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Las cenas al aire libre entre palmeras y con la piscina a un paso es la mejor opción para disfrutar de la noche en Dubái.
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Estampa idílica de cena en el exterior.
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Zona ajardinada preparada para cenas.
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Zona del recibidor.
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El té siempre esperando en la mesilla de los huéspedes.
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El saloncito que disfrutaron Carles y Vanesa en su habitación.
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Baño con lavabo doble y bañera en la Suite Junior.
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Zona de despacho de la suite.
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Vista aérea de la zona del hotel.
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La fuente es la atracción principal del hotel.
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Uno de los salones de la suite.
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Sala de reuniones.
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Una de las salitas de la suite.
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Gimnasio del hotel.
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Uno de los lujosos baños del spa.
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Sala de masaje y relajación.
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Sala de estar central del hotel.
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Pasillo hacia la terraza.
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Detalle dulce del salón.
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Terraza con vistas a la fuente iluminada.
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Zona del bar.
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Otro de los cómodos salones.
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Otra perspectiva del salón.
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Pequeña sala multiusos.
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Todo está dispuesto para el cliente.
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Mesa de comedor íntima.
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Zona exterior.
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Zona de comedor.
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Otro comedor rústico.
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Otro estilo de comedor exterior.
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La madera y el estilo rústico se funde con el árabe.
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El tono rojizo y arena reinan en todo el hotel.
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Buenas vistas para disfrutar del espectáculo del agua.
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El hotel es prácticamente como una villa.
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La piscina interminable es el eje central.
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Cómodos sofás para disfrutar de la buena temperatura exterior.
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Fotografía del hotel.
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A la derecha de la imagen se ve el hotel.
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El juego de luces y agua que disfrutan los que se hospeden en el hotel.
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La fachada recuerda a un palacio árabe.
