La boda de Diego Matamoros (31 años) y Estela Grande se ha convertido en uno de los eventos de mayor espectación mediática en el papel couché. La lista de invitados, desconocida hasta el último momento, ha sido la gran protagonista de este enlace. La incógnita alrededor de la presencia o no de Kiko Matamoros (61), padre del novio, ha suscitado durante meses todo tipo de especulaciones que, finalmente, se han saldado con la aparición del colaborador en la celebración. 

Antes de que diera comienzo la ceremonia, Kiko quiso hablar con la prensa para dar explicaciones sobre la decisión de estar presente en este día tan especial para su familia. "Me ha costado mucho tomar la decisión de venir porque he pensado que podía molestar a terceros y además la actitud de Diego no ha sido la mejor. Al final ha pesado los daños que podía hacerme a mí mismo y el hecho de que pudiera arrepentirme toda la vida de esta decisión", explicaba a las cámaras de televisión. 

Kiko Matamoros el día de la boda de su hijo.

También hubo palabras dedicadas para su excuñada, Mar Flores (49), quien ha tomado la decisión de quedarse en Ibiza y seguir con sus vacaciones en vez de asistir a la boda de su sobrino Diego. Sin pelos en la lengua, Kiko ha hablado sobre su ausencia: "No ha venido no por mí, sino porque no hay ningún millonario invitado a la boda". Y es que la modelo internacional explicó que no acudiría por las desavenecias con Kiko. "Lo lógico es que vaya su familia más cercana. Su padre, su madre… Y luego, si yo puedo, iré", confesaba días antes del enlace. 

Diego y Estela hacían su aparición sobre las ocho de la tarde del pasado 13 de julio. Ambos, en coches diferentes, se dirigieron a la finca Prados Moros, en El Escorial de Madrid, acompañados por sus respectivos padrinos. El joven Matamoros iba acompañado por su hermana Laura M. Flores (25) mientras que la novia se dirigió al lugar de la ceremonia junto a su padrino Nino

Diego Matamoros en el coche en la entrada. Gtres.

La aparición de los novios se ha hecho en la más estricta intimidad, una decisión impulsada por la idea de una posible exclusiva. La pareja ha querido evitar la publicación y la filtración de cualquier imagen suya y, por esa razón, han aprovechado el momento en el que estaba su padre hablando para la televisión, para entrar en el recinto y esquivar así las posibles imágenes. 

Estela luciendo el vestido de novia en la celebración en una imagen de redes sociales.

Diego y Estela desplegaron un amplio dispositivo de seguridad en los alrededores de la finca y un control exhaustivo de las invitaciones para que no se produjera ninguna filtración a la prensa. Aunque aún no se han desvelado muchos detalles, sí se ha podido saber que él lucía unos zapatos clásicos, regalo de Estela. A pesar de las medidas impuestas por la pareja, algunos invitados decidieron grabar los bailes de los novios y publicarlos en las redes sociales. 

Laura les dedicó unas bonitas palabras a los recién casados. La hermana de Diego fue una de las encargadas en hablar durante la ceremonia y expresar la felicidad de ver a su hermano frente al altar. "Quiero desearos toda la felicidad del mundo y todo el amor y espero que seáis conscientes de lo que es el compromiso", dijo la influencer.  

Los problemas entre Diego y su padre vienen de años atrás. Las constantes discusiones en la intimidad y las apariciones públicas de ambos hablando de sus problemas han sido caldo de cultivo para la parrilla televisiva y leña para alimentar aún más sus conflictos. Enemistades que parecen haberse resulto gracias a la presencia paterna en el día más importante de su hijo. 

[Más información: Diego Matamoros, sus últimas 24 horas de soltero]

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