Javier Calvo (27 años) se metió en el bolsillo a buena parte de los adolescentes gays que sobrevivían como podían en sus institutos durante 2008 y 2011, identificándose con su personaje en Física o Química, el cual sufría por momentos la homofobia. Algo con lo que el propio Calvo se identificaba.

“Lo he pasado mal por épocas en mi colegio. Me he sentido rechazado, he querido ser preferido por alguno de mis amigos, he querido… y no lo he tenido. No he sido el más guay del cole. He tenido un chico en clase que cuando pasaba por el pasillo, todos los días religiosamente me decía: ¡Calvo maricón! Todos los días”, explicaba este domingo el joven en el Chester de Risto Mejide (43) en Cuatro.

"Yo iba con miedo a clase. A mí de repente me han tirado un diccionario en mitad de clase, o toda la clase se ha puesto de acuerdo para pegarme cuando salía por una puerta. No tener ganas de ir al cole porque sabes que te van hacer daño", resumía por su parte Javier Ambrossi (33 años).

"La humanidad puede hacer un cohete, ir a la Luna, hacer mil movidas científicas y no puedan conseguir que un profesor controle que 20 alumnos no le hagan bullying a uno", añadía Calvo.

Años después de aquello, el joven plantó cara a sus fantasmas con un emotivo discurso en los premios Feroz, un canto de esperanza para adolescentes en su misma situación. "Conseguí decir algo que era importante para mí. Transmitir que puedes ser tú mismo y que te quieran. Yo sentí miedo cuando era joven por ser gay. Me juré a mí mismo que nunca lo diría, que viviría una vida de mentira toda mi vida y ya está, porque sientes que nadie te va a querer".

En cuanto a su actual momento profesional, Calvo y Ambrossi contararon que hicieron lo mismo que la protagonista de su musical La llamada. “Nuestra protagonista cree algo y va a por ello a muerte y demostrárselo a todos los demás, que no la creen”, decía Calvo. "Nosotros hicimos lo mismo. Escribí la llamada como una venganza, cuando tú sientes algo y no esperas a que te digan ni cómo, ni cuándo ni por qué", apostilla Ambrossi.