"Mire, llamaba para ver cómo está mi padre de salud, que tiene el pobre 90 años", era la llamada desesperada de una hija que temía por el futuro de su progenitor y su última vía de escape era descoserse el bolsillo a llamadas. O eso creía entonces Lola Montero, más conocida como La Bruja Lola. Ella, toda resuelta, se lía a barajar las cartas hasta que, ¡chas!, le viene la inspiración: "Tu padre está pachuchillo". Acto seguido, la hija preocupada se quita la máscara: "Lleva cuatro años muerto, so bruja" Y cuelga. En directo. La bruja ni se inmuta y amenaza: "Sabía que me estabas mintiendo. Te voy a poner dos velas negras que te vas a acordar toda la vida de Lola Montero".

Así se forjó, sin saberlo, la leyenda de la mala suerte en forma de vela negra. La Bruja Lola inventó -y patentó- esa lúgubre amenaza y durante años nadie le hizo sombra. Medio en chanza, medio de verdad, la Lola se hacía respetar. Durante años este fue su grito de guerra en televisión. La estrafalaria bruja, con sus artilugios a cuestas, se hinchó a hacerse Crónicas marcianas. Un grito que se apagó con el paso de los años hasta convertirse en un lejano eco que en la actualidad sigue dando coletazos entre los más nostálgicos. 

La Bruja Lola.

Y es que, fue un filón en los programas golfos, e incluso en los más seriotes. Hasta fue imitada por Carlos Latre (39) en numerosísimas ocasiones. Eso, es decir mucho. Pero cayó en el olvido y en una severa depresión que la apartó de todo hasta el año pasado. En los términos que se manejan ahora, Lola se hizo viral cuando aquello no existía, gracias a su fuerte carácter, a sus divertidas salidas de tono y a sus frases demoledoras. Para todo tenía unas velas negras y una predicción fatalista en la punta de su maléfica lengua. "Hija, no es que te tenga manía, te cuento lo que veo en las cartas", se lavaba las manos con ese salero tan suyo. En la memoria colectiva quedará, por ejemplo, cómo la bruja regaló en directo a Eva González (38) en laSexta un consolador negro que hizo pasar por vela. ¿Que le preguntaban algo que no era de su agrado? La tía te ponía dos velas negras. ¿Que se mofaban de sus predicciones? Te ponía dos velas negras. ¿Que opinabas diferente a ella? Dos velas negras. Era su muletilla y la explotó hasta sus últimas consecuencias. 

Pero un día la gloria y el aplauso se fueron para no volver. Tras la finalización del mítico late night de Telecinco, La Bruja Lola vio como su popularidad iba decayendo. Poco a poco su estrella mediática se fue apagando, pese a intentar seguir a flote como segunda finalista del reality show El castillo de las mentes prodigiosas en Antena 3, hasta desaparecer tras un sonado polígrafo que la desenmascaró en ¿Dónde estás corazón? allá por 2011. Fue en 2017, el año pasado, cuando la gran Lola volvió a nuestras vidas en el programa de Canal Sur Los reporteros. ¿El tema? La videncia, y ahí no podía faltar ella. 

Lola durante su última aparición pública en Canal Sur.

En el espacio, visiblemente más desmejorada, hizo repaso de su vida y explicó los motivos de su ausencia todos estos años. "Yo soy vidente, pero no soy estafadora ni engaño. Hoy en día muchos no son videntes. Son falsas y se lo digo en su cara", defendía su don para los oráculos. En este sentido, se sacudía la estafa mientras la echaba encima de sus compañeros: "Lo que ellos hacen es mentir, son falsas sus predicciones". Tras la muerte de su marido cayó en una fuerte depresión que le obligó a alejarse de los focos hace cinco años. Sin embargo, atravesar esta enfermedad no le ha impedido seguir ejerciendo su profesión, ya que ha estado llevando a cabo consultas privadas en su casa, tratando de refugiarse así en el trabajo para sobrellevar estos duros momentos.

Ahora, en retrospectiva, la bruja afirma haber ganado mucho dinero en su etapa en televisión, sobre todo en su paso por Crónicas marcianas, donde reconoce que cobraba mucho. Por favor, que quede claro que Lola no se ha dedicado a la videncia solo para ganar dinero, ya que, como ella misma destaca en muchas ocasiones, ha hecho "muchas obras de caridad" para ayudar a los que, sin recursos, solicitaban su ayuda. Que, oye, una puede poner velas negras y tener su corazoncito. 

[Más información: Qué fue de Ximo Rovira, el presentador de 'Tómbola' que ahora reniega de los programas del corazón]

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