Ya sea habitación, suite o riad, cada una de las estancias están decoradas con artesanía local y decoración tradicional arábigo-andaluza.
Maderas, cueros, mosaicos y escayolas cinceladas adornan también los originales cuartos de baño.
Las piscinas del hotel son míticas. Entre palmeras y olivos hay además dos pistas de tenis de tierra batida, petanca, ping pong y gimnasio.
El hotel tiene 27 fuentes en total y unos cuantos estanques, además de una interesante colección de fotografías contemporáneas.
Las ocho hectáreas de jardines comprenden seis especies de palmeras, 200 olivos (algunos de más de 700 años), 700 naranjos, tres pequeños jardines temáticos, 21 especies de cactus y 5.000 rosales, además de un pequeño huerto y plantas aromáticas.
El lugar fue un regalo de bodas del rey Sidi Mophamed Ben Abdallah a su hijo Mamoun, de ahí su nombre.
El hotel cuenta también con Hammam, barbería tradicional y salas de tratamiento individuales. La piscina cubierta es uno de sus must con sus mosaicos en forma de escamas azul y plata.