ya he sido operada", comunicó en su perfil.

Iker compartió en sus redes este tierno abrazo con Sara para felicitarla por su cumpleaños en 2020. RRSS

Meses después, el exfutbolista confirmó que no estuvo todo que Sara necesitó a su lado, y tras este nuevo revés, Casillas no se separa de ella. Hay mucha preocupación en su entorno y por eso, su marido, la madre y la hermana de Sara -Goyi e Irene- e Isabel Jiménez (38) -una de las mejores amigas de la manchega- se turnan en el hospital para acompañarla y que no esté sola en ningún momento.

Sobre las diez de la mañana de este miércoles, Iker, tras llevar a sus hijos Martín y Lucas al colegio, llegaba en coche a la clínica. Muy preocupado, y visiblemente molesto por la presencia de cámaras en un momento tan delicado, el exfutbolista se ha mostrado sobrepasado ante el nuevo bache en la salud de su mujer.

[Más información: Sara Carbonero, ingresada en el hospital por una recaída de su cáncer]

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