A pesar de ser uno de los cantantes más exitosos de nuestro país, a Antonio Orozco (47 años) no se le ha subido la fama a la cabeza. Al menos, con los seres a los que más quiere. Desde que falleciera en octubre de 2017 su expareja y madre de su hijo, Susana Prat, a causa de un cáncer de cuello de útero, el cantante sigue muy pendiente de la familia de su ex.

El padre de Susana vive en un pequeño apartamento en El Castillo de Kafka, un edificio ubicado en la urbanización semiprivada de Vallpineda sobre una colina con vistas a la bahía de Sitges que fue diseñado a finales de los sesenta por Ricardo Bofill. Siempre que sus compromisos profesionales se lo permiten, Antonio visita a su 'suegro' y le ayuda en todo lo que puede porque aún le profesa un gran cariño.

A pesar de que se separó de su pareja unos años antes, toda la familia continuó siendo una piña por el bien del pequeño de la familia, Jan, que ya tiene 12 años y es todo un virtuoso de la música y el dibujo.

Susana Prat, madre del hijo de Antonio Orozco.

Eso sí, todo lo que tiene de cariñoso por la gente que lo rodea, lo tiene de obsesivo por los extraños. Antonio vive en la zona residencial de Terramar en Sitges en un apartamento de casi 200 metros cuadrados con un gran jardín al lado del mar, por lo que reside a escasos minutos en coche de donde está su 'suegro'. Cada vez que acude al Castell, el intérprete de Devuélveme la vida toma las precauciones debidas para que no le reconozcan y, sobre todo, para evitar a los paparazzi. Y eso, en el mejor de los supuestos, porque no posee el estatus para que le vigilen constantemente o, simplemente, porque su vida privada es anodina para las revistas y programas del corazón.

Pero aún así, el cantante extrema las precauciones. Antes de subir por las escaleras y de teclear el código secreto de la puerta de entrada al edificio, suele mirar a ambos lados de la calle para ver si hay alguien escondido; normalmente lleva una gorra y gafas de sol para que no se le vea la cara, mira siempre al suelo y no saluda a nadie, quizás, para que no le reconozcan la voz. De forma muy discreta accede al apartamento del padre de Susana donde suelen recordar los viejos tiempos y le ayuda en todo lo que haga falta, como cuando recientemente el hombre estuvo un poco delicado de salud.

Antonio Orozco junto a su hijo Jan. Instagram

La vida privada de Antonio Orozco siempre ha sido sagrada y casi nunca ha hablado de lo que ocurre de puertas para adentro. Sin embargo, ahora hay un interés comercial para hacerlo. Jan es un niño prodigio ya que canta, compone, toca el piano, la batería y dibuja como los ángeles. Por eso, a través del Instagram del pequeño (@jan_o_oficial) donde tiene más de 60.000 seguidores, es fácil ver diferentes rincones del hogar paterno así como de las diferentes actividades que realiza frente al mar. Jan ya está produciendo su primer disco que llevará por nombre The Album X.

[Más información: Muere Susana Prat, la madre del hijo de Antonio Orozco]

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