Este martes Sandra Fernández de Villavicencio (30 años) y su hijo Kenzo (6) volverán a vivir los nervios y la angustia de ser testigos de que cuando la policía ponga un pie en el chalet en el que viven tendrán que desalojar de una vez por todas el que ha sido su hogar durante tres décadas. Así lo pide el dueño de la vivienda, el marqués de Larios, José Carlos Fernández de Villavicencio y Eleta, padre y abuelo de sus actuales inquilinos.

"Estoy muy preocupada por lo que pueda pasar", cuenta a JALEOS la heredera del marquesado de Larios. Hablamos apenas unas horas antes de que se produzca el desahucio que ya tuvo que ser suspendido hace una semana por la presencia de dos pastores alemanes en el hogar. Pero esta vez las autoridades van más preparadas: "Van a venir los Servicios Sociales, Fiscalía de menores, la Policía Municipal, Policía Judicial, Policía Nacional, también el cerrajero y el SAMUR, porque han pedido una ambulancia por si me hago la enferma... lo ha pedido todo el abogado de mi padre".

Sandra junto a su hijo.

Sandra permanece con la tensión de no saber exactamente a qué se enfrenta, pero tiene claro lo que hará: "Vamos a intentar pararlo porque lo que van a hacer no es legal, a mí no me lo han notificado legalmente. Pero venir van a venir a echarnos seguro. La joven se refiere a que no se ha seguido la ley porque según cuenta no se le ha informado por las vías constituyentes: "Yo pedí un abogado de oficio y un procurador, pero aún no me lo han designado, suele tardar unos dos meses y lo que han hecho es enviarle el escrito a mi abogada antigua, por lo que el alzamiento no entra dentro la legalidad. Por ley tendrían que esperar a que me otorguen un abogado de oficio".

Denuncia que ante esta situación tanto ella como su hijo se encuentran desprotegidos: "Tal y como lo están haciendo no me puedo defender. Imagínate que durante el desalojo me hacen daño o hacen daño a mi hijo, yo tengo protección legal. Y la jueza está perfectamente al tanto de mi situación. Va a ser un espectáculo".

Su hijo Kenzo estuvo presente durante el primer intento de las autoridades por desalojar el chalet: "En esta ocasión no sé si estará mi hijo, la semana pasada estaba porque estaba malito. Este lunes sí ha ido al cole, pero ya veré cómo se encuentra, si está mal no lo llevaré. No está recuperado pero le he llevado sobre todo porque todo el movimiento que hay aquí no le viene nada bien".

Es la heredera del marquesado de Larios.

Y es que el menor es consciente de todo lo que está pasando: "Entiende todo perfectamente. Él me pregunta, yo intento no hablar delante de él, hacérselo llegar más tranquila, porque yo no le quiero mentir. Y su pregunta es: ¿oye mamá por qué el abuelo teniendo tantas casas no nos puede dejar una? Él lo lleva muy mal, es un niño. Todo esto es un horror para él. No es ya la casa, es el menor que hay dentro, el daño psicológico que le va a hacer esto a mi hijo es irreparable".

Sandra hace hincapié en la presencia de su hijo porque sabe que es un tema vulnerable: "Lo peor es que no es un desahucio de un banco, es un abuelo que no tiene sentimientos que ni siquiera apela a esos dos o tres meses de aplazamiento para que el niño acabe el curso escolar". E insiste en lo duro incomprensible que es para el pequeño: "Sufre muchísimo, y yo también, es mi padre el que me está echando y ha pedido que me arresten también ¿eh? por eso ha pedido esta vez más policía para sacarme".

Cuando JALEOS le pregunta por los 'perros guardianes' que impidieron la semana pasada el desahucio, Sandra cuenta: "He hablado con la perrera, que la conozco muy bien, porque fue de donde recogí a mis perros y me ha dicho: 'Sandra yo conozco muy bien a tus perros y no son agresivos'. Pero obviamente si dan golpes en la puerta como la anterior vez, pues se ponen histéricos. Además, también tengo tortugas y demás animales domésticos que esos no tienen un lugar como una perrera".

Madre e hijo.

La primogénita del marqués de Larios confía en poder volver a frenar el desalojo, porque en caso de no hacerlo no sabría dónde alojarse: "No lo sé, realmente no lo sé. Yo he puesto mis cosas en una especie de caseta que hay en el jardín, de madera, tipo trastero, y ahí he puesto todo mis muebles para pedir que por favor por lo menos me lo precinten". Ese es el mayo motivo de su nerviosismo estos días: "El dónde vamos a vivir y el hecho de sacar mis cosas ha sido mi mayor preocupación estos diez últimos días".

Por eso insiste en el hecho de que es su padre el que quiere desahuciarla a pesar de que, según dice, tiene otras muchas propiedades: "Es que es un señor que tiene una situación económica muy muy alta. De ahí que cuando me dijo lo de abandonar la casa y le pedí dos meses y me los negó, le dije que por qué no nos da un piso aparte, mientras buscamos otro".

Sandra tiene muy clara su versión y así se lo ha hecho saber a JALEOS. Sin embargo, este medio también ha querido ponerse en contacto con la otra parte sin recibir respuesta, pues han rehusado dar cualquier tipo de declaración al respecto. Este martes a las 10 de la mañana se verá el rumbo que toma la vida de Sandra y su hijo.

[Más información: Dos pastores alemanes impiden el desahucio de la hija del marqués de Larios en La Moraleja]

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