Paula Echevarría (41 años) ha estrenado nuevo proyecto. Una web en la que ha recogido todos sus trabajos y que tiene una línea visual minimalista que le ha encantado a la propia actriz. Sin embargo, entre tanta foto, posado y caras de Paula por todas partes destaca un gran detalle en el que parece que la asturiana no ha reparado y que no es nada bueno para hacer brillar su currículum interpretativo.

La web está estructurada en ocho secciones: home, campañas, filmografía, editorial, bio, news, blog y contacto. De todo ello se resalta que ha participado con 11 marcas de las que es imagen publicitaria, ha sido portada de 43 portadas de revistas de moda y belleza, que las noticias de Paula que triunfan son las que provienen de photocalls y que sus cientos de estilismos tienen más presencia que su biografía. Mucha publicidad, mucho posado, pero en su filmografía apenas aparecen 9 proyectos.

Fragancias, smartphone, joyas, gafas de sol, lencería, champú... Paula Echevarría es el rostro de múltiples campañas publicitarias, y por ello sus decenas de carteles inundan la web con gran presencia. La misma que no tienen sus películas. Y es que de lo que no hay duda al entrar a la página es que pertenece a la de Candás, porque su cara y su cuerpo no paran de aparecer por mucho que hagas scroll. Sin embargo, pocas pruebas hay de que la web pertenezca a una actriz, pues lo que más destaca es su faceta de it-girl y de imagen de marcas.

No es ningún delito que la asturiana muestre con todo lujo de detalles sus proyectos publicitarios por encima de los trabajos cinematográficos y televisivos, pero de cara a su presentación en sociedad como "actriz", que es lo que ella más quiere destacar siempre, no resulta nada útil.

Tanto es así que nada más entrar en la web, en la home, solo hay un cartel de su última película Ola de crímenes, imagen que está rodeada por decenas de fotos publicitarias de otras tantas firmas de productos de las que Paula es el rostro principal. La faceta de actriz de Paula se pierde completamente entre tanta promoción y posado en revistas, algo que no beneficia a su currículum profesional interpretativo y por tanto, tampoco a esa Paula que hace hincapié en su profesionalidad.

Quizá la asturiana haya visto mayor rentabilidad económica y comodidad en general en su faceta como rostro publicitario y quiera potenciarlo más. Pero entonces, ¿dónde queda la actriz de la que presume ser? O su web es su peor enemigo para dar valor a su trabajo interpretativo o es una estrategia para ir dejando poco a poco el rol de actriz y llenar sus arcas con lo que realmente le da dinero: la publicidad.

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